Líderes árabes y extranjeros acuden al austero funeral por el rey Fahd de Araba Saudí
RIAD.- Una nutrida representación de líderes árabes y extranjeros participa ya en Riad en las ceremonias funerarias por la muerte del rey Fahd, fundador de la Arabia Saudí moderna.
Mandatarios de Oriente Próximo, como los presidentes de Egipto, Hosni Mubarak, Irak, Yalal Talabani, la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, Afganistán, Hamid Karzai, Pakistán, Pervez Musharraf, o Argelia, Abdelaziz Buteflika, confirmaron que llegarán hoy a la capital saudí.
Desde Occidente, llegarán para mostrar sus condolencias representantes de la nobleza europea, como el príncipe Carlos de Inglaterra y dignatarios del viejo continente como el presidente francés, Jacques Chirac.
Pese a que fue decretado hoy un día de luto oficial por la muerte de Fahd, España no ha enviado todavía a ninguna delegación oficial a la ceremonia. Fuentes de la Casa Real han informado de que el Rey don Juan Carlos, actualmente de vacaciones en Mallorca, tiene previsto acudir al país en las próximas horas, cuando las autoridades saudíes determinen la organización de su llegada y el calendario de los actos previstos a partir de ahora.
Ceremonia austera
Las exequias de Fahd no siguen el patrón de otras ceremonias celebradas en el mundo árabe. Están siendo austeras y carecen del lujo y el boato en el que se ha forjado la epopeya de este rey con fama de noble y justo.
El cuerpo del soberano fue trasladado desde el Hospital Rey Faisal a la mezquita del Imán Turki bin Abdala envuelto en un paño de tela marrón -la tradicional 'abaya' árabe- sobre una tabla de madera que transportaron sus hijos y colocado en medio de la mezquita.
La estricta y radical interpretación del Islam que rige en Arabia Saudí, conocida como 'wahabismo', proscribe cualquier tipo de funeral de Estado y recomienda un acto sencillo en una mezquita y el entierro en un fosa, envuelto el cuerpo con un simple sudario blanco.
Los principios del 'wahabismo' también prohíben que la sepultura quede marcada, ya que considera que todos los musulmanes regresan igual al polvo, haya sido como haya sido su tránsito por el mundo terrenal.
Así, Fahd quedará enterrado, como sus predecesores en el trono, en una parcela anónima del cementerio Al-Oud, vecino a la capital de su reino.
Antes de ello, poco después de la oración de la tarde, un muecín ha recitado en su memoria varios versículos de El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, y ha entonado formulas funerarias de alabanza y súplica a Dios para que acoja su alma en el paraíso.
Especial seguridad
La ceremonia, combinada con la asistencia de líderes árabes y extranjeros, ha obligado a redoblar las medidas de seguridad en la ciudad, y en especial en torno al aeropuerto, la mezquita Turki bin Abla y el propio cementerio, prácticamente tomados por las fuerzas especiales.
Tras el acto fúnebre, el nuevo rey, Abdala, de 81 años, y su príncipe heredero, Sultán Abdelalziz, de 77 años, comenzarán a recibir las condolencias en el palacio del gobernador de Riad, Salman bin Abdelaziz, hermano del rey fallecido y hermanastro del nuevo soberano.
Miles de ciudadanos saudíes han comenzado, igualmente, a llegar a Riad para participar el miércoles en la denominada "mubaia", una ceremonia de carácter tribal en la que el pueblo aprueba la elección del nuevo monarca, le felicita y expresa su confianza en que tenga un feliz gobierno.
RIAD.- Una nutrida representación de líderes árabes y extranjeros participa ya en Riad en las ceremonias funerarias por la muerte del rey Fahd, fundador de la Arabia Saudí moderna.
Mandatarios de Oriente Próximo, como los presidentes de Egipto, Hosni Mubarak, Irak, Yalal Talabani, la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, Afganistán, Hamid Karzai, Pakistán, Pervez Musharraf, o Argelia, Abdelaziz Buteflika, confirmaron que llegarán hoy a la capital saudí.
Desde Occidente, llegarán para mostrar sus condolencias representantes de la nobleza europea, como el príncipe Carlos de Inglaterra y dignatarios del viejo continente como el presidente francés, Jacques Chirac.
Pese a que fue decretado hoy un día de luto oficial por la muerte de Fahd, España no ha enviado todavía a ninguna delegación oficial a la ceremonia. Fuentes de la Casa Real han informado de que el Rey don Juan Carlos, actualmente de vacaciones en Mallorca, tiene previsto acudir al país en las próximas horas, cuando las autoridades saudíes determinen la organización de su llegada y el calendario de los actos previstos a partir de ahora.
Ceremonia austera
Las exequias de Fahd no siguen el patrón de otras ceremonias celebradas en el mundo árabe. Están siendo austeras y carecen del lujo y el boato en el que se ha forjado la epopeya de este rey con fama de noble y justo.
El cuerpo del soberano fue trasladado desde el Hospital Rey Faisal a la mezquita del Imán Turki bin Abdala envuelto en un paño de tela marrón -la tradicional 'abaya' árabe- sobre una tabla de madera que transportaron sus hijos y colocado en medio de la mezquita.
La estricta y radical interpretación del Islam que rige en Arabia Saudí, conocida como 'wahabismo', proscribe cualquier tipo de funeral de Estado y recomienda un acto sencillo en una mezquita y el entierro en un fosa, envuelto el cuerpo con un simple sudario blanco.
Los principios del 'wahabismo' también prohíben que la sepultura quede marcada, ya que considera que todos los musulmanes regresan igual al polvo, haya sido como haya sido su tránsito por el mundo terrenal.
Así, Fahd quedará enterrado, como sus predecesores en el trono, en una parcela anónima del cementerio Al-Oud, vecino a la capital de su reino.
Antes de ello, poco después de la oración de la tarde, un muecín ha recitado en su memoria varios versículos de El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, y ha entonado formulas funerarias de alabanza y súplica a Dios para que acoja su alma en el paraíso.
Especial seguridad
La ceremonia, combinada con la asistencia de líderes árabes y extranjeros, ha obligado a redoblar las medidas de seguridad en la ciudad, y en especial en torno al aeropuerto, la mezquita Turki bin Abla y el propio cementerio, prácticamente tomados por las fuerzas especiales.
Tras el acto fúnebre, el nuevo rey, Abdala, de 81 años, y su príncipe heredero, Sultán Abdelalziz, de 77 años, comenzarán a recibir las condolencias en el palacio del gobernador de Riad, Salman bin Abdelaziz, hermano del rey fallecido y hermanastro del nuevo soberano.
Miles de ciudadanos saudíes han comenzado, igualmente, a llegar a Riad para participar el miércoles en la denominada "mubaia", una ceremonia de carácter tribal en la que el pueblo aprueba la elección del nuevo monarca, le felicita y expresa su confianza en que tenga un feliz gobierno.
Fuente: El Mundo
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