Juan Carlos Girauta
Sin luces y sombras no sale un retrato, y al de Juan Carlos I no le faltan las unas ni las otras. Lo luminoso es historia, no hay persona instruida en España que desconozca su protagonismo en la Transición. A los valientes virtuales que hoy quieren cargarse la Monarquía, con su tropa tuitera de cuesco y sofá, habría que haberlos visto entonces.
El desprecio de la Transición es ignorancia, estupidez y suicidio. Fueron años peligrosos, nada estaba escrito, y si salió lo mejor de nosotros es porque nos empeñamos en que así fuera. Lo contrario de ahora. La benéfica operación exigía convicción, sentido histórico, algo de temeridad y luces largas.
ABC
El desprecio de la Transición es ignorancia, estupidez y suicidio. Fueron años peligrosos, nada estaba escrito, y si salió lo mejor de nosotros es porque nos empeñamos en que así fuera. Lo contrario de ahora. La benéfica operación exigía convicción, sentido histórico, algo de temeridad y luces largas.
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