POZUELO (MADRID).- Dibujos y sonrisas, aunque también alguna que otra lágrima, han sido los obsequios que, en el día de su debut en solitario, ha recibido la Princesa de Asturias. La esposa del heredero ha inaugurado esta mañana un colegio público en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. A partir de ahora, dos años y medio después de su boda con el Príncipe de Asturias, Letizia Ortiz tendrá agenda oficial propia, centrada sobre todo en la infancia y la juventud, dos temas por los que siente interés y preocupación. Y a la infancia ha dedicado esta mañana. Ha sido en un centro de infantil y primaria situado en la localidad madrileña y que lleva, por vez primera, el nombre de Príncipes de Asturias. Vestida con un traje de chaqueta gris de raya diplomática azul, altos zapatos de tacón, sonriente y aparentemente tranquila, la Princesa llegaba puntual al colegio, donde aguardaban ya la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que la acompañaron durante el recorrido por las instalaciones escolares. Letizia charló con los más pequeños en las aulas de infantil, aunque algunos, como Eduardo, de tres años de edad, no pudo evitar las lágrimas cuando vio a la Princesa rodeada de cámaras de televisión y de fotógrafos, y de muchas otras personas que llegaban para romper la rutina de otros días. Antes, la directora del centro, Teresa de Matías, al concluir una reunión explicativa sobre el funcionamiento y objetivos pedagógicos del centro, le había felicitado públicamente, en nombre de todos los que trabajan en el colegio, por el embarazo de su segundo hijo. Con espontaneidad, sin cortarse, varios pequeños preguntaron por la Infanta Leonor, y por qué no la había acompañado. "Se ha quedado en casa", respondió la Princesa ante la curiosidad de Álex, que no dudó en invitarla a la suya. Los niños y niñas de tres años obsequiaron a la Princesa con tres dibujos idénticos: tres floreros, aunque de colores diferentes. Uno verde, otro rojo y otro azul. En otra aula, le entregaron un cuaderno con más dibujos, para la Infanta Leonor como regalo en su primer cumpleaños, que celebrará el próximo día 31. La Princesa no pudo evitar una sonrisa cuando vio que uno de ellos llevaba por título: 'Doña Letizia buscando manzanas mientras Leonor descansa en el castillo'. Cuando una niña le preguntó si su hija ya camina, la Princesa contestó: "Casi, casi... Está a punto". Un cartel anunciando una sorpresa, la visita "al cole" de la Princesa, colgaba de la pared en el aula de apoyo, donde en esos momentos la profesora trabajaba con cinco niños autistas que estudian en el centro, con los que la Princesa jugó y quiso hacerse una fotografía. Con un "¡hola!, ¿cómo estáis?", la Princesa entraba en otra de las aulas, donde en esos momentos las voces de niños y niñas cantaban que "había una vez una rana con una bata de lana que tomaba café a la hora del té". Los alumnos de segundo y tercero de primaria, recitaron a la Princesa un texto, 'La paloma de los sueños', que llevaban aprendiendo de memoria desde hacía días. Patricia le contó que su mamá acababa de tener un bebé que antes había estado "en su tripita" y señalaba a Letizia Ortiz la suya, mientras Guillermo trajo de casa, envuelto en celofán amarillo, un pequeño perro de peluche para la Infanta Leonor, que doña Letizia prometió entregarle nada más llegar a La Zarzuela. 'Se ha quedado en casa'
lunes, 9 de octubre de 2006
Doña Letizia debuta en solitario con niños de tres años
CARLOS MÍNGUEZ (EFE)
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