lunes, 30 de octubre de 2006
Fotos oficiales de la Infanta Leonor
Leonor, su primer año
Almudena Martínez-Fornés
Mañana la primogénita de Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturiascumplirá su primer año de vida, un acontecimiento que celebrará, como cualquier niña de su edad, acompañada por su familia y entre los mimos y carantoñas de sus abuelos, padres y primos. Siguiendo la tradición, Leonor tendrá preparada una tarta con una única vela que probablemente apagará con la ayuda de los demás.
Atrás quedan 365 días en los que, sin ser consciente de ello, se ha convertido en la protagonista de todo acto al que ha asistido y su imagen ha llenado de ternura portadas de periódicos y revistas. Ha sido un año en el que la niña no ha dado una mala noche, no ha tenido el menor problema de salud —«ni un resfriado», recordaba hace apenas veinte días Don Felipe ante un grupo de periodistas— y en el que no se la ha visto llorar en público (dicen que tampoco lo hace en privado). Como mucho, algún puchero, que se quedó en eso, el día que fue presentada ante la Virgen de Atocha en medio de una atronadora multitud. Tampoco ha ido a más el pequeño angioma que le salió en la nariz, una mancha que, en la mayor parte de los casos, suele desaparecer sola en los primeros años de vida.
A punto de cumplir un año, la Infanta ha superado ya aquella etapa en la que se convirtió en la «gateadora» más rápida del Reino y ahora todos sus esfuerzos se dirigen a buscar apoyos, como cortinas o muebles, para levantarse. Si hay algo que llama la atención en esta niña rubia y de ojos azules es su curiosidad, su forma de observar atentamente cuanto sucede a su alrededor sin extrañar a nadie, ni siquiera los flashes de las cámaras.
También está en esa edad en la que intenta agarrar todo lo que encuentra a su alcance, ya sean las gafas de sol de la Reina, las pulseras de la Princesa o el pelo de cualquiera de sus siete primos —seis paternos y uno materno—, que encajan los tirones con risas.
Igual que los Reyes hicieron con el Príncipe y las Infantas cuando eran pequeños, Don Felipe y Doña Letizia procuran que Leonor crezca en un ambiente lo más normal posible, alejada de privilegios, y que juegue con otros niños, como son «sus primos y los hijos de amigos», explicó el Príncipe.
Su primera palabra: «Agua»
Pero ni él ni su esposa pueden evitar que se les ilumine la cara en cuanto se menciona el nombre de su hija. Una niña que, según su padre, «ya camina de la mano» y cuya primera palabra pronunciada con toda claridad no ha sido ni «papá» ni «mamá», sino «agua».
Frente a lo que muchos puedan pensar, es la propia Princesa de Asturias quien se ocupa de su hija durante el día y la noche, y la niña sólo queda al cuidado de las niñeras cuando Doña Letizia tiene que asistir a algún acto fuera del Palacio de La Zarzuela. Con el fin de pasar el mayor tiempo posible con Leonor, desde que nació la pequeña Doña Letizia ha procurado evitar los viajes largos y regresar a dormir a su residencia de La Zarzuela cuando ha tenido que acompañar al Príncipe en desplazamientos cortos. El último de ellos, el que realizó a Oviedo el pasado viernes 20 para asistir a la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias.
Pero aparte de la alegría familiar que provocó la llegada de Leonor al mundo, su nacimiento supuso un hecho de gran trascendencia institucional y dinástica para la futura continuidad de la Monarquía parlamentaria. De hecho, fue el primer nacimiento de un Infante o Infanta de España desde hacía 37 años. Leonor es también la única de los siete nietos de Sus Majestades los Reyes —el octavo nacerá en mayo— cuyos padrinos son Don Juan Carlos y Doña Sofía. Aunque el Rey apadrinó a Felipe Juan Froilán, el hijo mayor de la Infanta Doña Elena, la Reina no había amadrinado hasta ahora a ninguno de sus nietos.
Desde que vino al mundo, a Leonor se le ha asignado el segundo puesto en la línea de sucesión a la Corona, por detrás de su padre, el Príncipe de Asturias. Una atribución que, mientras era hija única, no admitía dudas. Sin embargo, el nacimiento del segundo hijo de Don Felipe y Doña Letizia, previsto para mayo, podría cambiar radicalmente el destino de Leonor. Si el bebé que espera Doña Letizia es otra niña, la primogénita de los Príncipes continuará ocupando ese segundo lugar. Pero ¿qué ocurrirá si los Príncipes tienen, ahora o más adelante, un hijo varón?
Hasta ahora, hemos conocido el lugar que cada miembro de la Familia Real venía ocupando en la línea de sucesión a la Corona, ya que se aplicaba el artículo 57 de la Constitución que establece el orden de la primogenitura y da prioridad al varón sobre la mujer. Sin embargo, en la mente de todos está prevista una reforma de este artículo con el fin de que el primogénito, independientemente de que sea varón o niña, se convierta en el Heredero de la Corona. De esta forma, se recogerá el sentir mayoritario de los españoles, contrarios a la discriminación por razón de sexo.
La lógica de los tiempos
Pero cuando los periodistas preguntaron al Príncipe si había nacido una Reina la madrugada que Leonor vino al mundo, Don Felipe respondió: «No, de momento ha nacido una Infanta. Pero la lógica de los tiempos indica que si se produce la reforma que está prevista, que propone el Gobierno y que deberán valorar y decidir las Cortes generales, además de plasmar el sentir mayoritario de los españoles, así será». «En todo caso serán las Cortes las que deberán valorar la oportunidad temporal, el momento político, que sin duda requerirá el mayor consenso posible», precisó el Príncipe aquella madrugada. Desde entonces, Don Felipe ha insistido en varias ocasiones en que no hay ninguna prisa por reformar la Carta Magna, ya que aún queda por delante una generación de la Dinastía: la del propio Príncipe.
Lo cierto es que esta reforma de la Constitución requiere un complicado y largo procedimiento que exigiría un clima político más favorable que el que actualmente se respira. De hecho, para modificar el título II de la Carta Magna se precisa que la reforma sea aprobada por mayoría de dos tercios en el Senado y en el Congreso, se disuelvan las Cortes, se convoquen elecciones, que las nuevas Cortes Generales constituidas ratifiquen el proceso, formulen un texto que sea también aprobado por ambas Cámaras por mayoría de dos tercios y, finalmente, lo apruebe el pueblo español en referéndum.
Desde la Casa de Su Majestad el Rey se recuerda que sólo hay un Heredero del Trono, que es el Príncipe de Asturias, y que todos los hijos que tengan Don Felipe y Doña Letizia ocuparán el mismo lugar en la línea de sucesión a la Corona hasta que se produzca el hecho sucesorio, es decir, cuando los Príncipes de Asturias sean proclamados Reyes. En ese momento, se aplicará la legislación vigente —la Constitución, reformada o no— y ello determinará el lugar que ocupe cada uno de los hijos de los Príncipes.
Mientras tanto, todos tendrán el título de Infantes de España y tratamiento de Su Alteza Real. Cuando Don Felipe y Doña Letizia sean Reyes, uno de sus hijos se convertirá en el o la XXXVI Príncipe o Princesa de Asturias como Heredero de la Corona.
La reforma constitucional no afectará al resto de la línea de sucesión, ya que se da la circunstancia de que los primogénitos de las Infantas Doña Elena y Doña Cristina son varones. Al Príncipe y a sus dos hijos, les seguirán la Infanta Doña Elena (que en mayo pasará al cuarto lugar), los dos hijos de ésta, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, la Infanta Doña Cristina y sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, que ocupará el undécimo lugar.
Hasta ahora, todos los miembros de la Familia Real han preferido esperar hasta el momento del nacimiento para conocer el sexo del bebé que esperaban, aunque desde hace años esta incógnita se puede desvelar mediante ecografía a partir del tercer mes de la gestación. Sin embargo, es probable que en esta ocasión no haya que esperar hasta mayo para conocer el sexo del segundo hijo de los Príncipes, ya que tal y como afirmó recientemente Don Felipe a un grupo de periodistas, podría anunciarse antes si resultara aconsejable. El hermano o hermana de Leonor se convertiría, por tanto, en el primer miembro de la Familia Real cuyo sexo se anunciara antes del parto.
domingo, 29 de octubre de 2006
Leonor soplará una vela
Pero salvo estas excepciones puntuales, el primer año de vida de la primera hija de don Felipe y doña Letizia se asemeja en lo cotidiano a la de cualquier bebé.
