lunes, 30 de mayo de 2011

El Rey será operado de su rodilla derecha en junio por 'antiguas lesiones'

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El Mundo

La Casa del Rey Juan Carlos ha anunciado en un comunicado colgado en su página web que Don Juan Carlos será sometido a una operación de su rodilla derecha en la primera quicena de junio.

La operación consistirá en una artroplastia con la que se tratará de corregir "los dolores articulares" que sufre Don Juan Carlos en esa zona "como consecuencia de antiguas lesiones producidas en prácticas deportivas". Estos dolores, dice la Casa del Rey, "dificultan su actividad física habitual".

Hasta el momento de dicha intervención, que aún no se ha fijado, "el Rey mantiene todos los actos previstos en su agenda", concluye el comunicado.

Nódulo pulmonar

Será la segunda vez, en poco más de un año, en que Don Juan Carlos se ve obligado a pasar por el quirófano. El 8 de mayo de 2010, el Rey fue intervenido para extirparle un nódulo pulmonar en el Hospital Clínico de Barcelona.

El estudio practicado al nódulo concluyó que no tenía células malignas. El Monarca se recuperó satisfactoriamente y, poco a poco, fue retomando su actividad pública.

Revisión satisfactoria

El pasado mes de febrero, el Monarca fue sometido durante los días 17 y 18 a reconocimiento médico anual en la Clínica Planas y en el Centro de Radiología Creu Blanca, de Barcelona.

El citado reconocimiento consistió en la realización de pruebas y exploraciones por diferentes especialistas, como en años anteriores. Concluido el estudio, según informó Casa Real, los resultados de dichas pruebas y exploraciones se consideran "plenamente satisfactorios, no encontrándose ninguna alteración".

La salud del jefe de Estado

Del historial clínico de Don Juan Carlos poco trasciende. Es más, la salud del monarca se mantiene como un gran secreto y no hay legislación alguna que obligue a informar de la salud del Jefe de Estado. Sólo se hacen comunicados, como ha ocurrido ahora, en caso de que los problemas físicos provoquen cambios en la agenda o se trate de una enfermedad grave.

Aparte del nódulo pulmonar, el Rey ha sufrido diversos problemas traumatológicos debido a diversos percances durante la práctica de sus deportes favoritos, como el esquí, el tenis, la caza o la vela.

En 1981, después de haber jugado un partido de squash con Manolo Santana, un golpe contra una puerta de cristal provocó a don Juan Carlos heridas en el tórax, muslo, antebrazo izquierdo, ambas manos y nariz. Estuvo un mes con el brazo escayolado.

Fractura en la pelvis

Además, en 1983 sufrió un accidente en la pelvis mientras practicaba en Suiza uno de sus deportes favoritos, el esquí, que primero le tuvo un mes en la cama y después le llevó a pasar por el quirófano en diversas ocasiones. Esta fractura le conllevó al monarca una serie de molestias en el sistema urogenital, que fueron atajadas mediante una operación en 1985.

También entre los accidentes sufridos mientras esquiaba, sufrió uno en diciembre de 1991, provocado por un choque con otro esquiador en Baqueira Beret, que le llevó al quirófano y a tener que utilizar muletas hasta abril.

Cuatro años después, en 1995, una caída en la nieve en Candanchú hizo que tuvieran que escayolarle el brazo derecho. Ese mismo año tuvo ciertas dificultades en el oído izquierdo, de modo que le practicaron pruebas de audimetría. El Rey utiliza audífonos en ambos oídos.

Rumores siempre desmentidos

Han sido muchas las especulaciones sobre el estado de salud de Don Juan Carlos tras la extirpación del nódulo pulmular. Sus ojeras, e incluso su barba, han sido escrutados al milímetro.

La Casa del Rey siempre ha negado los rumores respecto a la mala salud del monarca y recuerdan que una buena prueba de que no se encuentra mal es que no ha suspendido su agenda.

Imágenes cojeando

Hoy mismo, Don Juan Carlos ha presidido en el Palacio de la Zarzuela la reunión del Consejo Nacional de Defensa, en donde se ha avalado la Estrategia Española de Seguridad propuesta por Javier Solana en un documento que identifica el terrorismo como objetivo prioritario contra el que luchar.

En las imágenes previas a la reunión, se ha podido ver al Rey cojeando cuando se dirigía a saludar a los miembros del Gobierno con los que se ha reunido.

jueves, 26 de mayo de 2011

La metedura de pata de Obama en la cena de la Reina de Inglaterra



ABC

El presidente Obama pasó un rato de apuro durante la cena de estado con la que ha sido homenajeado por la Reina de Inglaterra con motivo de la visita que el presidente estadounidense está realizando a Londres. Así se aprecia en un vídeo que The Telegraph ha colgado en su canal en Youtube.

