miércoles, 8 de mayo de 2013

Solemne apertura del Parlamento británico



RTVE

El tradicional discurso anual de la reina Isabel II ante la Cámara de los Lores ha estado cargado de novedades. Por primera vez se ha referido a dos de los asuntos más espinosos de la política exterior británico, el conflicto de las Islas Malvinas y el contencioso de Gibraltar, y, además, en un gesto insólito se ha hecho acompañar de su hijo, el príncipe Carlos, en un gesto que se puede interpretar como un traspaso paulatino de poderes.

Como cada año, la reina, de 87 años ha acudido al Parlamento en carroza, junto a su esposo el duque de Edimburgo, para leer ante lores y diputados el discurso que preparó el Ejecutivo de coalición entre conservadores y liberaldemócratas, que en esta ocasión contiene trece proyectos de ley y dos borradores. Este año, las prioridades se centran en la crisis económica y el control de la inmigración.

De blanco y con corona imperial, Isabel II ha cumplido con el protocolo al pedir a un emisario desde el trono de los Lores que llamara a los comunes -diputados- para que escucharan su discurso.

Tras recorrer el largo pasillo que separa las dos cámaras, el emisario llamó con tres golpes a la puerta de los Comunes para comunicar a los diputados el llamado de Isabel II.

Una vez todos en la cámara alta, la reina leyó en apenas siete minutos los principales objetivos del Gobierno, que incluyen impulsar el crecimiento económico y crear una "sociedad justa".

Asistencia inédita del príncipe Carlos

En un acto sin precedentes, el príncipe Carlos, heredero al trono británico, ha estado presente en el Parlamento con su mujer, la duquesa de Cornualles, en lo que ha sido la primera vez que asisten juntos a este importante evento institucional.

El protagonismo del príncipe Carlos está siendo creciente en la última época. Su gran paso como heredero será este año en la reunión de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth, donde por primera vez no estará la reina y será él quién asuma una función de Estado.

Cuando faltan dos años para las elecciones generales de 2015, el programa del Gobierno de David Cameron marcado por la ausencia de importantes proyectos de ley, pone énfasis en la inmigración, en un intento por contrarrestar el avance del antieuropeo y antinmigración Partido Independencia del Reino Unido (UKIP) en los recientes comicios locales en Inglaterra. El pasado año las prioridades se centraron en la reforma de los lores y de los bancos.

Entre la batería de medidas contenidas en este proyecto figura facilitar la deportación de delincuentes extranjeros y obligar a los caseros a verificar la situación de inmigración de sus inquilinos, mientras se reforzarán las multas a las empresas que contraten ilegales y se limitará el acceso de los extranjeros que vengan al Reino Unido para recibir asistencia de la sanidad pública. El proyecto incluye también impedir que los inmigrantes ilegales obtengan el permiso de conducir, utilizado como forma de identidad junto con el pasaporte en el Reino Unido, al no haber carné de identidad.

Otro pieza legislativa es la reforma de las pensiones, que permitirá a los jubilados cobrar una pensión única semanal de 144 libras (167 euros), en lugar de las actuales 107 libras (124 euros), que se redondea con otros pagos por diversos conceptos.

Las Malvinas y Gibraltar, en el programa del Gobierno

Entre otras, el Gobierno se ha comprometido a trabajar a favor de la permanencia de Escocia en el Reino Unido y a defender la voluntad de los territorios de ultramar a decidir su futuro, según el discurso, en el que se mencionó a las islas Malvinas y Gibraltar.

"Mi gobierno garantizará la seguridad, el buen gobierno y el desarrollo de los territorios de ultramar, incluyendo el derecho de los ciudadanos de las islas Malvinas y de Gibraltar a determinar su futuro político".

Esta referencia está vinculada al referéndum celebrado el pasado marzo en las Malvinas, en el que casi el 100% de la población votó a favor de conservar la soberanía británica, frente a las reclamaciones territoriales de Argentina.

El Gobierno británico también quiere combatir la evasión fiscal, apoyar a los países de Oriente Medio y norte de África y respaldar proyectos de infraestructura para crear empleo, como la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Birmingham y Leeds (centro y norte de Inglaterra).

A pesar del avance del UKIP, en las prioridades del Gobierno no hay ninguna referencia a la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), que Cameron planea para 2017, siempre que gane los comicios de 2015.

Tampoco se ha incluido el plan desvelado hace meses por el Gobierno para que la Policía pueda acceder a las listas de las direcciones de internet más visitadas por la gente, como medio de controlar las actividades terroristas.




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