Las informaciones que facilita la Casa del Rey sobre la pequeña son escasas. "No hay mucho que contar. Está empezando a hablar y ya da sus primeros pasos". El príncipe Felipe en sus últimos actos ha concretado que su hija balbucea "papá y mamá" y que la palabra más clara que pronuncia es "agua". A su abuelo, el Rey, parece que le llama algo parecido a "ababa".
Leonor en las últimas semanas además de gatear a toda velocidad por los pasillos del palacio de la Zarzuela da sus primeros pasos ayudada por sus padres. "Si la cogen de las manos ya camina. Está claro que se soltará ella sola rápidamente", cuentan amigos de los Príncipes.
La crianza de la infanta, séptimo nieto de los reyes de España, y segunda en la línea de sucesión al trono, es normal. "No nos ha dado ni una sola mala noche y apenas ha tenido un catarro desde que nació", ha explicado el orgulloso padre.
Aun así la salud de la pequeña ha sido objeto de todo tipo de conjeturas, "todas infundadas", según se resalta desde la Casa del Rey. "De esta niña se ha dicho de todo: que si era sorda, que si estaba enferma. Barbaridades", dice un portavoz.
La reina Sofía, conocedora de los rumores, en algunas sesiones de fotos de este verano en Palma de Mallorca llamó por su nombre a la pequeña, quien rápidamente volvió la mirada hacia su abuela.
La pequeña mancha que tiene en el orificio nasal derecho también ha sido objeto de diferentes especulaciones. La versión oficial es que se trata de un angioma, algo muy normal en los bebés, que desaparece por sí solo.
Quien más ha sufrido en silencio todos los infundios que se han dicho de la infanta Leonor en estos sus primeros 12 meses de vida ha sido la Princesa.
Doña Letizia es una madre protectora en extremo, que se preocupa tanto de la vida cotidiana de la pequeña como de lo que se dice de ella.
Leonor tiene una niñera, pero si la Princesa está en casa es ella quien se ocupa de darle de comer, de bañarla y de jugar con ella. Quienes trabajan en el palacio de la Zarzuela cuentan que es habitual ver a doña Letizia empujando el coche de Leonor por los jardines o llevándola en brazos a visitar a los Reyes, a quienes ve casi todos los días.
Doña Letizia también acostumbra a ir con su hija de vez en cuando a las oficinas de palacio para que todos conozcan a la niña.
Los Príncipes de momento no han pensado que Leonor vaya a una guardería. "Es muy pequeña", ha dicho don Felipe. Tampoco han decidido a qué colegio irá. Pero sí parece que su formación se desarrollará en un colegio privado como ocurrió con el Príncipe, que estudió en el Rosales.
Cuando Leonor comience a hablar con soltura empezarán a enseñarle inglés y, luego, francés. "Su formación será la necesaria para el papel que tiene que desempeñar. Será probablemente una enseñanza multidisciplinar", dice un portavoz de la Casa del Rey. También se contempla la posibilidad de que Leonor reciba formación militar cuando tenga 18 años si ella es la llamada a reinar. "Pero todavía falta mucho", advierten en palacio.
De momento, a Leonor le encantan los cuentos que le lee su madre, empeñada en que desde pequeña se aficione a la literatura como ella. Su primer gran cambio llegará en primavera cuando deje de ser hija única.
Primer aniversario de la Infanta Leonor
EL PROXIMO día 31 Leonor cumple su primer año. Su salud es perfecta en contra de las maledicencias propaladas. Superada la obsesión por la manchita, los padres tienen ahora una duda: ¿a qué guardería la llevarán para que esté en contacto con otros pequeños? Quizás a la de la Guardia Real |
CONSUELO FONT - EL MUNDO Dentro de muy pocos días, el 31 de octubre, Leonor de Borbón cumplirá su primer año de vida. Y, según afirma un miembro del círculo de los Príncipes, ha tenido de su madre el mejor regalo que le podía hacer: el hermano o hermana que está en camino. |
No sólo porque el hecho de vivir en Zarzuela, rodeada del Monte de El Pardo, no facilita a la pequeña el contacto con otros niños. Sobre todo porque la enorme expectación mediática que ha generado su corta existencia, ha provocado en la Princesa Letizia bastante tensión, especialmente en sus primeros seis meses de vida. «Letizia, que está loca con su hija, como el Príncipe, es una madre demasiado protectora. Al contrario que Felipe, que sabiendo que la cría está bien, es más relajado, ella da excesiva importancia a todo lo relacionado con la niña», apunta dicha fuente, que explica: «Puede que la razón sea la gran presión que ha sentido la Princesa al tener que conjugar su papel oficial con su nueva faceta de madre primeriza. Sabe que su hija está también en el punto de mira. En un comprensible afán de protegerla de las maledicencias que sobre ella se han vertido, ha puesto un muro de silencio, convirtiendo casi en secreto de Estado todo lo relacionado con la niña».
Cierto es que sobre Doña Letizia han circulado todo tipo de dimes y diretes, como anorexia, abortos, ligaduras de trompas, o fecundación in vitro. Que, lejos de detenerse cuando nació Leonor, arrecieron, llegando a afirmarse que madre e hija estuvieron al borde de la muerte en el parto. Posteriormente, la artillería se dirigió a la niña, pasándose a hablar de un rosario de supuestas taras, siendo la más insistente que podía ser sordomuda.
Algo que nada tiene que ver con la realidad. Recientemente, el Príncipe Felipe, quien lleva en su cartera fotos de su hija que muestra con orgullo, comentaba: «duerme muy bien, come estupendamente y no ha tenido ni un catarro».
Las palabras del progenitor las corroboran fuentes médicas cercanas consultadas por CRONICA. «Es una niña tranquila, rara vez llora, ni siquiera cuando se la somete a la puntual revisión pediátrica, en que la mayoría de los bebés rompen a llorar. Ha tenido a lo largo de este año una talla, un peso y un desarrollo acorde con los parámetros usuales. También su alimentación se ha desarrollado bien, y en consecuencia no es un bebé ni gordo ni delgado. En resumen, es una niña sana».
Algo de lo que han sido testigos los médicos que atienden a la pequeña, habitualmente en un saloncito de la casa del Príncipe. El pediatra de la Infanta es Fernando Mar, jefe del servicio de neonatología de la Clínica Ruber Internacional, donde nació la niña, y también jefe de la UCI de neonatos del hospital Doce de Octubre. Un prestigioso profesional que, según revela un compañero suyo, está barajando dejar su cargo en este hospital, lo que le permitiría dedicarse full time al servicio de los Príncipes. Mar ha sido secundado en la atención de Leonor por Miguel Tapia, un militar miembro del equipo médico de Zarzuela, que ejerce como médico de cabecera de la Reina y la Princesa Letizia.
Saber que su hija se criaba bien no contribuyó a que Letizia se relajara del todo. La prueba es que la única mácula de Leonor, que fue ese angioma que le salió en su nariz al mes de su nacimiento, la trajo de cabeza. Según las fuentes médicas citadas, «es una manchita benigna y muy corriente, sale a uno de cada siete bebés. No requiere intervención quirúrgica, ni siquiera tratamiento con láser, porque en dos o tres años desaparece por si sola».
Letizia dio una importancia desmesurada no a la mancha, sino a lo que pudiera decirse sobre ello. Sobre todo cuando se publicó en una revista del corazón que Leonor iba a ser operada, cosa incierta. «Estaba obsesionada por la discreción, no quería que se supiese nada», dicen.
Parece que en Zarzuela, para acallar maledicencias, se valoró hacer un comunicado negando la noticia de la operación, pero la Princesa lo descartó. El temor a que se sobredimensionara esta cuestión contribuyó a que en sus primeros meses, Leonor apareciera fotografiada en contadas ocasiones. Tampoco se ha sabido nada, ni oficial ni oficioso, de su corta existencia: cómo es su cuarto, quién la cuidaba o por donde paseaba. El secretismo desató los rumores, que culminaron con el bulo de la sordomudez.
