jueves, 14 de julio de 2005

El Rey recibe al lehendakari en audiencia

Ibarretxe traslada al Rey su voluntad de conseguir la paz en el País Vasco

El Rey ha recibido hoy en el Palacio de la Zarzuela al lehendakari, Juan José Ibarretxe, pocos días después de que jurase su cargo tras ser reelegido por tercera vez como jefe del Ejecutivo vasco. Ibarretxe ha transmitido a don Juan Carlos su compromiso y el de su Gobierno de "abrir un nuevo escenario político que haga posible el diálogo y el encuentro entre todos para buscar un camino de solución en el que el conjunto de la sociedad se sienta partícipe y comprometida", han informado a Europa Press fuentes del Ejecutivo de Vitoria.

Ibarretxe llegó a La Zarzuela minutos antes de las 12.30 horas en un coche oficial con la ikurriña en la parte delantera. A las 12.30 en punto entró en el Salón de Audiencias acompañado por el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aja, y posó, sonriente y aún en solitario, para los fotógrafos y cámaras de televisión. Instantes después, don Juan Carlos entró en el Salón, estrechó su mano y le saludó con un "¿qué tal, lehendakari?". Ibarretxe respondió que "encantado", mientras ambos posaban para los medios de comunicación.

Después, ambos intercambiaron comentarios sobre el bautizo de la última nieta de los Reyes, Irene, y sobre las altas temperaturas en Madrid y Vitoria. A continuación pasaron al despacho del Rey, junto a la Sala de Audiencias, donde se celebró el encuentro privado entre ambos.

La reunión se prolongó por espacio de 45 minutos, enmarcada dentro de la normalidad de las relaciones institucionales y de la costumbre de la Casa del Rey de recibir a los presidentes de las Comunidades Autónomas tras su toma de posesión. Durante el encuentro, el presidente del Ejecutivo vasco expresó al Rey la voluntad y el deseo de la sociedad vasca de alcanzar la paz y la normalización política, según las citadas fuentes.

Además, ambos respetaron el minuto de silencio convocado por la Unión Europea a las 13.00 horas en memoria de las víctimas del atentado de la semana pasada en Londres.

Fuente: El País

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