ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS. MADRID.
ABC
Su Majestad el Rey recibió ayer el I Premio Mutua Madrileña, destinado a reconocer el valor de las personas o entidades que han contribuido de forma altruista a mejorar el mundo. También es el galardón mejor dotado económicamente, con 750.000 euros, de cuantos se entregan en España.
Sin embargo, Don Juan Carlos sólo se quedará con el diploma acreditativo, con la escultura -obra de Víctor Ochoa- y con «las múltiples muestras de afecto» que ayer recibió, ya que la dotación económica la ha cedido íntegramente al Museo del Prado. También los méritos por los que se le ha concedido el premio, el Rey se los atribuyó al pueblo español.
Después de recibir el galardón de manos del presidente de Mutua Madrileña, José María Ramírez Pomatta, Don Juan Carlos afirmó: «Lo recibo con particular emoción, al tiempo que con la debida humildad, pues los méritos que se han glosado pertenecen, ante todo, al pueblo español, verdadero protagonista de la extraordinaria transformación política, económica y social vivida por España en las últimas décadas ».
Más adelante, explicó el Rey que, de acuerdo con el espíritu de servicio a la sociedad española al que anima este galardón, «deseo ceder la totalidad de su dotación económica al Museo Nacional del Prado, creado por la Corona con las más excelentes obras de las colecciones reales, legados para disfrute de los ciudadanos».
Y también recordó Don Juan Carlos que la pinacoteca es «un verdadero buque insignia del patrimonio histórico-artístico común que compartimos y que nos identifica como gran Nación».
Además, quiso subrayar «el más pleno compromiso de la Corona con los valores de solidaridad, cooperación y concordia que promueve este premio para construir una España siempre mejor».
El beso de la Reina
Las palabras del Rey, igual que el momento de la entrega del galardón, fueron seguidas de un prolongado aplauso por los cientos de personas asistentes al acto. De esta forma, la ceremonia se convirtió en un homenaje a Don Juan Carlos, que el 5 de enero cumplirá 70 años. También la Reina tuvo un detalle especial con su marido y dio un beso al Rey, un gesto poco habitual en público.
Tal y como había afirmado poco antes el presidente de Mutua Madrileña, el objetivo del acto era mostrar «nuestro más sincero reconocimiento y respeto hacia una persona que ha dedicado su vida íntegramente, a incrementar los niveles de solidaridad, desarrollo y prosperidad existentes en nuestra sociedad, haciendo con ello posible que los españoles hayamos podido disfrutar el más extenso periodo de paz y de bienestar social de nuestra historia».
Después de destacar la «clara vocación social» de Mutua Madrileña a lo largo de sus 77 años de historia, Ramírez Pomatta pronunció unas palabras cargadas de afecto, reconocimiento y gratitud hacia los Reyes, a quienes calificó como «el mejor regalo que ha recibido el pueblo español».
Un Reinado «milagroso»
De Don Juan Carlos, dijo que es «un modelo de comportamiento para un nuevo país del cual ha sido, y es, referencia». Recordó que su Reinado ya ha sido calificado «por más de un historiador como milagroso dentro de la larga historia de España» y destacó cómo el Rey ha sabido representar con «su sensibilidad e intuición la pluralidad, la realidad y la esencia de un país diverso, variopinto y muchas veces contradictorio».
También habló Ramírez de Pomatta de la «misión reconciliadora entre los españoles» desarrollada por el Rey y afirmó que la Monarquía parlamentaria «nos ha conducido sin traumas a una plena democracia formal y social».
Recordó que en el camino a la democracia «no han sido siempre tiempos fáciles» y que el Rey, «junto con muchos de los que hoy estamos aquí y vivimos aquellos intensos años de cambio, hubimos de enfrentarnos a múltiples factores de desestabilización». En este punto, destacó la capacidad para el diálogo y el consenso de Don Juan Carlos, quien supo establecer «una excelente relación de concordia y entendimiento, dentro y fuera de nuestro territorio».
El presidente de Mutua Madrileña subrayó cómo España se ha situado «entre las naciones más prósperas y solidarias» y cómo se ha transformado radicalmente «la imagen de España en el mundo».
Además, Ramírez de Pomatta destacó el acierto con el que Don Juan Carlos ha sabido conjugar «la contundencia con la mesura, el diálogo con la firmeza y la gravedad en las situaciones que así lo requerían con el calor cercano en los momentos de desgarro colectivo».
En el acto también intervino el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Pedro González-Trevijano, quien destacó la «dimensión singular» que ha desarrollado la institución monárquica en España en el Reinado de Don Juan Carlos al convertirse en una «Monarquía del deber y de la obligación». Destacó como nuestra Monarquía Parlamentaria ha logrado enraizarse «con el mismo vigor en la razón y en los afectos», tal y como acreditan los informes del Centro de Investigaciones Sociológicas, en los que aparece como «la institución mejor valorada por los españoles».
En un discurso plagado de citas, González-Trevijano parafraseó a sir Winston Churchill para afirmar que «ser Rey no es un privilegio: es una responsabilidad. Ser Rey no es una vocación: es un deber. Ser Rey no es una elección: es una condición. Ser Rey significa serlo siempre ». Y recurrió a Clemenceau, a quien no le interesaban las profesiones de los hombres, sino sus pasiones, para añadir que «la pasión de un Rey es la más hermosa de las pasiones públicas: la del servicio ».
La «España constitucional»
Pero también se refirió el rector a las denominaciones que se acuñan para denominar los periodos más brillantes de la historia. Así, recordó que al siglo de Cervantes y Velázquez se le denominó «Siglo de Oro» y al de los españoles del primer tercio del siglo XX, en el que confluyeron dos generaciones excepcionales, como las de 1898 y 1927, se le llamó «Edad de Plata». «No existe todavía una denominación para la época iniciada hace ya más de treinta años -afirmó-. Quizás el mejor nombre sea el de la «España constitucional»», en la que, según dijo, no habrá duda sobre la «sobresaliente cualificación del papel desempeñado por la Corona».
Antes de terminar su intervención, quiso el rector de la Universidad Rey Juan Carlos hacer una referencia a la Reina: «No se puede acercar uno al Reinado de Don Juan Carlos sin un reconocimiento: el de Doña Sofía. De ella podríamos decir, con Víctor Hugo, que «Cuando todo se vuelve pequeño, ella permanece grande ».
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