No fueron momentos fáciles aquellos. Muchas veces, a los médicos que visitan a la pequeña se les recogía en sus casas en coches de Zarzuela con los cristales ahumados. Nadie, así, podía saber si iban médicos a ver a la niña.
En vacaciones, aprovechando que en Mallorca la Familia Real está más accesible, la estrategia cambió radicalmente, convirtiéndose la pequeña Leonor en la reina del verano. Acaparó muchas portadas y se colocó como el décimo personaje más popular en este país, por encima incluso de su abuelo, el Rey.
Hoy la Infanta está dando sus primeros pasos. Letizia se ocupa de ella todo el tiempo que le dejan libre sus compromisos oficiales. Aseguran sus allegados que «la niña es para ella como un refugio que le libera de todas sus tensiones». No es raro que la lleve cogida en brazos. A menudo la pasea por los alrededores de su residencia en Zarzuela, la sube al palacio para que la vea la Reina e incluso, la lleva al edificio administrativo, Magnolias, para enseñársela al personal de la Casa Real.
¿GUARDERIA EN PALACIO?
Recientemente, en uno de los despachos, un funcionario le dio a la niña un juguete. Cuando en broma, se lo quiso quitar, Leonor comenzó a dar estentóreos gritos de protesta. El funcionario exclamó: «¡Caray con la muda!».No tiene demasiado contacto con otros niños, salvo esporádicamente con sus primos, hijos de las Infantas Elena y Cristina, con su prima Carla, hija de Erica Ortiz, y con hijos de amigos de los Príncipes. Algo que piensan solucionar sus padres, llevándola el año que viene a una guardería. Barajan la que tiene la Guardia Real cerca del palacio, en El Pardo. Eso y el futuro hermano o hermana que vendrá en mayo van a dar un vuelco a la existencia de Leonor. También a la de su madre. Según el citado miembro de su círculo, «lo mejor que le ha podido suceder a Letizia para relajarse con Leonor es un segundo embarazo. Incluso sin ser princesas, las primerizas siempre caen en el pecado de superproteger a sus hijos».
viernes, 27 de octubre de 2006
Fiesta de la banderita
La Reina Sofía coloca una banderita de la Cruz Roja al Príncipe de Asturias, en la mesa petitoria que presidió hoy con motivo de la 'Fiesta de la Banderita', instalada ante las sede del Congreso de los Diputados.
Mary Donaldson, embarazada de su segundo hijo
Madrid. Agencias
Nuevo 'baby boom' en las casas reales europeas. Tal y como sucedió hace dos años, varias princesas vuelven a coincidir en sus embarazos.
Mary Donaldson ha sido la última cuyo estado de buena esperanza se ha anunciado, y que se suma de esta manera a Máxima de Holanda y a la Princesa de Asturias. Las tres darán a luz entre abril y mayo.
La prensa ya venía rumoreando desde hace días un posible embarazo de Mary Donaldson, que finalmente fue anunciado hoy, días antes de su viaje junto a Federico de Dinamarca y su hijo a Tasmania (Australia), tierra natal de Mary Donaldson. El bebé que esperan nacerá en mayo, igual que el de los Príncipes de Asturias, una coincidencia que se repitió con sus primogénitos. El príncipe Christian nació sólo 15 días antes que la Infanta Leonor. No es el único detalle que transcurre en paralelo. Las dos se casaron en el mes de mayo de 2004: Mary el 15 y Letizia el 22.
Parece ser que pese a los desmentidos, dos han sido los gestos que más han delatado a Mary sobre su nuevo embarazo: el posado sujetándose el vientre en las fotos del cumpleaños de su hijo y una indisposición durante un acto oficial hace pocos días, que hicieron disparar los rumores.
Según detalla 'Hola' en su página web, ayer fue la última vez que se vio a Mary Donaldson, con motivo de una cena con miembros del Parlamento y del Gobierno en el Palacio de Christiansborg. A la cena asistieron la Reina, el Príncipe Enrique, los príncipes Federico, Mary, Joaquín, Alejandra y Benedicta, aunque al parecer nadie habló de embarazos.
Doña Letizia anunció su estado de nueva esperanza hace ya un mes, una noticia que se dio sin duda ante las molestias que está sufriendo la Princesa de Asturias en este primer trimestre. Poco después se supo del embarazo de Máxima de Holanda, que espera su tercer hijo para el mes de abril. Máxima y Guillermo de Holanda ya tienen dos niñas: Catarina Amalia, de casi cuatro años; y Alexia, de uno y medio. Sin duda esta será una primavera florida.
lunes, 23 de octubre de 2006
Letizia se gradúa entre cotilleos e intrigas palaciegas
El Confidencial
Hace tres años, Letizia Ortiz Rocasolano acudía a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias como una humilde periodista. Ahora preside la ceremonia como señora de Borbón y atiende con esmero sus deberes de esposa. Desde su primera intervención de "novia Real" -tildada de marimandona- hasta la sumisión actual como consorte, ha superado un master intensivo. Clases clandestinas de esquí en Xanadú, descensos en cuña por Courchevel, adiestramiento en protocolo y...otras artes. La sufrida Reina Sofía ha sido una de sus mentoras. El resultado es que al ser preguntada sobre cuando vendrá Leonor a Asturias, la abnegada Letizia responde: "Cuando su padre diga".
En la ceremonia de los Premios -a pesar de su delicado estado- permaneció serena y discreta, como un bello jarrón de Sèvres. El día anterior confesaba que sólo había vomitado una vez. Y es que los rumores sobre las molestias del embarazo agobian a la pareja. Si a ello se suma las tendencias republicanas de los premiados, las secuelas pueden ser duras para don Felipe. Así ocurrió la víspera del evento cuando Fernando Morán, ex ministro de Asuntos Exteriores, declaraba al recibir la medalla de Asturias: "Desde mi republicanismo irrenunciable, en este momento no hay razón para ser antimonárquico". A continuación, Pedro Almodóvar remataba la jugada: "Sólo soy monárquico durante los Premios, el resto del año… ejerzo de juancarlista". El Príncipe harto de esos comentarios impertinentes llamó a Zarzuela: "Leti, te necesito". Y al regresar al hotel, la obediente Princesa le esperaba luciendo la Cruz de la Victoria (no sabemos si algo más). La Real dama se registraba en recepción a las once de la noche; había adelantado su viaje para descansar junto a su esposo.
Al día siguiente, la pareja principesca brillaba con luz propia, radiante y consciente del prime time. Al mediodía, tuvo lugar una recepción oficial con almuerzo. El piscolabis consistió en un buffet con crema de castañas, fabada tradicional y con centollo, gambas, embutidos ibéricos, lubina, merluza rellena, salmón y roast beef. De postre, casadiellas, tocinillo de cielo y dulces de almendra. Durante veinte minutos se cerraron las puertas del comedor principal para que los Príncipes comieran con tranquilidad. El resto del programa departieron con las personalidades asistentes, algunos aprovecharon para saludar a los anfitriones en pleno almuerzo.
Se acercaba la hora cumbre, la Princesa sabía que iba a ser cotilleada pero en ningún momento perdió la compostura. Ella ha sobrevivido a intrigas palaciegas, celos, dimes y diretes. Incluso vive un embarazo rodeado de polémica constitucional. Y hasta el mismísimo Sabino Fernández Campo pidió calma sobre el asunto.
Por fin, suena el Himno nacional aunque sólo los más afortunados pudieron entrar al Campoamor. Entretanto, miles de persona se agrupaban por la calle: "Leti, Leti, Pau, Pau, Pe, Pe", en referencia a Pau Gasol y Penélope Cruz, príncipes por aclamación popular. Y entre la amplia lista de ilustres millonarios destacaron Alicia Koplowitz, Blas Herrero, Cosmen Adelaida, Fernando Masaveu o el presidente el Real Madrid, Ramón Calderón. Después de la ceremonia hubo un cóctel en El Reconquista. El Príncipe se mantuvo dicharachero hasta el último momento. La Reina y Letizia optaron por regresar a Madrid cuanto antes, sus labores las reclamaban.