Durante la cena de gala, presidida por la Reina Isabel, Obama tomó la palabra para brindar por la soberana. El presidente estadounidense no concluyó su intervención a tiempo y comenzaron a sonar los acordes del himno británico. Todos los presentes se levantaron como manda el protocolo, pero el mandatario norteamericano no se percató y ofreció su copa para brindar a la Reina, que no pudo corresponderle el gesto por estar sonando el «God save the queen». La cara de Obama dejó bien claro que era consciente de haber hecho un papelón.

Comentario del brindis

miércoles, 25 de mayo de 2011

Obama, agasajado en Londres por la reina Isabel II

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ABC

El Reino Unido, con su reina Isabel II a la cabeza, desplegaron hoy todos sus fastos y protocolo para recibir por todo lo alto al presidente de EEUU, Barack Obama, en la primera jornada de su visita de Estado.

Obama y su esposa, Michelle, despidieron hoy la jornada con una cena de Estado ofrecida por la reina Isabel II de Inglaterra, tan sólo la tercera con la que esta soberana, que ha celebrado un centenar de ellas en su vida, agasaja a un presidente estadounidense. El presidente estadounidense comenzó su jornada con una ceremonia de bienvenida en los jardines del palacio de Buckingham, donde los Obama estuvieron acompañados de la soberana británica, su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, el heredero del trono, el príncipe Carlos, y la esposa de éste, Camila, duquesa de Cornualles.

Obama pasó revista a la guardia de honor de la reina, al mando del comandante Rory Shannon, mientras desde el cercano Green Park los cañones hacían sonar 41 salvas. En la Torre de Londres le hacían coro otras 62. Previamente, los Obama habían tenido ocasión de saludar en privado a los recién casados duques de Cambridge, el príncipe Guillermo de Inglaterra, segundo en la línea de sucesión, y su flamante esposa, Catalina, con los que departieron unos minutos.

Se da la circunstancia de que los Obama ocuparán durante su estancia de dos noches en el palacio de Buckingham la misma suite de seis habitaciones en la que los recién casados pasaron su noche de bodas el pasado 29 de abril. Tras un almuerzo informal con la soberana, los

Obama visitaron la colección de arte del palacio, donde tuvieron ocasión de contemplar el diario personal del rey Jorge III en el que admitía que "América se ha perdido" y expresaba la importancia de comerciar con el nuevo país y mantener lazos cordiales en el futuro. Como es protocolario, la soberana y sus invitados intercambiaron regalos.

El que ofrecieron el presidente y su esposa a la reina de Inglaterra tuvo un toque muy personal: un álbum de fotografías y recuerdos de la visita de los padres de la soberana, Jorge VI e Isabel -a los que la monarca estaba muy apegada-, a EEUU en 1939, la primera de un soberano británico reinante a la antigua colonia. El príncipe Felipe, por su parte, recibió un juego de bocados y espinilleras ecuestres, mientras que para el príncipe Carlos y su esposa se reservaron plantas y semillas seleccionados especialmente de residencias presidenciales y, por supuesto, de la huerta de Michelle en los jardines de la Casa Blanca. A su vez, la soberana regaló a Obama una colección de facsímiles de intercambios epistolares entre la reina Victoria y presidentes estadounidenses, mientras que Michelle

Obama recibió un broche antiguo en oro y coral rojo. A continuación, la pareja presidencial se desplazó a la abadía de Westminster para depositar una corona de flores ante la Tumba del Soldado Desconocido. También se desplazaron al número 10 de Downing Street para una reunión informal con el primer ministro, David Cameron, y su esposa, Samantha.

Pero incluso dentro de la formalidad que caracterizó la jornada, en la que Obama también se reunió con el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, hubo espacio para la improvisación. Obama y Cameron se dirigieron, fuera de programa, a una escuela en un barrio deprimido de Londres, donde visitaron algunas de las aulas y se atrevieron a jugar una partida de ping-pong con dos de los alumnos.

Este miércoles, la pompa dejará paso a la política internacional, que dominará la bilateral formal que Obama celebrará con Cameron. En su encuentro con el primer ministro se espera que ambos aborden asuntos como la lucha contra el terrorismo y la situación en Afganistán y Pakistán tras la muerte el pasado día 1 del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden. También abordarán la intervención de la OTAN en Libia, la agitación civil para exigir cambios políticos en Oriente Medio y la crisis económica. Obama también pronunciará un discurso ante el Parlamento británico, en el que analizará las relaciones transatlánticas.

El presidente se encuentra en Londres dentro de una gira de seis días por Europa que le ha llevado ya a Dublín y donde también visitará Francia, para participar en la cumbre del G8, y Polonia.

sábado, 21 de mayo de 2011

Isabel II, de musa a icono de moda

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ABC

La Reina de Inglaterra aterrizaba el pasado martes a las afueras de Dublín con un looken verde, el color de San Patricio (patrón de Irlanda), en un viaje lleno de simbolismo que empezaba por su propio vestuario. Llevaba un abrigo aguamarina, sombrero en el mismo tono, vestido con estampado de flores azules y verdes, collar de perlas y complementos en negro. En su último viaje oficial ha lucido seis estilismos en tres días.

