Antonio Jiménez Barca
El País
Cuenta un amigo de Juan Carlos I que, en 2010, el por entonces Rey de España le confesó, con una preocupación casi obsesiva, que una de las cosas que más le atormentaban de abdicar era la de no tener suficiente dinero una vez dado el paso. El amigo le respondió con una pregunta que el Rey no contestó: "¿Pero, para qué quieres tú el dinero, si siempre tendrás un pase de Iberia para viajar donde quieras, si tus amigos saudíes siempre te prestarán sus apartamentos para que te alojes donde te dé la gana?". Dos años después, en abril de 2012, la figura de Juan Carlos I iniciaba el camino hacia el descrédito.
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