Premiados al borde de un ataque de nervios
Los días previos al acontecimiento las calles de Oviedo sufrieron colapso de famosos. Almodóvar se quedó perplejo al ver el edificio histórico de la Universidad decorado con grandes carteleras de sus películas. Al llegar a la catedral saludó a la estatua de La Regenta y le susurró al oído que algún día la convertiría en chica Almodóvar. Paul Auster acudía a diversas charlas y en un momento socrático confesó: "Lo único que he aprendido como escritor es que soy estúpido". Su discurso sobre la inutilidad del arte fue brillante.
José Ignacio Cirac animaba a los jóvenes a dedicarse a la investigación. Mientras los fotógrafos de National Geographic contaban que un grupo de científicos viajará al Principado para recopilar muestras de ADN de un centenar de asturianos. Tras las investigaciones darán a conocer sus raíces genéticas en los últimos 60.000 años. Asimismo, los fotógrafos hicieron campaña para salvar el Planeta y regalaron el número de la revista de noviembre que incluye un DVD sobre el vientre materno embarazado. "This is an special present for Letizia", dijo uno de los protagonistas. Además, en la portada de la edición aparece una niña con cara de mona.
Mary Robinson hizo labor reivindicativa a favor de los derechos humanos de los inmigrantes. Por su parte, la presidenta de UNICEF, Ann Veneman, sedujo con su mensaje en pro de la infancia. Y convenció a la selección española de baloncesto para que donara los cincuenta mil euros del Premio a su causa. Sin duda, el gran ausente fue Bill Gates quien optó por enviar a sus padres, Mimi y William. Aunque prometió venir en noviembre a dar una conferencia y podría aprovechar la ocasión para anunciar una importante inversión de Microsoft en Asturias.
Mi reino por una entrada
El teatro Campoamor se quedó pequeño, sólo los medios disfrutaron de más de un millar de acreditaciones. Allí estaban: Carmen Caffarel, Fran Llorente, Luis del Olmo, Julia Otero, Olga Viza y Lorenzo Milá. El invitado más parlanchín fue Miguel Ángel Revilla, quien criticó a Aznar y aprovechó para protestar por los Presupuestos: "Asturias y Cantabria no podemos ser ordeñados por vascos y catalanes". Entre los políticos destacaban, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, el de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Además de ministras como Carmen Calvo y Mercedes Cabrera, la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, ex ministras como Carmen Alborch y Ana Pastor, junto al ex presidente Calvo Sotelo, la presidenta del Tribunal Constitucional Emilia Casas. Y entre el público, Letizia dedicó un saludo especial a su abuela, Menchu Álvarez del Valle, y a su madre, Paloma Rocasolano. Al acto también asistieron Fraga, Punset, Arancha Sánchez Vicario, Samaranch, Garrigues Walker, Elena Benarroch o la viuda de Claudio Boada, entre otros.
En definitiva, brilló el glamour y el talento por doquier. Y aunque parte de la jet criticó a la consorte, hasta los más republicanos le hicieron la reverencia. Así pues, Doña Letizia se gradúa con un Summa Cum Laude como Princesa de Asturias.
La princesa Kalina, hija menor de Simeón de Bulgaria, anuncia su embarazo
domingo, 22 de octubre de 2006
Agenda de la Princesa Letizia
Publicado en el suplemento de El Mundo el día 15 de octubre y que por su interés se reproduce ahora. OBJETIVO: QUE NO ECLIPSE AL PRINCIPE |
HA SIDO su primera semana de gloria: Doña Letizia se estrenó en solitario como Princesa. Se ha ampliado el personal para atender la avalancha de peticiones. Eso sí, se evitará que sea la «Lady Di» española |
CONSUELO FONT Este lunes pasado, a las 11,30 de la mañana, la princesa Letizia hacía entrada en el colegio público Príncipes de Asturias de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Iba acompañada de la plana mayor de la Secretaría del Príncipe, con Jaime Alfonsín, su responsable, a la cabeza. Además de dos jefes de prensa, personal de protocolo, ayudantes de campo y un nutrido grupo de escoltas que trataban de contener el gentío congregado a las puertas del centro. En el séquito se integraron también la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Tanta parafernalia no era para menos, ya que se trataba de un momento estelar para la Princesa, que había levantado una enorme expectación mediática: el estreno de su propia agenda de actividades oficiales, por separado del Príncipe. Con un campo de trabajo adaptado además a la medida de sus inquietudes: infancia y juventud. |
Su embarazo fue uno de los focos de atención de la visita. En charlas informales con el profesorado del centro, la Princesa reconoció con total naturalidad que se encontraba peor que en el embarazo anterior «me está tocando sufrir», dijo. Comentó también que esperaba que no le durara mucho tiempo el malestar «si estoy así los nueve meses, me muero», y que ya le había dicho al Príncipe que «eso de cuatro o cinco niños...» e hizo un significativo gesto con la mano de «nada de nada».
El otro gran foco de atracción, sobre todo para los críos, era la Infanta Leonor. Gracias a ellos se supo que está dando sus primeros pasos. «¿No has traído a Leonor porque tú has venido andando y ella no anda?», preguntó una niña a la Princesa. Ésta le respondió: «No creas, ya casi anda».
También se pudo comprobar la minuciosidad con que Letizia había preparado su estreno. En cada aula preguntaba a los niños sus nombres y se paraba a hablar con ellos. En una clase, le regalaron un dibujo firmado por los alumnos. Letizia lo observó y dijo dirigiéndose a uno de ellos: «Miguel, no veo tu firma». El niño, en efecto, contestó que la había tachado. Una capacidad de memorizar que impresionó a la concurrencia y, sin embargo, es una práctica habitual en los miembros de la Familia Real, que sorprenden a sus interlocutores llamándoles por su nombre. Lo cual es producto de un entrenamiento exhaustivo.
TODO PLANEADO
Y demuestra que este espaldarazo definitivo dentro de la familia real que supone dotar a la Princesa de agenda propia no ha sido algo improvisado. Tampoco una cortina de humo, como afirmó la rumorología, para paliar los efectos de un chiste no muy afortunado desvelado por Joaquín Sabina sobre ella y Estefanía de Mónaco. Ha sido, según indican a CRONICA fuentes de Zarzuela, algo minuciosamente calculado. «Ya se dijo, tras la boda, que a medio plazo Doña Letizia tendría su agenda propia de trabajo, por separado del Príncipe. Se decidió que fuera ya, porque desde distintos sectores de la sociedad se acumulaban muchas peticiones para la Princesa. Estaba todo programado. La prueba es que muchos se preguntan si el momento es oportuno, al coincidir con su segundo embarazo. Esto demuestra que, independientemente de las circunstancias, todo se desarrolla según un plan fijado de antemano».La Princesa se ha ausentado en múltiples actos desde que el 25 de septiembre se anunció su nuevo embarazo. Su última ausencia fue en la recepción que este jueves celebraron los Reyes con motivo de la Fiesta Nacional, aunque Letizia sí acudió a la parada militar previa. Estas inevitables ausencias motivaron que no se esperara a los tres meses protocolarios para dar el comunicado. «Ya criticaron a los Príncipes por no acudir a la final del mundial de baloncesto. También dijeron que Doña Letizia estaba enfadada con su familia porque no acudió a Asturias. Si empieza a fallar a actos serían capaces de inventar una enfermedad incurable o un divorcio», asegura un miembro del círculo de la Princesa.
Sin embargo, este estreno de agenda no le va a suponer de momento una sobrecarga de actividades. La previsión es que vaya con cuentagotas. «De momento serán actos puntuales. Tampoco se ha establecido periodicidad fija, se verá con el tiempo», aseguran en Zarzuela. Por este motivo, la Princesa no dispondrá de momento de equipo propio. Aunque sí se ha ampliado el número de miembros de la Secretaría del Príncipe. Una oficina que dirige el abogado del Estado Jaime Alfonsín, con dos segundos de a bordo: Manuel Pulido, quien lleva muchos años al servicio del Heredero, y Emilio Tomé de la Vega, el militar que fuera su primer ayudante de campo. Con ellos trabajaban cinco administrativos, que han aumentado a siete para cubrir las nuevas necesidades. Letizia contará también con el apoyo de todos los departamentos de Zarzuela, especialmente prensa, protocolo y seguridad. «Suponemos que a partir de ahora habrá una avalancha de peticiones para Doña Letizia, a las que se irán dando curso. Si se estima oportuno en un futuro, se planteará dotarle de equipo propio».
