Tokio. (EFE).- Aiko, la princesa japonesa que durante parte de su infancia parecía destinada a ocupar el Trono del Crisantemo, cumplió hoy cinco años, sabedora de que desde hace tres meses comparte su destino con un futuro heredero varón.
Aiko celebró la ocasión en compañía de sus padres, el príncipe heredero Naruhito, de 46 años, y la "princesa triste" Masako, de 42 años, antes de visitar a sus abuelos, el emperador Akihito y la emperatriz Michiko, en el Palacio Imperial de Tokio.
Con motivo de su cumpleaños, la agencia de prensa de la Casa Imperial divulgó hoy unas imágenes en las que se ve a la pequeña en los terrenos de su palacio del céntrico barrio de Akasaka montando un "pony" llamado "Milk" (leche en inglés) por su color blanco.
En un momento dado, la niña le ofrece al caballo una zanahoria y, aunque se asusta ante un extraño movimiento del animal, finalmente logra alimentarlo. Según un portavoz de la Casa Imperial, a la niña, que empezó a ir al colegio este año y es hija única, le gusta ayudar a su madre a preparar su fiambrera para la escuela, jugar con muñecos de peluche y montar en bicicleta.
Parece que la princesita es una gran aficionada al sumo, deporte nacional en Japón, y a menudo ve los combates en televisión cuando regresa al palacio de la escuela, de acuerdo con el portavoz de los príncipes herederos.
Este es un cumpleaños muy distinto para la pequeña princesa al que celebró el año pasado, cuando en Japón se debatía la posibilidad de reformar la Ley de Sucesión al Trono que establece que sólo pueden heredar los varones descendientes directos del emperador, debido a que entonces éste sólo tenía tres nietas.
Sin embargo, el nacimiento del príncipe Hisahito el pasado 6 de septiembre cambió el destino de Aiko, al dejar por ahora en suspenso los planes del Gobierno japonés para reformar la ley sálica.
El bebé Hisahito, hijo de Akishino, segundo hijo del emperador, es el primer varón que nace en la familia imperial en cuatro décadas y se convirtió de inmediato en tercero en la línea para suceder a su abuelo Akihito, de 71 años, tras su tío Naruhito y su propio padre.
No obstante, varios expertos siguen reclamando que se reforme esa norma para hacer posible que Aiko herede algún día el trono reinante más antiguo del mundo incluso si en el futuro tiene un hermano varón, algo visto aquí como muy improbable por los problemas de Masako.
Con su boda tardía con el príncipe heredero en 1993, la "princesa triste" soportó una fuerte presión para concebir un varón y, casi ocho años después, dio a luz a su hija, cuando ya eran patentes sus dificultades para adaptarse al protocolo.
Diplomática de carrera y plebeya, Masako mostró siempre poca simpatía por la vida a la que deben someterse los miembros de la Casa Imperial de Japón y en agosto del 2004 le fue diagnosticado un "trastorno adaptativo", con síntomas de ansiedad y depresión.
Su hija Aiko, de momento, juega tranquila con su "pony" mientras se decide cuál será su destino: el de una persona común y corriente, en caso de que se case y pierda por tanto su estatus imperial, o el de primera emperatriz reinante del Trono del Crisantemo, si al final se modifica la Ley de Sucesión, algo de momento harto improbable.
viernes, 1 de diciembre de 2006
Aiko, la princesa destronada de Japón, cumple cinco años
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