ABC. MADRID
«Desmiento completamente cualquier rumor de falta de entendimiento, divorcio o repudio. ¡Todo va bien!». Con estas palabras, Rania de Jordania acaba con los persistentes rumores de su divorcio del Rey Abdalá, con quien contrajo matrimonio en 1993. En una entrevista concedida a la revista «Elle», la Reina hachemí termina con las especulaciones que desde el año pasado apuntaban a que su relación con su esposo atravesaba por una profunda crisis, que les había llevado a no dirigirse la palabra y a dormir en habitaciones separadas. En la capital jordana se llegó a decir que Abdalá II pensaba separarse, llevándose consigo a los cuatro hijos del matrimonio.
«Como cualquier pareja, en la cena él me cuenta lo que ha hecho durante el día y yo le enseño las maquetas de los proyectos que comienzo. Cada uno es el mayor admirador del otro, pero también su crítico más severo», revela la Soberana en la entrevista.
Palestina licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Americana de El Cairo, Rania es un icono de modernidad y está considerada una de las mujeres más elegantes y bellas del mundo. Pero también es respetada por sus ideas y por haber expuesto en foros internacionales cuestiones tabú en su país, como la situación de la mujer o la explotación infantil.
Así, en la entrevista desarma algunos mitos del mundo islámico: «Muchas señoras con velo son abiertas de espíritu, cultas, temibles mujeres de negocios, y otras, que no lo llevan, son más conservadoras» o «ser feminista y musulmana no es incompatible», sentencia.
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