La causa de este lento goteo no responde sólo a las molestias de su embarazo. Tiene que ver sobre todo con el orden de prioridades que Zarzuela ha establecido de acuerdo con la Princesa. «Lo principal para ella ahora mismo es ocuparse de su familia. La Infanta Leonor es muy pequeña y su madre quiere ocuparse de ella personalmente. Además, viene otro hijo en camino. Su segunda gran prioridad es ejercer junto al Príncipe su papel consorte, acompañándole en sus actos y viajes oficiales. Y en último lugar, se sitúa su agenda de actividades propias».
En definitiva, que nadie piense que a partir de ahora la Princesa se va a convertir en una superestrella en solitario, acaparando un protagonismo similar a la maximanía que se produjo en Holanda con la princesa Máxima, en detrimento del Heredero, Guillermo Alejandro. Menos aún que vaya a gestarse otra Lady Di, cuyo gancho mediático eclipsó tanto a Carlos que éste llegó un día a disculparse por la decepción que produjo su presencia sin Diana: «Lamento no tener varias esposas para acudir a los actos» dijo. Con la Princesa Letizia toda nueva iniciativa, como la de dotarle de agenda propia, sigue estando prudentemente calculada. Sin riesgos.
Se oye la Marcha Real
POR MANUEL OLIVENCIA
sábado, 21 de octubre de 2006
Don Felipe, orgulloso «de pertenecer a esa estirpe desvalida y gloriosa que llamamos hombre»
ANTONIO ASTORGA. OVIEDO.
Los premios Príncipe de Asturias soñaban con su Princesa desde hace dos años y ayer la recuperaron. La ciudad que esculpiera Clarín regentaba así una desbordante alegría. Esta «hermosa aventura» de 25 años de galardones convocó la mirada cómplice de Don Felipe y Doña Letizia: «La Princesa y yo vivimos felices al pensar que transmitiremos a nuestros hijos todo ese inmenso caudal de emociones y enseñanzas, todo este emotivo patrimonio de imborrables recuerdos». Recordando al poeta asturiano Carlos Bousoño, el Príncipe se mostró orgulloso «hoy, más que nunca, de pertenecer a esa estirpe desvalida y gloriosa que llamamos hombre».
En el palco del honor, Doña Sofía recibía el cariño y el saludo de todos los premiados, como la reverencia del escritor norteamericano Paul Auster, que sentó cátedra literaria por su monumentalidad. Auster, que se reencontraba con su hija Sophie tres meses después, el buen amigo americano, situó la novela como el único territorio «donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad».
Los galardonados subían al estrado: la Nacional Geographic Society (premio de Comunicación y Humanidades), Juan Ignacio Cirac (Investigación Científica y Técnica), Pedro Almodóvar (Artes)... La imagen de los premios como la gran obra de los españoles unidos ante el mundo la escenificó a la perfección la selección española de baloncesto al recoger el premio de los Deportes. El seleccionador, Pepu Hernández, su gran cuerpo técnico -Joan Creus, Rafael Vecina, Jenaro Díaz- y sus «chicos de oro» -Marc Gasol, Álex Mumbrú, Rudy Fernández, Berni Rodríguez, Carlos Cabezas, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Pau Gasol y el capitán, Carlos Jiménez- ocuparon todo el escenario de este teatro de los sueños y buscaban miradas entre el público. De repente desplegaron las camisetas de sus tres compañeros que no han podido desplazarse a Oviedo por estar en pretemporada NBA: Marc Gasol sostenía la número 8 de José Manuel Calderón; Carlos Cabezas, la número 15 de Jorge Garbajosa y Rudy Fernández, la 11 de Sergio Rodríguez. Y tronó el Campoamor en un aplauso eterno, interminable, inolvidable.
La garantía de La Constitución
Estos han alentado la generosidad sobre el egoísmo, la concordia sobre la división, la convivencia sobre el fanatismo, el compromiso sobre la indiferencia, tarea que «pudo nacer y se ha desarrollado gracias al marco de libertad y estabilidad que garantiza nuestra Constitución», destacó Don Felipe.
Compromiso con la igualdad de la Fundación Bill y Melinda Gates, premio de Cooperación Internacional, que recogió William H. Gates, en nombre de su hijo Bill y de Melinda: «Todas las vidas tienen la misma importancia, no lo olviden». Convivencia como la que propone la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson (premio de Ciencias Sociales): «Reconocer nuestra humanidad común en los rostros de los inmigrantes -dijo en perfecto español- nos debe inspirar para reafirmar nuestra dignidad común y construir sociedades plurales, diversas y democráticas». Y generosidad como la que derrama a raudales Unicef (premio a la Concordia): «Aún queda mucho por hacer», dijo Ann M. Veneman, directora ejecutiva.
Don Felipe recordó el impulso que la Corona ha dado a la Fundación Príncipe de Asturias -«una labor concebida al servicio de España, de nuestro progreso y proyección exterior como gran nación»-, el respaldo de sus padres y el deseo de que en los corazones de sus hijos «crezcan la esperanza, el anhelo de un mundo más justo, la búsqueda incansable y comprometida de una humanidad de hombres y mujeres libres».
viernes, 20 de octubre de 2006
Palabras de Don Felipe en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias
Regresamos en esta ocasión cuando el brillo de nuestro XXV Aniversario se adentra ya en nuestra memoria y lo hacemos sintiendo la satisfacción de poder evocar el camino trazado y recorrido por la Fundación durante este primer cuarto de siglo de existencia. Un feliz caminar, lleno de afanes que en sus comienzos parecían irrealizables y que hoy son nuestros mejores cimientos para continuar tan apasionante tarea.
Reiteramos nuestra gratitud infinita a quienes crearon esta Fundación y la hacen posible día a día, a sus Directivos, Patronos y Protectores, a los miembros de los Jurados, y a cuantos se unen a nosotros con entusiasmo para compartir nuestros ideales, y hacer de este día una gran fiesta de la cultura.
Los logros de nuestra Fundación están siempre en deuda con esta hermosa y querida tierra de Asturias. En el Principado de Asturias encontramos una de las más profundas raíces de la cultura española que hoy también aporta a la España contemporánea espléndidos éxitos individuales y excelentes muestras de espíritu solidario. Todo ello, presidido por el esfuerzo y la voluntad de superación de los asturianos, que son y siempre serán, el más rico capital del Principado.
Los Premios y la Fundación tienen como común denominador una permanente defensa de los principios y virtudes que distinguen a la persona y que motivan la concesión de cada Premio.
El poeta asturiano Carlos Bousoño, al recibir el Premio de las Letras, ya señalaba que "hoy, más que nunca, debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a esa estirpe desvalida y gloriosa que llamamos "el hombre".
Es el hombre el que, en definitiva, se sitúa en el centro de nuestros quehaceres.
Por tanto, los Premios de este año en sus ocho categorías, han recaído en instituciones y personalidades que han hecho de su obra un testimonio vivo de preocupación por conocer mejor al ser humano y a su entorno; que han promovido valores, modelos de comportamiento solidario, que han logrado hallazgos notables al servicio del progreso de la ciencia, o que han buscado la sensibilidad expresiva y estética.
Por ello, les felicitamos muy cordialmente. Su presencia y participación en este acto constituyen un motivo de verdadera alegría y de sincera gratitud pues nos permiten acercar, realzar y proyectar el significado de sus valiosas trayectorias.
El matrimonio Gates, Bill y Melinda, junto con sus padres, William y Mimí Gates, que hoy nos acompañan, crearon con lucidez y con extraordinaria generosidad, la Fundación ejemplar que lleva su nombre, a la que se ha concedido el Premio de Cooperación Internacional.
Las estadísticas más seguras nos dicen que todos los años mueren en el mundo más de ocho millones de personas, una buena parte de ellas niños, víctimas del hambre y de enfermedades que son consecuencia de una vida en medio de la pobreza extrema. Una situación que conmueve nuestras conciencias y que obliga - a quienes tenemos el privilegio de vivir en los países más ricos - a atajar esta situación inhumana, más intolerable aún si pensamos que la mayor parte de esas víctimas inocentes lo son por enfermedades que se pueden prevenir o combatir con medicamentos hoy a nuestra disposición. Enfrentarnos a este estado de cosas es un deber y la garantía de un mundo mejor y más seguro para todos.
La Fundación Bill y Melinda Gates lidera hoy este esfuerzo en favor de seres humanos, especialmente niños, víctimas de la enfermedad, la guerra, la injusticia y la miseria, con dedicación prioritaria al Continente africano. En un gesto de filantropía sin precedentes, la familia Gates está destinando una parte muy importante de su patrimonio y de sus esfuerzos a esta gran empresa con apasionada entrega y dedicación. Así, están creando también las condiciones necesarias para que investigadores y científicos de todo el mundo - entre ellos, algunos españoles - trabajen unidos en la lucha contra la tuberculosis, la malaria o el sida, logrando así una mayor eficacia en sus programas.
La Fundación Bill y Melinda Gates trabaja con ideas avanzadas y nos da un gran ejemplo de desprendimiento mostrándonos también la verdadera índole de la pobreza extrema: su inutilidad, su irracionalidad, y la injusticia de su misma existencia. De la familia Gates se podrá algún día decir, como en el luminoso verso de Paul Verlaine, que su corazón no ha latido en vano.
La "National Geographic Society" galardonada con el Premio de Comunicación y Humanidades, es una prestigiosa institución creada en Washington, a finales del siglo XIX, con la que colaboran miles de profesionales del mundo entero. A lo largo de su historia ha desempeñado un papel esencial en la exploración e investigación de la Tierra, así como en la difusión a un público amplísimo de los avances científicos sobre la Naturaleza y el legado histórico, etnológico, geográfico y artístico de la Humanidad.
Publica, además, cinco revistas mensuales –una de ellas en treinta y una lenguas y con una tirada de más de ocho millones de ejemplares- que sitúan a esta Institución en la vanguardia de la comunicación sobre las maravillas de la naturaleza y la cultura en todo el mundo. Con una cuidada estética, a través de imágenes de enorme capacidad simbólica, cualquier tema relacionado con la aventura del ser humano sobre la Tierra y como parte del Universo, se realza con la labor de esta empresa editorial, televisiva y filmográfica.
Se trata además de una organización sin ánimo de lucro, que reinvierte sus beneficios en sus productos periodísticos y en sus actividades culturales y científicas. Gracias a los más de ocho mil proyectos de investigación y expediciones financiados hasta ahora y los más de quinientos que desarrolla en la actualidad, esta Sociedad contribuye notablemente a difundir con gran credibilidad la información necesaria para crear esa conciencia activa que debemos tener frente a las amenazas que se ciernen sobre la Naturaleza y para estimular la voluntad necesaria para vencerlas.
La National Geographic se convierte así en una luz que ilumina y ayuda a limpiar el hermoso mundo que se nos ha concedido. Su mirada y su palabra propaga esa armonía que tanto necesita nuestro tiempo. Es además una ventana abierta a un mundo que deseamos persevere en su maravillosa riqueza, complejidad y hermosura. En él los humanos seguimos explorando, pero ahora con la conciencia y el deber de protegerlo como algo trascendental para el futuro de la Humanidad y de la vida.
Se concede el Premio de las Artes al cineasta Pedro Almodóvar, que ha conseguido llevar su cine hasta las más altas cotas de resonancia y éxito internacionales. La originalidad y capacidad de creación de este director español han atravesado fronteras y cautivado a millones de espectadores de todo el mundo. Sus personajes sufren, ríen, experimentan amor, melancolía y ternura, en escenas salpicadas de sentido del humor, de ironía y también de crudeza, conformando así los trazos inseparables que marcan su inconfundible sello y estilo.
En el fondo de su filmografía conviven las realidades inmediatas, aprehendidas en su Mancha natal, con el mundo joven del Madrid de los años ochenta, que se integran en el caleidoscopio internacional de la cultura urbana de las siguientes décadas. Presenta, así, una síntesis estética nueva y de vanguardia, con raíces españolas que se reconocen en Mihura, Berlanga o Buñuel; Y en ella nos ofrece retratos valiosísimos de la condición humana tratados genuinamente por su personalidad creadora.
Su cine logra la atracción de los espectadores que en su obra perciben, no sólo algunas afirmaciones, dudas, contradicciones, miedos o esperanzas, sino también nuevas facetas de un mundo cultural en transformación permanente. En todo el mundo se siguen sus películas como parte importante de un universo intelectual y estético, haciendo de él un referente de la mejor creación cinematográfica en España.
Este galardón a Pedro Almodóvar expresa el alto reconocimiento a un gran director de cine ya consagrado, y sirve de aliento a los empeños y realizaciones de tantos jóvenes e ilusionados profesionales del Séptimo Arte en nuestro país.
Se ha concedido este año el Premio de Investigación Científica y Técnica al físico español Juan Ignacio Cirac Sasturain. Se reconoce de este modo la tarea extraordinaria de este joven y destacado Profesor, experto en computación cuántica, que en la actualidad dirige el Departamento de Óptica Cuántica del Instituto Max Planck, en la República Federal de Alemania.
Nos satisface especialmente saber que su candidatura ha sido apoyada, entre otros eminentes científicos, por cinco Premios Nobel de Física, que han destacado la admiración que sienten por su trabajo, el prestigio internacional conseguido con sus investigaciones de vanguardia y su liderazgo mundial en el revolucionario campo de la información cuántica, una nueva ciencia para el siglo XXI.
Sus trabajos sobre el procesador cuántico a gran escala en cualquier sistema físico han tenido un fuerte impacto y han impulsado a muchos laboratorios a iniciar experimentos en este innovador campo científico. Él mismo ha señalado que "el ordenador cuántico revolucionará el mundo de la información" al permitir una mayor eficacia y seguridad en la comunicación y en el tratamiento de datos. Cirac investiga asimismo sobre otros campos de vanguardia, que servirán para avanzar en la mejora de la calidad de vida de los seres humanos.
Su ejemplo enaltece y anima a todos los que aman la ciencia y supone un potente estímulo para los investigadores de nuestro país, a los que desde aquí alentamos a perseverar en su trabajo. Su destacada labor, su juventud y la dimensión de sus conocimientos, nos invitan a seguir consolidando un futuro mejor para la ciencias y la investigación en España, cada vez con mayor aprecio y apoyo en la sociedad como uno de los factores determinantes para nuestro progreso económico y social.
El Premio de las Letras de este año se ha concedido al novelista estadounidense Paul Auster cuya obra - que no ha rehuido el acercamiento a la poesía, la crónica o el cine - constituye un análisis agudo y penetrante de lo que el autor entiende como la incoherencia existencial y las limitaciones del hombre de hoy.
Paul Auster es un nombre clave en la renovación de la literatura de nuestro tiempo. Con una portentosa imaginación, ha construido con sus obras un universo único, en el que el azar, como elemento fundamental del misterio, lleva al lector hacia un mundo de sorpresas, de casualidades, de reacciones imprevistas y casi siempre extraordinarias, que, al mismo tiempo, humanizan a los personajes, transformándolos en seres sensibles y realistas.
La característica esencial de su obra es el tratamiento de temas eternos y universales, como la soledad, la contingencia del ser humano o la muerte, gracias a un discurso en absoluta libertad. Con sabia maestría y con inteligencia, Auster – para quién escribir es siempre una gran aventura- ha conseguido transmitir sus preocupaciones y sus deseos, contándonos historias cargadas de misterio e incluso de elementos inverosímiles.
Paul Auster sitúa sus narraciones con frecuencia en la ciudad de Nueva York, como metáfora universal de la vida de nuestro tiempo y escenario de vidas terriblemente frágiles. Una fragilidad que él considera moralmente obligatorio recordarnos sin cesar. Son vidas que despiertan la compasión del lector, quién se identifica con ellas y se ve irremisiblemente empujado hacia el placer de la lectura.
El Premio de Ciencias Sociales recompensa a una dama irlandesa, Mary Robinson, ex Presidenta de Irlanda, Profesora de Derecho, promotora del Tribunal Penal Internacional, ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y, en la actualidad, Presidenta del Proyecto "Iniciativa para una Globalización Ética".
Representa a una tierra antigua y hermosa, Irlanda, con la que España mantiene un hondo vínculo cultural y una estrecha amistad desde hace tantos siglos; desde muy remotos orígenes, si atendiéramos a una antigua leyenda.
Su labor se ha distinguido por un rasgo especialmente significativo: su compromiso permanente con los valores de la cultura y con el esfuerzo tenaz para extender los derechos humanos en el mundo. Su trabajo también recorre el eje de la justicia, de la fraternidad y de la generosidad como elementos clave del equilibrio en las relaciones internacionales.
Mary Robinson representa también a tantos hombres y mujeres que han sabido unir la modernidad a los valores depurados por los siglos, contribuyendo a hacer de nuestro mundo un espacio más abierto y humano.
Seguramente no son ajenos a su condición femenina, ni su gran sensibilidad social, ni su extraordinario sentido práctico. Una mujer de nuestro tiempo que se duele por el dolor de los demás, por tantas personas que sufren el horror de la violencia. Necesitamos personas que, como Mary Robinson, conjuguen un profundo conocimiento de la realidad contemporánea, con una indeclinable aspiración a la paz y una capacidad real para buscar soluciones a los problemas concretos en cada momento.
A lo largo de estos años, he recordado siempre el gran estímulo que para los jóvenes supone el deporte noblemente practicado y el gran ejemplo que representa para el conjunto de la sociedad. La fuerza de voluntad, el sacrificio personal, el juego limpio y la sana competitividad, forman parte inseparable de la trayectoria de los deportistas más destacados. Unas virtudes que se manifiestan, además, de manera especial cuando se practican en equipo. Por ello ha sido una gran alegría que este año el Premio de los Deportes se haya concedido a nuestra Selección Nacional de Baloncesto.
Este equipo ha sido capaz de aunar, durante largo tiempo, mucho tesón, una admirable unidad con su entrenador y una gran cohesión, fruto de la generosidad en el trabajo y del compañerismo, que sin duda son los pilares de su éxito.
Sus frecuentes triunfos, la forma en que han ido ascendiendo peldaño a peldaño hasta alcanzar la cima nos recuerdan la idea de Unamuno acerca de ese rasgo que hace aún más grandes a los que luchan por la victoria: ir hacia ella con brío y fe, encontrando consuelo en la derrota y moderación en el triunfo, pues es sabido que nada importante se alcanza en la vida sin calidad humana, sin fraternal compañerismo.
Por ello, el alto ejemplo que nos ha dado a todos la Selección Nacional de Baloncesto permanecerá imborrable en la historia del deporte y especialmente entre quienes lo amamos y practicamos. En palabras de su entrenador, Pepu Hernández, la Selección representa a un grupo de buena gente, que se reúne para hacer buenas cosas y cuyo objetivo es hacer feliz a todo un país. Hoy damos fe de ello y les animamos a continuar con tan buen propósito.
Por todas estas virtudes, hoy son premiados. Y, gracias también a ellas, ganaron de forma tan brillante y merecida, el Campeonato del Mundo del pasado mes de septiembre en Japón e hicieron vibrar al unísono a España entera.
Con la concesión este año del Premio de la Concordia a UNICEF, este galardón adquiere su dimensión más entrañable y más plena, pues ninguno de los problemas que padece la Humanidad nos conmueve tanto como aquellos que afectan a la infancia, a tantos niños y niñas que en el mundo entero requieren una atención especial y urgente a sus derechos, a sus necesidades o a sus sufrimientos.
UNICEF ha sido desde su fundación en 1946 una Organización pionera en atacar estos males que revuelven nuestras conciencias y provocan un clamor rotundo, porque sus víctimas son los seres humanos más indefensos y porque una infancia abandonada, amenazada o agredida no sólo es un mal perverso y dañino en sí mismo, sino la fuente de muchos males futuros.
El hecho de que ocho de cada diez niños del Planeta no disfruten de sus derechos más elementales, constituye una señal de alarma permanente, a la que UNICEF ha sabido responder con gran eficacia en casi doscientos países del mundo.
Reconocemos, pues, con este Premio el esfuerzo que UNICEF hace a diario para lograr una infancia mejor, para paliar la triste realidad de los niños enfermos, para erradicar la dolorosa situación que aún viven, en pleno siglo XXI, tantos niños maltratados, explotados y hambrientos.
Señoras y señores:
Dentro de pocas semanas clausuraremos los actos conmemorativos del vigésimo quinto aniversario de nuestros Premios, cuya intensa y hermosa historia evoca en mí innumerables vivencias y sentimientos entrañables, pues ha sido una hermosa aventura; una aventura que echó a andar, como Don Quijote, cuando salió a las tierras luminosas y austeras de La Mancha, para ir por todos los horizontes soñando, con enorme ilusión y menguado equipaje, en hacer posibles los más nobles ideales.
En este cuarto de siglo y en la personalidad de nuestros premiados, hemos tenido la oportunidad de admirar y subrayar la fuerza de la inteligencia, del sacrificio y de la excelencia. Además, la Fundación y nuestros Premios han alentado la generosidad sobre el egoísmo, la concordia sobre la división, la convivencia sobre el fanatismo, el compromiso sobre la indiferencia.
Un mensaje que queremos que llegue siempre transparente y lleno de vigor y de fuerza, sobre todo a los más jóvenes, para que se engrandezcan con esos valores, se alejen de toda posible desesperanza y se sumen con ilusión a la gran aventura de la vida en paz, plenitud y responsabilidad.
Esta tarea pudo nacer y se ha desarrollado gracias al marco de libertad y estabilidad que garantiza nuestra Constitución. Los Premios y la Fundación que los sustenta, aúnan en la historia de su éxito las mismas virtudes que han guiado la vida de los españoles durante los últimos años: determinación y prudencia, firmes convicciones, fe y confianza en nuestro proyecto común.
Cumplido este tiempo, lo que nos llena de mayor satisfacción es constatar el más valioso de cuantos apoyos podía recibir nuestra Fundación y nuestros premios: el de la inmensa mayoría de los españoles, que los consideran un gran patrimonio cultural y moral de España ante el mundo.
La Corona ha alentado la vida de la Fundación en su permanente impulso a la Cultura. Una labor concebida al servicio de España, de nuestro progreso y proyección exterior como gran nación. Esa fue la razón primordial que inspiró a S.M. el Rey en su activo respaldo al nacimiento de esta Fundación; un respaldo que, junto al de S.M. la Reina, nos ha brindado en todo momento.
Con nuestro inolvidable Julián Marías pienso ahora que lo fundamental es mirar hacia delante, hacia el futuro, y creer en lo que estamos haciendo. La Princesa y yo vivimos felices al pensar que transmitiremos a nuestros hijos todo ese inmenso caudal de emociones y enseñanzas, todo este emotivo patrimonio de imborrables recuerdos. Porque queremos que así crezcan en sus corazones la esperanza, el anhelo de un mundo más justo, la búsqueda incansable y comprometida de una humanidad de hombres y mujeres libres. Porque queremos, en fin, que ellos, como nosotros, crean también en la luz aun antes de que despunte el alba.
Muchas gracias.
Oviedo acoge la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias
Oviedo. Efe
El Teatro Campoamor de Oviedo ha acogido la vigésimo sexta entrega de los Premios Príncipes de Asturias, que ha estado presidida por su Majestad la Reina Doña Sofía y sus Altezas Reales Don Felipe y Doña Letizia.
