MEDAN. Nadie sabe como Su Majestad la Reina compartir el dolor de quienes sufren y llevarles palabras de consuelo, y si Doña Sofía nunca ha dudado en acompañar a los españoles cuando ocurren grandes desgracias (Biescas, 11-M, Yakolev, agentes asesinados en Irak...), cómo no iba a estar ahora junto a los Príncipes de Asturias y su familia en unos momentos tan dolorosos como los que están viviendo. Por ello, nada más conocer el fallecimiento de la hermana menor de Doña Letizia, la Reina decidió interrumpir el viaje de cooperación que realizaba por Indonesia y Camboya y regresar inmediatamente a España con el fin de apoyar a Don Felipe y a Doña Letizia y al resto de la familia y compartir su dolor. Profundamente impresionada, la Reina dijo a los periodistas españoles que la acompañaban en el viaje que había hablado por teléfono con Don Felipe y Doña Letizia, así como con Paloma Rocasolano, y que la Princesa le pidió que continuara el programa previsto, pero ella consideró que no podía hacerlo «en estas circunstancias». Muy apenada por la noticia, Doña Sofía afirmó que en estos momentos tenía que estar al lado de la familia y destacó la inmensa tristeza que produce cualquier muerte, pero más aún cuando se trata de una persona en plena juventud. En términos muy íntimos, la Reina hizo unas reflexiones sobre la tragedia ocurrida y el dolor que supone esa ausencia. Doña Sofía recibió la noticia cuando regresó de la isla de Nías, donde vivió una jornada agotadora llevando la solidaridad de España a este territorio pobre y castigado por los terremotos. Los problemas de comunicación de la isla impidieron que la Reina fuera informada antes, ya que los teléfonos móviles se encontraban fuera de cobertura en Nías. Pasadas las seis de la tarde (las doce del mediodía en España), Doña Sofía regresó en helicóptero y se trasladó al hotel de la ciudad de Medan en el que se albergaba y, cuando subió a su habitación para cambiarse de ropa antes de bajar a cenar con la delegación que le acompañaba, fue cuando se enteró del trágico fallecimiento de Érika Ortiz. Lágrimas de Doña Sofía Con un gesto de profunda tristeza, la Reina bajó al vestíbulo del hotel, donde la esperaban los miembros de la delegación española, muy impresionados pues también acababan de conocer la noticia. Sin pronunciar una palabra, Doña Sofía se acercó al grupo, se llevó las manos a la cara y no pudo contener las lágrimas. Tras unos momentos cargados de dolor, la Reina se trasladó al restaurante del hotel, arropada por sus acompañantes, con el fin de planificar su regreso. Entre ellos, se encontraban el embajador de España en Indonesia, Dámaso de Lario; la secretaría de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y el jefe de la Secretaría de la Reina, José Cabrera. Con ese sentido de la responsabilidad institucional que la caracteriza, Doña Sofía procuró en todo momento que su imprevista vuelta a España afectara en la menor medida posible al viaje de Cooperación Española, que debía continuar hoy por Sumatra y Camboya para regresar en la noche de mañana, viernes, a Madrid. De esta forma, el avión de la Fuerza Aérea Española que partió esta madrugada (medianoche en España) desde la ciudad indonesia de Medan con la Reina a bordo, tenía previsto hacer una escala en la capital de Camboya, Phnom Penh, para que la secretaria de Estado de Cooperación Internacional y su equipo puedan continuar con el programa previsto. Si el avión no partió antes de Medan fue precisamente porque el aeropuerto de la capital camboyana se encontraba cerrado de noche y el avión no podía hacer dicha escala. Además, Doña Sofía llamó por teléfono personalmente al Rey de Camboya, Norodom Sihamoni, quien había organizado para esta noche una cena en su honor en el Palacio Real, para explicarle las dolorosas razones por las que había tenido que suspender el viaje. La Reina tenía previsto reunirse en Camboya con el obispo de Battambang, monseñor Kike Figaredo, para conocer su admirable labor de ayuda a los mutilados por las minas antipersona, y con Somaly Mam,para que le explicara su proyecto de ayuda a las niñas y jóvenes víctimas de la esclavitud sexual. Anoche, Leire Pajín tenía previsto comunicarse con ellos para explicarle los cambios, ya que será ella quien se entreviste con ambos. Nada tenía que ver el gesto de la Reina ayer con el de los días anteriores, en los que se la veía feliz llevando solidaridad y ayuda a los más necesitados. Pero ni siquiera en estos momentos de dolor y profunda tristeza Doña Sofía dejó de pensar en los demás y hasta se ocupó personalmente de resolver el regreso anticipado de los periodistas invitándolos a volver a España en su avión.
jueves, 8 de febrero de 2007
El triste regreso de la Reina
ABC
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario