Los televidentes británicos tendrán la oportunidad el próximo jueves de conocer más de cerca a Enrique de Inglaterra, el hijo díscolo del príncipe de Gales cuyas juergas y desmanes han sido famosos en el reino. El menor de los Windsor concederá ese día, con motivo de su 21. º cumpleaños, una entrevista a la cadena Sky en la que previsiblemente será interrogado sobre la desgraciada elección de un disfraz de nazi para acudir a una fiesta - una foto que irritó al país- y sobre sus dificultades para adaptarse a la férrea disciplina militar a la que vive sometido desde su ingreso en la academia de Sanhurst el pasado mayo.
Los asesores de Clarence House, la residencia oficial del heredero, han dejado claro que la cadena no facilitará a Enrique un cuestionario previo, por lo que el entrevistado está abierto a que la emisión aborde cuestiones delicadas, como el recuerdo de su madre, Diana de Gales, fallecida en un accidente automovilístico cuando el príncipe sólo tenía 12 años. Uno de los puntos más calientes de la entrevista puede ser la relación que Enrique mantiene desde hace dos años con la rubia Chelsy Davy, una joven zimbabua cuyo padre mantiene estrechos lazos comerciales con el denostado régimen de Robert Mugabe. Precisa-mente la pareja acaba de concluir unas idílicas vacaciones en el delta del Okavango (Botsuana), en compañía de catorce amigos sudafricanos, jóvenes ricos y ociosos cuya influencia no es contemplada con buenos ojos desde palacio. El príncipe está a punto de heredar 8 millones de euros, el legado de su bisabuela, la reina madre, y fuentes de la familia real han dejado translucir su temor a que Enrique, mal asesorado, se lance al despilfarro de su fortuna, estimada en total en unos 40 millones de euros. Algunos de sus amigos han confirmado que el cadete Windsor no es aficionado a los entrenamientos en Sanhurst y ha depositado sus sueños en la adquisión del local favorito de su novia en Ciudad del Cabo, el All Bar Bone.
Especulaciones al margen, Buckingham celebra el ingreso de Enrique en la edad adulta con la emisión de una edición limitada de monedas de 5 libras que ya son motivo de persecución de los coleccionistas. El aludido, entre tanto, se prepara la emisión que ha despertado cierta controversia por el descarte de la BBC. Quizá una venganza de Carlos de Inglaterra, que no soporta al corresponsal real de la cadena pública - "ese hombre horroroso"-, ni le perdona que insinuara en televisión que el matrimonio con Camila podía ser ilegal.
Fuente: La Vanguardia
domingo, 11 de septiembre de 2005
El Príncipe Enrique se sincera por su cumpleaños
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario