Editorial El País
(...) El paso dado ahora para separar a la persona de la institución —alejando a don Juan Carlos de La Zarzuela— no ha sido fácil, por más que trasluzca un acuerdo entre padre e hijo con el objetivo común de salvaguardar a la Corona. Con 82 años, Juan Carlos I se marcha por la puerta de atrás del que ha sido su hogar durante casi 58 años. En cambio, Felipe VI no ha querido forzar la retirada del título honorífico de Rey a su padre y Juan Carlos I no ha querido renunciar a él voluntariamente.
En todo caso, el rey emérito mantiene intacta la presunción de inocencia, un derecho que le corresponde como a cualquier otro ciudadano. Ni el fiscal suizo ni el español que investigan los movimientos financieros de Corinna Larsen han presentado hasta ahora acusación alguna contra él. Si lo hacen, Juan Carlos I deberá defenderse y podrá ser juzgado, al menos por aquellos hechos posteriores a su abdicación en junio de 2014. (...)
En todo caso, el rey emérito mantiene intacta la presunción de inocencia, un derecho que le corresponde como a cualquier otro ciudadano. Ni el fiscal suizo ni el español que investigan los movimientos financieros de Corinna Larsen han presentado hasta ahora acusación alguna contra él. Si lo hacen, Juan Carlos I deberá defenderse y podrá ser juzgado, al menos por aquellos hechos posteriores a su abdicación en junio de 2014. (...)
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