Los Reyes regresaron anoche a Madrid tras finalizar en Toulouse su tercera visita de Estado a Francia. En la capital de la región Midi-Pirineos, don Juan Carlos mantuvo un encuentro con españoles y visitó la sede de Airbus.
MARIÁNGEL ALCÁZAR - 30/03/2006
Enviada especial TOULOUSE
Enviada especial TOULOUSE
La Vanguardia
"Qué suerte ha tenido España con esta monarquía". La frase fue pronunciada ayer por Francisco Folch, presidente de la Asociación de Excombatientes y Veteranos de Guerra de la República Española, con quien el Rey se abrazó ayer durante la recepción que ofreció en Toulouse a un numeroso grupo de expañoles, integrado por algunos de los supervivientes del exilio republicano y por emigrantes llegados a Francia en los años sesenta.
No era la primera vez que don Juan Carlos era saludado con cariño y respeto por republicanos confesos, pero sí una ocasión especialmente simbólica cuando ya quedan pocos de los muchos que llegaron a Francia al término de la Guerra Civil. Don Juan Carlos dirigió su afecto "a los supervivientes del largo y doloroso exilio" y tuvo también un recuerdo para "quienes ya no pueden estar con nosotros". Hace diez años, cuando el príncipe Felipe visitó Toulouse, algunos de los representantes del exilio español le dijeron con lágrimas en los ojos que ya podían morir tranquilos por haber podido conocer una España en libertad.
Ayer, los que aún viven, como Rafael Gandía, que además de ejercer de anfitrión de don Felipe en aquella visita le instruyó en las claves del exilio republicano, recordaron ante don Juan Carlos que su lucha por la República fue una lucha por la libertad y la legalidad y que ahora es la monarquía constitucional la que encarna esos valores.
Los Reyes fueron recibidos en Toulouse por el alcalde, Jean-Luc Moudenc, quien les ofreció una comida en el Ayuntamiento y que también destacó que la ciudad fue la capital del exilio republicano y como esos españoles ejercieron con dignidad la condición de ciudadanos en el país de acogida. El alcalde concluyó señalando que había sido don Juan Carlos quien, cuarenta años después, había realizado "el ideal de libertad que era el primer objetivo de los republicanos españoles, nuestros hermanos".
Pero Toulouse también es la capital de Airbus, en cuyo consorcio participa España. Antes de regresar a Madrid, don Juan Carlos y doña Sofía visitaron las instalaciones aeronáuticas en las que trrabajan 150 españoles, la mayoría de ellos ingenieros.
El Rey subió a uno de los nuevos Airbus 380, el avión con mayor capacidad de pasaje que ya hizo su primer vuelo de prueba y que está a punto de comercializarse por varias compañías aéreas. Además, don Juan Carlos pilotó ese avión ciudad en un simulador de vuelo junto al español Fernando Alonso, homónimo del campeón de F-1, y que fue uno de los pilotos que llevaron el Airbus 380 en su hasta ahora único vuelo de prueba. Tras su visita al consorcio Airbus, los Reyes volaron hacía Madrid.
"Qué suerte ha tenido España con esta monarquía". La frase fue pronunciada ayer por Francisco Folch, presidente de la Asociación de Excombatientes y Veteranos de Guerra de la República Española, con quien el Rey se abrazó ayer durante la recepción que ofreció en Toulouse a un numeroso grupo de expañoles, integrado por algunos de los supervivientes del exilio republicano y por emigrantes llegados a Francia en los años sesenta.
No era la primera vez que don Juan Carlos era saludado con cariño y respeto por republicanos confesos, pero sí una ocasión especialmente simbólica cuando ya quedan pocos de los muchos que llegaron a Francia al término de la Guerra Civil. Don Juan Carlos dirigió su afecto "a los supervivientes del largo y doloroso exilio" y tuvo también un recuerdo para "quienes ya no pueden estar con nosotros". Hace diez años, cuando el príncipe Felipe visitó Toulouse, algunos de los representantes del exilio español le dijeron con lágrimas en los ojos que ya podían morir tranquilos por haber podido conocer una España en libertad.
Ayer, los que aún viven, como Rafael Gandía, que además de ejercer de anfitrión de don Felipe en aquella visita le instruyó en las claves del exilio republicano, recordaron ante don Juan Carlos que su lucha por la República fue una lucha por la libertad y la legalidad y que ahora es la monarquía constitucional la que encarna esos valores.
Los Reyes fueron recibidos en Toulouse por el alcalde, Jean-Luc Moudenc, quien les ofreció una comida en el Ayuntamiento y que también destacó que la ciudad fue la capital del exilio republicano y como esos españoles ejercieron con dignidad la condición de ciudadanos en el país de acogida. El alcalde concluyó señalando que había sido don Juan Carlos quien, cuarenta años después, había realizado "el ideal de libertad que era el primer objetivo de los republicanos españoles, nuestros hermanos".
Pero Toulouse también es la capital de Airbus, en cuyo consorcio participa España. Antes de regresar a Madrid, don Juan Carlos y doña Sofía visitaron las instalaciones aeronáuticas en las que trrabajan 150 españoles, la mayoría de ellos ingenieros.
El Rey subió a uno de los nuevos Airbus 380, el avión con mayor capacidad de pasaje que ya hizo su primer vuelo de prueba y que está a punto de comercializarse por varias compañías aéreas. Además, don Juan Carlos pilotó ese avión ciudad en un simulador de vuelo junto al español Fernando Alonso, homónimo del campeón de F-1, y que fue uno de los pilotos que llevaron el Airbus 380 en su hasta ahora único vuelo de prueba. Tras su visita al consorcio Airbus, los Reyes volaron hacía Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario