Los Príncipes y las fuerzas políticas coinciden en que la reforma de la sucesión no es urgente
Aunque la Constitución establece la prioridad del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, está prevista una reforma de la Carta Magna con el fin de que el primogénito sea el Heredero, independientemente de su sexo. De hecho, el Ejecutivo ha manifestado su intención de emprender cuatro reformas que afectan a la Constitución: la del Senado, el cambio en la denominación de las Autónomías, la adopción de la Constitución europea y la igualdad en la sucesión monárquica.
Aunque de momento no importa que el primogénito sea una niña, y tampoco pasaría nada si sus futuros hermanos fueran también mujeres, el problema podría surgir si antes de que se reforme la Constitución, los Príncipes tienen un hijo varón.
El procedimiento
El artículo 57.1 de la Constitución establece que «la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer y, en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos».
El procedimiento para cambiar la Constitución, está regulado en el artículo 168. Y es el siguiente:
Aunque de momento no importa que el primogénito sea una niña, y tampoco pasaría nada si sus futuros hermanos fueran también mujeres, el problema podría surgir si antes de que se reforme la Constitución, los Príncipes tienen un hijo varón.
El procedimiento
El artículo 57.1 de la Constitución establece que «la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer y, en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos».
El procedimiento para cambiar la Constitución, está regulado en el artículo 168. Y es el siguiente:
— Mayoría de dos tercios en el Congreso y en el Senado.
— Disolución «inmediata» de las Cortes.
— Aprobación por mayoría cualificada en las nuevas Cámaras
— Por último un referéndum (obligatorio y con carácter vinculante) para su ratificación.
El procedimiento, visto está, tiene cierta complejidad. Quizás por ello las más de las voces han venido aconsejando cierto tiento y serenidad para abrir el proceso. Empezando por los propios Príncipes, que en su primera comparecencia pública tras conocerse que esperaban un hijo, afirmaron que no tenían ninguna preferencia sobre el sexo de su primogénito y, además, consideraban que, aún en el caso de que fuera niña, había tiempo de sobra para reformar los artículos de la Constitución que dan prioridad al varón sobre la mujer.
En sentido similar se manifestó, recientemente, el presidente del Gobierno que, además de solicitar un dictamen del Consejo de Estado, ha insistido en que «aunque ya saben cuál es mi situación al respecto: derechos absolutamente iguales para hombres y mujeres, hay tiempo, tenemos todo el horizonte para hacerlo con calma. En todo caso, me parece muy oportuno subrayar hoy el hecho de que tengamos un horizonte hereditario muy positivo para la jefatura del Estado», concluyó.
Al final de la legislatura
Insistía en el asunto el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, para quien tampoco es urgente reformar la Constitución y apostó por realizar los cambios al final de la legislatura.
Para Gabriel Cisneros, ponente constitucional y vicepresidente del Congreso, la reforma constitucional tampoco es un «tema angustioso», por lo que el Gobierno puede mantener sus previsiones en el tiempo sobre la reforma constitucional.
El también «padre de la Constitución» Gregorio Peces Barba cree que el derecho de la Infanta Leonor se vería garantizado incluso aunque Don Felipe y Doña Letizia tuviesen posteriormente un varón, antes de que entre en vigor la reforma de la Carta Magna de 1978.
No hay comentarios:
Publicar un comentario