Este mediodía Don Felipe y doña Letizia recibieron en audiencia a los galardonados este año con los Premios Príncipe de Asturias que en su vigésimo sexta edición ha concedido la Fundación que preside el Heredero de la Corona. Los Príncipes saludaron uno a uno a todos los premiados, con quienes posaron en una foto de familia después de que don Felipe les entregara la insignia de estos prestigiosos galardones.
Los primeros en saludar a los Príncipes fueron los representantes de National Geographic, Premio de Comunicación y Humanidades, seguidos por los jugadores de la Selección Española de Baloncesto, al frente de la cual ha viajado a Oviedo su entrenador, Pepu Hernández.
Después pasaron ante los Príncipes, el Premio de Investigación Científica y Técnica, Juan Ignacio Cirac; el de las Letras, el escritor neoyorquino Paul Auster, y el cineasta español Pedro Almodóvar, premio de las Artes, que acudió acompañado de su hermano y productor Agustín.
Los últimos en saludar a los Príncipes fueron el padre de Bill Gates, Willian Gates, que está en Oviedo para recibir el premio de Cooperación Internacional en representación de su hijo y de su nuera -únicos ausentes en la ceremonia de esta tarde-; la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson (Ciencias Sociales) y la directora de Unicef, Isabel Croqwley, (Concordia).
Todos ellos estarán a partir de las 18:30 horas en el Teatro Campoamor de Oviedo, donde los Príncipes de Asturias presidirán la solemne ceremonia de entrega de los galardones que, como todos los años, la Reina seguirá desde el palco de honor del teatro.
Finalmente, la incertidumbre de los últimos días se despejó anoche cuando la Princesa de Asturias llegaba al Hotel de la Reconquista de Oviedo para acompañar a su esposo en la presidencia de la ceremonia, a la que el año pasado no pudo asistir por encontrarse en los últimos días de su embarazo de la infanta Leonor, que nació a los pocos días, en la madrugada del 31 de octubre.
Doña Letizia comentó anoche al llegar a Oviedo que había hecho todo lo posible por estar esta tarde en el Teatro Campoamor, a pesar de las molestias que le provoca el embarazo de su segundo hijo, que nacerá en primavera. Antes del saludo a los premiados, los Príncipes de Asturias estrecharon la mano de los presidentes de los jurados que este año han fallado los galardones, representación que iba encabezada por el ex presidente de la Xunta de Galicia y hoy senador Manuel Fraga.
Los príncipes recibieron también a los patronos de la Fundación Príncipe de Asturias y a media mañana se reunieron con los miembros protectores de dicha institución y que colaboran económicamente con sus actividades desde su creación.
Este órgano está formado por personalidades de diferentes ámbitos sociales, que han prestado algún tipo de servicio o que aportan para el mantenimiento económico de la institución. Los Príncipes asistirán a un almuerzo de carácter informal con los premiados y con los invitados a la ceremonia del teatro Campoamor, a donde llegarán esta tarde a partir de las seis y media.
Don Felipe y doña Letizia reciben en Oviedo a los premiados con el Príncipe de Asturias
OVIEDO.- Los Príncipes de Asturias reciben en audiencia a los premiados con el galardón antes de presidir la ceremonia de entrega, que comenzará a las 18.30 horas en el Teatro Campoamor.
La recepción tiene lugar desde las 12.30 horas en el Hotel de la Reconquista de Oviedo con la asistencia, además de los galardonados, de los presidentes de los Jurados y los patronatos Príncipe y Fundación de los Premios, que cumplen 25 años.
La ceremonia de entrega de los Premios se celebrará en el Teatro Campoamor de la capital asturiana, y contará con la asistencia de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, y la de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera.
La Princesa llegó minutos antes de las 23:00 horas del jueves al Hotel de la Reconquista, lugar en el que habitualmente se alojan los Príncipes en sus visitas oficiales a la región.
Don Felipe llegó el miércoles a la capital asturiana y dedicó el jueves a recibir en audiencia a diversos colectivos sociales e inaugurar una exposición de fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado.
Doña Letizia, que se encuentra embarazada de su segundo hijo, que nacerá en primavera, no viajó el miércoles a Oviedo por las molestias que padece debido a su estado.
El año pasado doña Letizia no pudo acompañar al Príncipe en el Teatro Campoamor ya que los médicos desaconsejaron el viaje dada la proximidad del parto de su primogénita, la Infanta Leonor, que nació en la madrugada del 31 de octubre, una semana después de la ceremonia en el Campoamor.
Actividades de los premiados
Los galardonados de esta edición llevan ya varios días en Asturias, donde están participando en diversas actividades al tiempo que conocen el Principado.
El primero en llegar, el pasado día 16, fue John Fahey, presidente de la National Geographic Society, galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Desde el día 18 se encuentran en Oviedo Juan Ignacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, Pedro Almodóvar, Príncipe de Asturias de las Artes, y Paul Auster, Príncipe de Asturias de las Letras. El director de cine español y el escritor estadounidense ofrecieron el jueves por la noche en Gijón un coloquio en el que pusieron en común las raíces de su impulso creativo.
Pepu Hernández, Pau Gasol, y otros miembros de la selección española de baloncesto, galardonada con el Príncipe de Asturias de los Deportes, también se encuentran en Oviedo.
Mary Robinson, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, ha llegado al Principado el mismo viernes.
Además, la Fundación Príncipe de Asturias ha galardonado a Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con el Premio de la Concordia, a Juan Ignacio Cirac con el de Investigación Científica y Técnica y a la Fundación Bill y Melinda Gates con el de Cooperación Internacional.
Agradecimiento de Bill Gates
Bill Gates ha expresado su agradecimiento en un vídeo difundido por la Fundación Príncipe de Asturias y ha lamentado no poder asistir a la entrega de de premios. Melinda Gates, esposa del fundador y presidente de Microsoft, y el padre de éste, Bill Gates Senior, sí estarán presentes en la ceremonia.
"Mi padre es co-presidente de nuestra Fundación, y ha sido una gran inspiración para Melinda y para mí; personifica todo lo que representa nuestra Fundación", señala Gates en el vídeo, en el que asegura que es un "gran honor" recibir este premio.
miércoles, 18 de octubre de 2006
Don Felipe y Doña Letizia llegan hoy a Oviedo para asistir a los actos de los Premios Príncipe de Asturias
ABC
Esta es la segunda ocasión en la que la Princesa acompañará al Príncipe a los actos organizados con motivo de la entrega de los Premios. Doña Letizia suspendió el año pasado su viaje al Principado a última hora por encontrarse en la recta final de su primer embarazo. La Princesa tampoco pudo acompañar a su esposo en la última visita que hizo a Oviedo el 28 de septiembre como consecuencia de las molestias del embarazo de su segundo hijo.
Los Príncipes iniciarán el jueves una apretada agenda de actos oficiales. A la totalidad de los actos está prevista la asistencia de doña Letizia a excepción de las audiencias programadas para el jueves en las que sólo estará presente don Felipe. El primer acto oficial al que asistirán los Príncipes de Asturias será a la inauguración de la exposición fotográfica 'Génesis' de Sebastiao Salgado (Premio Príncipe de Las Artes) que podrá visitarse en el paseo de Los Alamos de Oviedo. Ambos asistirán además al concierto de clausura de la Semana de Música de Cajastur que se celebrará en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
La agenda de don Felipe prevista para el jueves se completará con las audiencias a los galardonados con la Medalla de Asturias 2006, a los Premios Fin de Carrera 2005 de la Universidad de Oviedo, al Instituto Jovellanos de Gijón, a representantes del Ente Público de Comunicación del Principado, a la Unión Sindical Obrera, a la Junta directiva del Club Asturiano de Calidad, a la junta de gobierno del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales del Principado y a la del Colegio Oficial de Agentes Comercial de Oviedo, a la Asociación Cultural Llacín, al Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro y al Consejo Rector de la Cooperativa Farmacéutica Asturiana.
ENTREGA y AUDIENCIA
La ceremonia de entrega de los galardones se celebrará a las 18, 30 horas en el teatro Campoamor. La estancia de los Príncipes en Asturias culminará el sábado con la visita a la comunidad vecinal de Sariego, para hacerle entrega del Premio al Pueblo Ejemplar.