jueves, 6 de diciembre de 2018

El Rey reivindica la Constitución como el "gran pacto nacional de convivencia por la concordia, la reconciliación, la democracia y la libertad"

El Mundo


La Constitución cumple 40 años. Y este día histórico quedará también como el primero en el que la Familia Real al completo estuvo presente en el Congreso: los Reyes, sus dos hijas y Don Juan Carlos y Doña Sofía. En un momento político complejo, con el desafío independentista, el perenne debate sobre la reforma de la Carta Magna y con un importante sector del arco parlamentario cuestionando la MonarquíaFelipe VI ha reivindicado el papel de la Constitución para una España "en democracia y libertad". La ha definido como "el gran pacto nacional de convivencia entre los españoles por la concordia y la reconciliación, por la democracia y por la libertad". 
Pero el Monarca también ha querido mirar hacia el futuro, en unas palabras que muchos han interpretado como un nuevo guiño a modificaciones en la Carta Magna: "Tenemos el deber de pensar en el futuro; de seguir construyendo, desde nuestras respectivas responsabilidades, una España en vanguardia, moderna y renovada; una España abierta a los cambios que nuestra sociedad". De hecho, Felipe VI ha definido la Constitución como "el alma viva de nuestra democracia". "Una democracia que no tiene vuelta atrás", ha reafirmado. 
Las apelaciones al consenso, la concordia, la democracia, la libertad y la reconciliación han sido constantes en el discurso del Rey. Son los conceptos que más ha repetido, que han servido de río para construir el relato, señalándolos como valores inherentes a la Constitución. "La Constitución es un mandato permanente de concordia entre los españoles; la voluntad de entendimiento, a través de la palabra, la razón y el derecho; la vocación de integración, respetando nuestras diferencias y nuestra diversidad".
Felipe VI ha realizado una detallada fotografía del legado y los valores que la Constitución alumbró para una España que abrazaba la democracia. La semilla sobre la que ha crecido el país en los últimos 40 años: "Transcurridos ahora ya 40 años podemos decir que, en efecto, bajo la vigencia de nuestra Constitución, España ha vivido, sin duda, el cambio político, territorial, internacional, económico y social más profundo y más radical de su historia".
En su discurso también ha habido menciones veladas para la tensión que hoy vive el país ante el desafío lanzado por los independentistas catalanes, que han erigido a Felipe VI como el foco principal de su ataque y acoso al Estado. El Rey ha hecho hincapié en la necesidad de "resolver los desencuentros mediante el diálogo, respetar las leyes y los derechos de los demás, ejercer esos derechos y acudir a los tribunales para defenderlos y cumplir sus decisiones", toda vez que "son principios definitivamente arraigados en los comportamientos de los ciudadanos". 
Asimismo, el jefe del Estado ha apelado a la "profunda transformación vivida en nuestra estructura territorial. Nunca antes en nuestra historia se había diseñado y construido una arquitectura territorial con tan profunda descentralización del poder político, y el reconocimiento y protección de nuestras lenguas, tradiciones, culturas e instituciones".
El conflicto catalán es posiblemente el mayor desafío que afronta hoy el Estado de Derecho. Pero Felipe VI ha querido recordar que no es el primero ni será el último desafío que afronte España, y que siempre ha prevalecido la Constitución. "El camino recorrido por nuestra Constitución ha sido un gran éxito colectivo pero no ha sido fácil. Muchos españoles han perdido su vida, o la de algún familiar, víctimas del fanatismo y la sinrazón terrorista; ellos estarán siempre, con la mayor dignidad, en nuestra memoria. España ha tenido que hacer frente a lo largo de estos últimos 40 años a hechos muy graves, y muy serios, que han afectado a nuestra libertad y también a nuestra convivencia. Y sin embargo, pese a todo ello, la Constitución y nuestro Estado Social y Democrático de Derecho han prevalecido".
Frente a Felipe VI, sentado en el espacio que habitualmente ocupan las taquígrafas del Congreso, se encontraba su padre, Don Juan Carlos, junto a su madre, Doña Sofía. Tras semanas de incertidumbre y polémica, la Casa del Rey decidió rehabilitar para este acto solemne a quien fuera uno de los protagonistas de la aprobación y promulgación de la Carta Magna. Se ha creado un nuevo protocolo y se ha vivido el hecho inédito, hasta ahora, de que toda la Familia Real estuviera presente en el hemiciclo -Don Juan Carlos no acudió ni a la proclamación de Felipe VI ni a los 40 años de las primeras elecciones democráticas-.
Consciente de toda las polémica que ha envuelto a su padre en las últimas fechas -audios de Corinna y el ex comisario Villarejo o la foto con el príncipe saudí Bin Salman-, Felipe VI ha querido rendir tributo a su padre en cuanto a la definición del modelo de Estado: "Una Monarquía Parlamentaria, en el seno de una democracia, que impulsó mi padre el Rey Juan Carlos I, de forma tan decisiva y determinante, durante aquel periodo trascendental de nuestra historia; y siempre junto a él, el apoyo permanente y comprometido de mi madre la Reina Sofía. 

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