martes, 6 de septiembre de 2005

Visita de los Reyes al Papa




Los Reyes reiteran al Papa en Castelgandolfo la invitación para que visite España

El Pontífice «no se mostró contrario a asistir» al Encuentro Mundial de la Familia que se celebrará en Valencia el próximo verano, afirmó Don Juan Carlos

JESÚS BASTANTE
ABC

MADRID. Sus Majestades los Reyes fueron recibidos ayer por Benedicto XVI en su residencia veraniega de Castelgandolfo. El encuentro, el primero que el Pontífice celebra con representantes de casas reales, fue definido como «muy cordial» por Don Juan Carlos, quien permaneció durante media hora a solas con el Santo Padre. Durante la visita, el Rey le transmitió oficialmente la invitación a visitar nuestro país realizada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, concretándola en el Encuentro Mundial de la Familia que tendrá lugar en Valencia el próximo verano. Benedicto XVI «no se mostró contrario a asistir», señalaron los Reyes a la prensa tras el encuentro, aunque tampoco confirmó que vaya a hacerlo.

Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron recibidos en el patio de ingreso al palacio por el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor James Harvey, y después conducidos hasta el despacho donde les esperaba el Papa. La audiencia se celebró en italiano, aunque la Reina comentó que Benedicto XVI y ella habían intercambiado algunas palabras en castellano y en alemán -lengua materna del Pontífice-. A la salida, Doña Sofía comentó que el Papa «es algo más reservado que Juan Pablo II», pero «muy cariñoso, simpático y con un gran sentido del humor».

Relaciones inmejorables

Aunque la relación entre la Corona española y la Santa Sede es inmejorable, la de ayer fue la primera ocasión en que los Reyes visitaban el palacio de Castelgandolfo, a 30 kilómetros de la Ciudad Eterna. Tras el encuentro, el Papa llevó a Sus Majestades a uno de los balcones de la residencia veraniega, donde pudieron disfrutar de las vistas del lago de Albano. Si bien Don Juan Carlos y Doña Sofía ya habían saludado al Pontífice el 24 de abril, con motivo de la misa de entronización de Benedicto XVI, ésta era la primera visita oficial de los monarcas al nuevo Papa.

La Casa Real confirmó ayer a este diario que los Reyes «salieron muy satisfechos», e informó de que, al concluir la recepción, hicieron entrega al Pontífice de un facsímil del Beato de San Millán de la Cogolla, escrito en el siglo X en mozárabe y románico. El Papa entregó a los monarcas un rosario y una medalla conmemorativa del período de Sede Vacante, de edición limitada, en la que aparece la figura del camarlengo, el cardenal español Eduardo Martínez Somalo, quien llevó las riendas de la Santa Sede entre el fallecimiento de Juan Pablo II y la proclamación de Benedicto XVI.

La «criatura» de los Príncipes de Asturias

Además de la posible visita del Papa a España, los Reyes comentaron que también dialogaron con Benedicto XVI del presente «y el futuro» de la Familia Real, en especial en lo referente al hijo de los Príncipes de Asturias, a quien el Pontífice llamó cariñosamente «la criatura».

Asimismo hablaron sobre la vista del Pontífice a Colonia para las Jornadas Mundiales de la Juventud. Benedicto XVI comentó, según explicó el Rey, que durante el viaje «los españoles se reconocían fácilmente» entre los cientos de miles de jóvenes debido a las explosiones de júbilo cada vez que se hablaba en español o se hacía referencia a ellos. No se hizo ninguna alusión a temas relacionados con la política interna del país o cuestiones internacionales.

El Papa no dijo que no...

NO dijo que sí, pero tampoco dijo que no. Las puertas de España siempre estarán abiertas al Papa, aseguraron ayer Sus Majestades los Reyes tras ser recibidos en audiencia privada por Benedicto XVI en su residencia veraniega de Castelgandolfo. Aunque es difícil, podría suceder que el Papa recogiera el guante e hiciese un hueco en su agenda para participar en el Encuentro Mundial de Familias que el Vaticano ha organizado en Valencia el próximo verano. La especial relación de nuestros Monarcas con el sucesor de Pedro, desde Pablo VI a Juan Pablo II (amigo personal de Don Juan Carlos), se vio de nuevo reflejada en los gestos amistosos de Benedicto XVI a los Reyes durante el encuentro, que se desarrolló en la más absoluta cordialidad. Pese a los crecientes conflictos Iglesia-Gobierno en nuestro país (que oficialmente no se abordaron durante la audiencia), las relaciones entre la Corona y la Santa Sede continuarán siendo inmejorables. Prueba de ello fue el inusitado gesto que muestra la imagen: el Pontífice hizo entrar a los Reyes en sus habitaciones personales, y les mostró las impresionantes vistas del lago Albano desde la terraza papal del palacio.

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