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La Reina de Inglaterra aterrizaba el pasado martes a las afueras de Dublín con un looken verde, el color de San Patricio (patrón de Irlanda), en un viaje lleno de simbolismo que empezaba por su propio vestuario. Llevaba un abrigo aguamarina, sombrero en el mismo tono, vestido con estampado de flores azules y verdes, collar de perlas y complementos en negro. En su último viaje oficial ha lucido seis estilismos en tres días.
Y es que Su Majestad cuida al máximo los detalles de su vestuario. Siempre perfecta en cuestiones de protocolo, ha encontrado un estilo en el que se siente cómoda. Suele llevar vestidos o faldas por debajo de la rodilla, que acompaña con abrigo si hace frío, y siempre apuesta por los complementos: sombrero, guantes, bolso de mano y zapatos de tacón bajo.
De los pies a la cabeza
Pero sin duda el rasgo más definitorio en el armario de la Reina de Inglaterra es el lookmonocolor. Isabel II ha pasado revista a todo el pantone y cuando elige un tono, apuesta por él de los pies a la cabeza. Algunos criticaron su elección amarillo mimosa en la boda de su nieto, el Príncipe Guillermo, con Catalina Middleton, un color que en España se suele asociar a la mala suerte, pero que no tiene esta connotación entre los británicos. Apostó una vez más por su modista de confianza de los últimos catorce años, Angela Kelly, y escogió uno de sus muchos bolsos de su firma de cabecera, Launer London. En tono crudo, y con el tradicional logo de la marca, el bolso es el nuevo objeto de deseo de las británicas: sus ventas aumentaron en un 60 por 100 tras el enlace.
Y es que a pesar de su imagen regia y clásica, Isabel II es mucho más fashionde lo que se puede pensar. Al ver la imagen de la Reina con una chaqueta de inspiración militar en su visita oficial a Oman, en noviembre de 2010, los expertos en moda fantaseaban con la influencia de Balmain sobre la Reina. Más aún: en 2007, la revista «Vogue», considerada la «biblia» de la moda, incluyó a Su Majestad en la lista de las 50 mujeres mejor vestidas del mundo, junto a nombres como Kate Moss, asegurando que el glamour «tiene que ver con la manera de vestir, no con lo que se lleva puesto».
El éxito sartorial de la Reina se debe a una mujer: Angela Kelly, amiga íntima y responsable del guardarropa de Su Majestad durante los últimos 14 años. Kelly, de 55 años, ostenta el cargo de Asistente Personal, Asesora y Estilista de la Reina en Joyería, Insignias y Guardarropa, vive en una casa en Windsor y la acompaña en todos sus viajes. Dirige un equipo de cuatro personas que confeccionan el vestidor real y, como la propia Isabel II dijo en una ocasión, «somos como hermanas. Tú y yo trabajamos bien juntas. Creo que formamos un buen equipo».
sábado, 21 de mayo de 2011
Isabel II, de musa a icono de moda
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