El Mundo
Antes de que el modisto Norman Hartnell (1901-1979) abriera su primera 'boutique' en barrio de Mayfair en 1923, Londres era una advenediza en el mundo de la alta costura. Pero los primeros vestidos de Hartnell inspirados en la moda francesa, empezaron a ser muy apreciados en los protocolos de palacio. Algunas estrellas de cine (como Gladys Cooper, Gertrude Lawrence, Jessie Matthews o Alice Delysia), popularizaron luego sus diseños en las presentaciones en sociedad. Hartnell pronto se convertiría en el favorito de la reina madre Isabel, y fue el encargado de vestirla en su boda en 1947 y el de coronación de 1953.
Con un estilo más ecléctico y polifacético, Hardy Amies asumió este testigo como sastre real décadas más tarde, convirtiéndose en el modisto de la reina Isabel II. Una de sus creaciones más conocidas es el vestido que diseñó para el retrato de la reina en el Jubileo de 1977, cuando se celebraron sus 25 años en el trono. También trabajó con Stanley Kubrik diseñando los trajes de '2001: Odisea en el Espacio' y vistió a la selección inglesa en el Mundial de Inglaterra de 1966.
Una exposición en el museo de moda y textil de Londres, reúne 50 conjuntos de ambos modistos, con trajes de noche, vestidos de cóctel y diseños prêt-à-porter usados por la alta sociedad británica, desde el periodo de entreguerras hasta la influencia de sus diseños en la actualidad.
La exhibición empieza con los vestidos de 1920 y 1930, cuando se acostumbraba a cambiar de ropa entre dos y cuatro veces, y las casas de costura remodelaban modelos existentes. El punto de referencia es la casa de arte moderno de 1935, pasando por el cambio radical en la moda durante la Segunda Guerra Mundial y las regulaciones a la industria textil en 1941.
Un traje de noche con lentejuelas doradas que la esposa de Jorge VI lució en 1935 recuerda la relación que la reina madre tuvo Hartnell, y el papel tan importante que jugó la casa real para la internacionalización de la moda británica.
Tras dejar atrás los años de austeridad, los modelos de Hardy Amies ganan notoriedad con atrevidos conceptos para la época, como la minifalda en los 60, y algunos vestidos de novia y trajes para puestas de largo. La historia de este diseñador se remonta a una pequeña tienda Savile Row, conocida como la calle de los sastres, durante las estrecheces de la posguerra. Sus revolucionarios estilos deslumbraron en los 50 y 60, cuando diseñó faldas con vuelo largo y estrechas de cintura.
Amies se convirtió en el segundo modisto más relevante de la casa real a partir de 1970, aunque empezó a confeccionando algunos trajes de protocolo para la entonces princesa Isabel en la década de los 50. Entre los modelos más modernos, destaca una réplica del recordado traje azul añil que Diana Spencer llevaba el día en que se comprometió con el príncipe de Gales, en 1981.
'De Hartnell a Amies', como se llama la muestra, también incluye algunos conjuntos del diseñador de origen australiano Frederick Fox, y explora la importancia de los sombreros en la moda británica. De la treintena de diseños, destaca una réplica del que realizó para la Reina en 1977. La exposición termina con una discusión sobre la influencia de estos modistos en la industria actual, y el resurgimiento de algunas marcas tradicionales británicas de sastrería y confección.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Sastres reales para la moda británica
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