martes, 28 de marzo de 2006

Buenas relaciones España-Francia

Chirac ofrece una cena de gala a los Reyes en su tercera visita de Estado a Francia

MARIÁNGEL ALCÁZAR - 28/03/2006
PARÍS. ENVIADA ESPECIAL

El primer viaje de los reyes de España a Francia fue en 1976, siendo Valéry Giscard d´Estaing presidente de la República. Como país vecino fue una visita obligada. Nueve años después, con François Mitterrand en el Elíseo y España en la Unión Europea, don Juan Carlos y doña Sofía volvíeron a París. Han tenido que pasar más de 20 años para la tercera visita de Estado, aunque los Reyes han realizado otras visitas a Francia. Chirac, que en 1985 recibió a don Juan Carlos y doña Sofía como alcalde de París, ayer lo hizo como presidente de la República. Los himnos de ambos países ya han sonado juntos en varias ocasiones y ayer La marsellesa y la Marcha real volvieron a oírse a la llegada de los Reyes a Orly. De allí volaron en helicóptero hasta la explanada de Los Inválidos, desde donde fueron escoltados por la Guardia Republicana hasta el palacio de Marigny, situado al otro lado del Sena y junto al palacio del Elíseo.

La residencia oficial del presidente de la República Francesa fue en el siglo XVIII el palacio de la marquesa de Pompadour y anoche, en su salón principal, el presidente Chirac recordó que a José Luis Rodríguez Zapatero le gusta hablar de "intimidad" entre los franceses y los españoles. El presidente francés, en pleno éxtasis, añadió en su discurso oficial que se trata de "una intimidad del alma, profunda, que es al mismo tiempo la intimidad del corazón y la memoria". Chirac aprovechó para hablar del papel de los republicanos españoles en la resistencia contra el nazismo y de cómo muchos de ellos, se habían quedado en Francia contribuyendo a su progreso. En la tercera visita de los Reyes se produjo por fin la declaración de amor de Francia hacia España y el reconocimiento hacia los méritos del vecinos del sur. "España -dijo Chirac- es ya una de las grandes potencias económicas del mundo". A la cena de gala, en la que estuvo el ex ministro y ex alcalde de Barcelona, Narcís Serra, asistió en lugar de honor el primer ministro francés, Dominique de Villepin, que hoy se enfrenta a una jornada de protestas contra la ley de empleo juvenil. Nadie hubiera dicho anoche que a Villepin, todo un seductor, le espera hoy un día tan negro como su smoking.

La República Francesa desplegó anoche su glamour y llenó los platos de foie y la copas de champán francés para brindar con sus invitados españoles. Cuando, al finalizar su discurso, el presidente Chirac dijo "Vive l´Espagne, Vive la France", nadie hubiera dicho que hubo un tiempo en el que franceses y españoles no se trataron como iguales.

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