Leonor de Aquitania nació en la ciudad de Bordeaux, en el año 1122, siendo la hija mayor de los tres vástagos que produjo el matrimonio entre Guillermo X, duque de Aquitania, y de Leonor de Châtellerault.
En 1130 murió su único hermano varón, Guillermo, lo que la convierte en la heredera de su padre. El 9 de abril de 1137, Guillermo X muere en un peregrinaje a Santiago de Campostela, en Galicia, y Leonor toma posesión del inmenso ducado de Aquitania (que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos y era más extenso que los dominios directos del rey de Francia). El 4 de julio de 1137, a los 15 años de edad, contrajo matrimonio, en Bordeaux, con Luis, futuro rey Luis VII de Francia, un año mayor que ella. Ese mismo año ascendieron al trono francés, a la muerte del rey Luis VI. Solo 8 años más tarde, en 1145, nace su primera hija, María, futura condesa de Champaña.
Las disensiones entre la pareja empezaron muy pronto, cuando la reina apoya el ilegal matrimonio de su hermana Petronila con el conde Raul I de Vermandois, mientras que el rey enviaba a su hermano Roberto a invadir Vermandois en castigo por la bigamia del conde. Además, su comportamiento emancipado y liberal fue duramente criticado por la curia eclesiastica -especialmente por Bernardo de Claraval y el abad Suger- y, al parecer, por su propia suegra, Adelaida de Saboya; pero nada de esto le importaba al soberano francés, que estaba locamente enamorado de su esposa.
En 1141, movidos por la predicación de Bernardo de Claraval, la joven pareja marchó a la Segunda Cruzada; el rey no permitio de buen grado que su esposa lo acompañara, pero Leonor, en su calidad de duquesa de Aquitania, y por tanto, la mayor feudataria de Francia, insiste en partir como los demás señores feudales.
Durante su estancia en Antioquía, la relación de la reina con su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de la ciudad, dió lugar a toda clase de murmuraciones, que provocaron el alejamiento entre el rey y la reina. Luis obliga a su mujer a volver con él a la fuerza, aunque parten separadamente. En su camino a Francia, de detienen en Roma, donde el Papa trata de reconciliar a la pareja real -el resultado de la gestión papal fue su segunda hija, Alix, futura condesa de Blois, nacida en 1151-. Pero la pareja estaba irremediablemente distanciada: El 21 de marzo de 1152, consiguieron la anulación de su boda, basandose en el parentesco entre ambos. El precio que puso Leonor a esta separación fue la conservación de sus dominios.
Seis semanas después de su divorcio, el 18 de mayo de 1152, Leonor contrajo matrimonio, en la catedral de Saint Pierre de Bordeaux, con el que pronto sería Enrique II de Inglaterra, uniendo sus vastos dominios en Francia a los que ya poseía el heredero al trono inglés (dueño de Anjou, Maine y Normandía, aparte de Inglaterra y Gales). De este modo se formaba el llamado Imperio Angevino, en el cual los reyes de Inglaterra, aun siendo vasallos del rey de Francia, controlaban un territorio ocho veces superior al dominado por Luis VII. De este nacieron 8 hijos, 5 varones y 3 hijas. Establecida principalmente en Poitiers, en su corte tuvo gran auge la lírica caballeresca, siendo mecenas de numerosos trovadores.
La existencia de una amante de Enrique II, provocó el enfrentamiento de Leonor y el rey, y a partir de 1173 Leonor promovió la rebelión de tres hijos del rey contra su padre. Tras reprimir la rebelión, el rey encarceló a Leonor, primero en Chinon y luego en Salisbury, donde permaneció bajo arresto hasta la muerte del rey Enrique en 1189.
Recuperada la libertad, Leonor se convirtió en regente de los dominios angevinos durante las asusencias de su hijo Ricardo. Tras la vuelta de este rey de la Tercera Cruzada, Leonor se retiró a la abadía de Fontevrault. La muerte de Ricardo, el 6 de abril de 1199 provocó que Leonor abandonara de nuevo su retiro hasta conseguir la coronación de otro hijo, Juan, relegando a su nieto, el duque Arturo I de Bretaña, al que prácticamente no conocía.
En 1200, y siendo casi octogenaria, da muestras de una fortaleza impresionante cuando decide viajar hasta Castilla, cruzando los Pirineos, para escoger entre sus nietas, las infantas de Castilla -hijas de su hija Leonor y de Alfonso VIII- a la que se convertiría en la esposa del hijo de Felipe II Augusto, el futuro Luis VIII. La escogida sería Blanca, una de las reinas de Francia más celebres, regente del reino en tres ocasiones y modelo de virtud y habilidad política.
Murió el 31 de marzo de 1204 en la abadía de Fontevrault, a los 82 años de edad, siendo sepultada alli mismo junto a su esposo Enrique y su hijo Ricardo.
Leonor de Navarra
(c. 1420-Tudela 1479)
Reina de Navarra.
Era hija de Juan II de Aragón y de Blanca de Navarra.
Poco después de ser designada heredera de Navarra (1457) estalló la lucha entre sus partidarios, los beaumonteses, y los de Juan II, agramonteses.
