Perplejidad y sorpresa ha causado en Dinamarca que el heredero de la Corona, el príncipe Federico, aconsejado por su madre, la Reina Margarita, haya obligado a su esposa a firmar un nuevo contrato matrimonial, según el cual, en caso de divorcio, Mary no recibirá las sumas prometidas en el anterior de mayo de 2004, ni una vivienda elegida por ella. Según fuentes cercanas a la Casa de la Reina, la medida se debe a que el divorcio de Alexandra ha costado demasiados millones al benjamín, Joaquín. De hecho, su ex esposa se ha convertido en la mujer más rica de esa real familia depués de la Soberana. Se asegura que el nuevo pacto incluye además otras claúsulas igualmente duras que Mary no ha tenido más remedio que aceptar. Algunas se refieren a los hijos de la pareja, que quedarían bajo la potestad de la Corte en caso de ruptura y no podrán salir de Dinamarca con su progenitora sin el permiso de la Reina. Y, mientras el pueblo danés ha puesto el grito en el cielo demostrando su incondicional apoyo a la mujer del futuro Rey, los medios de información vierten ácidas críticas contra la Casa de la Reina por la poca generosidad que ha mostrado hacia la joven que, además de hacer feliz al futuro Monarca y cumplir correctamente con sus obligaciones, ha dado un heredero a la Corona.
sábado, 2 de diciembre de 2006
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