F. XAVIER MONTESA - La Vanguardia
PRESIDENT DE LA SOCIETAT D´ESTUDIS PERE EL CERIMONIÓS | BARCELONA
El Congreso ha conmemorado el XXV aniversario del intento de golpe de Estado del 23-F falseando la verdad histórica, minimizando la actuación del rey Juan Carlos en aquella noche en la que la democracia pendía de un hilo, al equipararla a la del resto de las instituciones democráticas.
Fue el Rey quien evitó el vacío de poder originado por el secuestro del poder ejecutivo y legislativo en el Congreso, convocando a los secretarios y subsecretarios de Estado a fin de que ejercieran sus funciones como gobierno provisional. Tuvo la capacidad de ordenar, como jefe supremo de las fuerzas armadas, que el ejército respetara el ordenamiento constitucional. La obediencia de los mandos del ejército al Rey, más que a la Constitución, fue el detonante para que el golpe fracasara.
Sonroja el hecho de que los diputados de EA hayan sido de los más beligerantes en equiparar la actuación del Rey con la del resto de las instituciones. Debiéramos recordar que el actual líder de EA, Carlos Garaikoetxea, que en 1981 militaba en el PNV y era lehendakari, fue acusado por sus correligionarios de abandonar su puesto y encontrarse en paradero desconocido en aquellas gravísimas horas.
El miedo es humano, pero no es justo minimizar la actuación del Rey y de la familia real, quienes supieron, en todo momento, estar en su sitio. Si la clase política falsea la historia, que muchos conocemos por haberla vivido, qué no harán con la acaecida en siglos pretéritos. Por favor, dejemos la historia a los historiadores.
sábado, 4 de marzo de 2006
El Rey y el 23-F
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