El Rey ha agradecido hoy a Francia su colaboración en la lucha contra el terrorismo ante el presidente Nicolas Sarkozy, quien a su vez ha subrayado el compromiso permanente de ayuda a España en esa materia. Ésta es una de las conclusiones del almuerzo de trabajo que hoy han mantenido en París Don Juan Carlos y Sarkozy, en el que también han repasado algunos asuntos de interés internacional, como la situación en el Magreb y en los territorios palestinos.
El viaje del monarca a París estaba programado hace tiempo y ha sido la devolución del gesto amistoso que el Rey tuvo con Sarkozy el 31 de mayo, cuando le invitó a cenar en La Zarzuela al término de su primera visita como presidente, quince días después de asumir la Jefatura del Estado.
Aunque prevista tiempo atrás, la presencia de Don Juan Carlos ha cobrado una significación especial porque tiene lugar unos días después del atentado mortal contra dos guardias civiles en Capbreton (sur de Francia) y la posterior detención de dos etarras presuntamente implicados en el crimen.
En este contexto el Rey ha agradecido la ayuda francesa, con la particularidad de que en el encuentro estaba también la ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie. Sarkozy ha dejado claro que está decidido a continuar con la cooperación en materia antiterrorista.
Cuarenta etarras detenidos por Francia
El pasado fin de semana Sarkozy dijo explícitamente en Lisboa que "los enemigos de la democracia española lo son también de Francia", en alusión a los terroristas. En lo que va de año las fuerzas del orden francesas han detenido a cuarenta presuntos etarras.
La presencia de los respectivos ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Bernard Kouchner, ha permitido también que en el almuerzo se hablara de otras cuestiones. Así, se pasó revista a algunos temas de interés bilateral, con vistas a la cumbre hispano-francesa que tendrá lugar el 10 de enero en territorio francés.
En el encuentro se habló del Tratado de la Unión Europea, que será firmado mañana en Lisboa por los Veintisiete, antes de abordar cuestiones internacionales.
Tanto Sarkozy como Don Juan Carlos tuvieron oportunidad de dialogar ayer con el presidente argelino Abdelaziz Buteflika, tras el doble atentado en Argel que costó la vida a decenas de personas y hoy ambos han analizado la situación creada en ese país.
En este punto los dos Estados están comprometidos a trabajar conjuntamente para ayudar a los países del Magreb a hacer frente al terrorismo. También han hablado de la conferencia internacional de donantes para los territorios palestinos que tendrá lugar el 17 de diciembre en París y en la que España quiere hacer una contribución sustancial.
Un ambiente cordial y amistoso
Don Juan Carlos llegó a la residencia del jefe del Estado francés a las 13.15 locales (12.15 GMT) para un almuerzo que se prolongó durante una hora y cuarto. El ambiente fue cordial y amistoso y Sarkozy descendió las escaleras de acceso al Palacio del Elíseo y bajó hasta el patio para recibir a su invitado español, al que acompañó hasta el coche a la salida.
A su llegada, Don Juan Carlos había pasado revista a un destacamento de la Guardia Republicana y abrazado al presidente francés, del que se despidió de la misma manera, mientras que antes de marcharse besó a Alliot-Marie y a Kouchner.
A los ateridos periodistas que le esperaban en el patio el Rey les lanzó un simpático "Il fait froid là bas" ("Hace frío ahí"), antes de introducirse en el coche.
El viaje del monarca a París estaba programado hace tiempo y ha sido la devolución del gesto amistoso que el Rey tuvo con Sarkozy el 31 de mayo, cuando le invitó a cenar en La Zarzuela al término de su primera visita como presidente, quince días después de asumir la Jefatura del Estado.
Aunque prevista tiempo atrás, la presencia de Don Juan Carlos ha cobrado una significación especial porque tiene lugar unos días después del atentado mortal contra dos guardias civiles en Capbreton (sur de Francia) y la posterior detención de dos etarras presuntamente implicados en el crimen.
En este contexto el Rey ha agradecido la ayuda francesa, con la particularidad de que en el encuentro estaba también la ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie. Sarkozy ha dejado claro que está decidido a continuar con la cooperación en materia antiterrorista.
Cuarenta etarras detenidos por Francia
El pasado fin de semana Sarkozy dijo explícitamente en Lisboa que "los enemigos de la democracia española lo son también de Francia", en alusión a los terroristas. En lo que va de año las fuerzas del orden francesas han detenido a cuarenta presuntos etarras.
La presencia de los respectivos ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y Bernard Kouchner, ha permitido también que en el almuerzo se hablara de otras cuestiones. Así, se pasó revista a algunos temas de interés bilateral, con vistas a la cumbre hispano-francesa que tendrá lugar el 10 de enero en territorio francés.
En el encuentro se habló del Tratado de la Unión Europea, que será firmado mañana en Lisboa por los Veintisiete, antes de abordar cuestiones internacionales.
Tanto Sarkozy como Don Juan Carlos tuvieron oportunidad de dialogar ayer con el presidente argelino Abdelaziz Buteflika, tras el doble atentado en Argel que costó la vida a decenas de personas y hoy ambos han analizado la situación creada en ese país.
En este punto los dos Estados están comprometidos a trabajar conjuntamente para ayudar a los países del Magreb a hacer frente al terrorismo. También han hablado de la conferencia internacional de donantes para los territorios palestinos que tendrá lugar el 17 de diciembre en París y en la que España quiere hacer una contribución sustancial.
Un ambiente cordial y amistoso
Don Juan Carlos llegó a la residencia del jefe del Estado francés a las 13.15 locales (12.15 GMT) para un almuerzo que se prolongó durante una hora y cuarto. El ambiente fue cordial y amistoso y Sarkozy descendió las escaleras de acceso al Palacio del Elíseo y bajó hasta el patio para recibir a su invitado español, al que acompañó hasta el coche a la salida.
A su llegada, Don Juan Carlos había pasado revista a un destacamento de la Guardia Republicana y abrazado al presidente francés, del que se despidió de la misma manera, mientras que antes de marcharse besó a Alliot-Marie y a Kouchner.
A los ateridos periodistas que le esperaban en el patio el Rey les lanzó un simpático "Il fait froid là bas" ("Hace frío ahí"), antes de introducirse en el coche.
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