En 1479, a la muerte de Juan II, fue coronada con el apoyo de Fernando II el Católico.
En 1130 murió su único hermano varón, Guillermo, lo que la convierte en la heredera de su padre. El 9 de abril de 1137, Guillermo X muere en un peregrinaje a Santiago de Campostela, en Galicia, y Leonor toma posesión del inmenso ducado de Aquitania (que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos y era más extenso que los dominios directos del rey de Francia). El 4 de julio de 1137, a los 15 años de edad, contrajo matrimonio, en Bordeaux, con Luis, futuro rey Luis VII de Francia, un año mayor que ella. Ese mismo año ascendieron al trono francés, a la muerte del rey Luis VI. Solo 8 años más tarde, en 1145, nace su primera hija, María, futura condesa de Champaña.
Las disensiones entre la pareja empezaron muy pronto, cuando la reina apoya el ilegal matrimonio de su hermana Petronila con el conde Raul I de Vermandois, mientras que el rey enviaba a su hermano Roberto a invadir Vermandois en castigo por la bigamia del conde. Además, su comportamiento emancipado y liberal fue duramente criticado por la curia eclesiastica -especialmente por Bernardo de Claraval y el abad Suger- y, al parecer, por su propia suegra, Adelaida de Saboya; pero nada de esto le importaba al soberano francés, que estaba locamente enamorado de su esposa.
En 1141, movidos por la predicación de Bernardo de Claraval, la joven pareja marchó a la Segunda Cruzada; el rey no permitio de buen grado que su esposa lo acompañara, pero Leonor, en su calidad de duquesa de Aquitania, y por tanto, la mayor feudataria de Francia, insiste en partir como los demás señores feudales.
Durante su estancia en Antioquía, la relación de la reina con su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de la ciudad, dió lugar a toda clase de murmuraciones, que provocaron el alejamiento entre el rey y la reina. Luis obliga a su mujer a volver con él a la fuerza, aunque parten separadamente. En su camino a Francia, de detienen en Roma, donde el Papa trata de reconciliar a la pareja real -el resultado de la gestión papal fue su segunda hija, Alix, futura condesa de Blois, nacida en 1151-. Pero la pareja estaba irremediablemente distanciada: El 21 de marzo de 1152, consiguieron la anulación de su boda, basandose en el parentesco entre ambos. El precio que puso Leonor a esta separación fue la conservación de sus dominios.
Seis semanas después de su divorcio, el 18 de mayo de 1152, Leonor contrajo matrimonio, en la catedral de Saint Pierre de Bordeaux, con el que pronto sería Enrique II de Inglaterra, uniendo sus vastos dominios en Francia a los que ya poseía el heredero al trono inglés (dueño de Anjou, Maine y Normandía, aparte de Inglaterra y Gales). De este modo se formaba el llamado Imperio Angevino, en el cual los reyes de Inglaterra, aun siendo vasallos del rey de Francia, controlaban un territorio ocho veces superior al dominado por Luis VII. De este nacieron 8 hijos, 5 varones y 3 hijas. Establecida principalmente en Poitiers, en su corte tuvo gran auge la lírica caballeresca, siendo mecenas de numerosos trovadores.
La existencia de una amante de Enrique II, provocó el enfrentamiento de Leonor y el rey, y a partir de 1173 Leonor promovió la rebelión de tres hijos del rey contra su padre. Tras reprimir la rebelión, el rey encarceló a Leonor, primero en Chinon y luego en Salisbury, donde permaneció bajo arresto hasta la muerte del rey Enrique en 1189.
Recuperada la libertad, Leonor se convirtió en regente de los dominios angevinos durante las asusencias de su hijo Ricardo. Tras la vuelta de este rey de la Tercera Cruzada, Leonor se retiró a la abadía de Fontevrault. La muerte de Ricardo, el 6 de abril de 1199 provocó que Leonor abandonara de nuevo su retiro hasta conseguir la coronación de otro hijo, Juan, relegando a su nieto, el duque Arturo I de Bretaña, al que prácticamente no conocía.
En 1200, y siendo casi octogenaria, da muestras de una fortaleza impresionante cuando decide viajar hasta Castilla, cruzando los Pirineos, para escoger entre sus nietas, las infantas de Castilla -hijas de su hija Leonor y de Alfonso VIII- a la que se convertiría en la esposa del hijo de Felipe II Augusto, el futuro Luis VIII. La escogida sería Blanca, una de las reinas de Francia más celebres, regente del reino en tres ocasiones y modelo de virtud y habilidad política.
Murió el 31 de marzo de 1204 en la abadía de Fontevrault, a los 82 años de edad, siendo sepultada alli mismo junto a su esposo Enrique y su hijo Ricardo.
Leonor de Navarra
(c. 1420-Tudela 1479)
Reina de Navarra.
Era hija de Juan II de Aragón y de Blanca de Navarra.
Poco después de ser designada heredera de Navarra (1457) estalló la lucha entre sus partidarios, los beaumonteses, y los de Juan II, agramonteses.
En 1479, a la muerte de Juan II, fue coronada con el apoyo de Fernando II el Católico.
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