Y es que Su Majestad cuida al máximo los detalles de su vestuario. Siempre perfecta en cuestiones de protocolo, ha encontrado un estilo en el que se siente cómoda. Suele llevar vestidos o faldas por debajo de la rodilla, que acompaña con abrigo si hace frío, y siempre apuesta por los complementos: sombrero, guantes, bolso de mano y zapatos de tacón bajo.

De los pies a la cabeza

Pero sin duda el rasgo más definitorio en el armario de la Reina de Inglaterra es el lookmonocolor. Isabel II ha pasado revista a todo el pantone y cuando elige un tono, apuesta por él de los pies a la cabeza. Algunos criticaron su elección amarillo mimosa en la boda de su nieto, el Príncipe Guillermo, con Catalina Middleton, un color que en España se suele asociar a la mala suerte, pero que no tiene esta connotación entre los británicos. Apostó una vez más por su modista de confianza de los últimos catorce años, Angela Kelly, y escogió uno de sus muchos bolsos de su firma de cabecera, Launer London. En tono crudo, y con el tradicional logo de la marca, el bolso es el nuevo objeto de deseo de las británicas: sus ventas aumentaron en un 60 por 100 tras el enlace.

Y es que a pesar de su imagen regia y clásica, Isabel II es mucho más fashionde lo que se puede pensar. Al ver la imagen de la Reina con una chaqueta de inspiración militar en su visita oficial a Oman, en noviembre de 2010, los expertos en moda fantaseaban con la influencia de Balmain sobre la Reina. Más aún: en 2007, la revista «Vogue», considerada la «biblia» de la moda, incluyó a Su Majestad en la lista de las 50 mujeres mejor vestidas del mundo, junto a nombres como Kate Moss, asegurando que el glamour «tiene que ver con la manera de vestir, no con lo que se lleva puesto».

El éxito sartorial de la Reina se debe a una mujer: Angela Kelly, amiga íntima y responsable del guardarropa de Su Majestad durante los últimos 14 años. Kelly, de 55 años, ostenta el cargo de Asistente Personal, Asesora y Estilista de la Reina en Joyería, Insignias y Guardarropa, vive en una casa en Windsor y la acompaña en todos sus viajes. Dirige un equipo de cuatro personas que confeccionan el vestidor real y, como la propia Isabel II dijo en una ocasión, «somos como hermanas. Tú y yo trabajamos bien juntas. Creo que formamos un buen equipo».

jueves, 19 de mayo de 2011

Isabel II recuerda a las víctimas del «agitado pasado» entre Reino Unido e Irlanda

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Isabel II ha manifestado este miércoles por la noche su solidaridad con las víctimas del «agitado pasado"» entre Reino Unido e Irlanda, aunque ha lanzado un llamamiento para no permanecer «atados» a las disputadas entre ambos países vecinos.

La monarca británica ha declarado, durante un discurso en una cena celebrada en el Castillo de Dublín, que en sus «pensamientos» se encuentran «quienes han sufrido como consecuencia del agitado pasado» entre Reino Unido e Irlanda, y a ellos les ha transmitido su «profunda solidaridad».

El discurso, que cierra el segundo día de la reina británica en Irlanda, comenzó con el gesto simbólico de Isabel II hablando en gaélico, lo que le valió un aplauso de todos los asistentes, entre ellos la presidenta irlandesa, Mary McAleese, que no pudo reprimir una expresión de satisfacción.

La visita de cuatro días de la monarca a Irlanda --la primera de un rey británico en un siglo-- arrancó ayer y, desde entonces, ha estado marcada por los símbolos. El discurso de la reina en el Castillo de Dublín ha servido para lanzar nuevos gestos, como el hecho de que la reina haya pedido recordar el pasado, pero no permanecer «atados» a él.

Expresó su respaldo inequívoco al proceso de paz en el Ulster y se ganó a su auditorio con estas palabras: "Es una realidad triste y lamentable que a través de la Historia nuestras islas han experimentado demasiados dolores, turbulencias y pérdidas. Estos eventos nos han tocado a todos, a muchos de nosotros personalmente, y son un legado doloroso. Nunca podremos olvidar a quienes han muerto o a sus familias. Por eso extiendo mi simpatía y mis pensamientos a quienes han sufrido como consecuencia de nuestro pasado turbulento. A posteriori todos nosotros vemos cosas que querríamos haber hecho de un modo distinto o que querríamos no haber hecho".

Louis Mountbatten

Al decir que los problemas históricos la habían tocado personalmente, la Reina estaba pensando en su tío Louis Mountbatten, al que el IRA asesinó en 1979. Pero también en la violencia en el Ulster que ha ensombrecido gran parte de su reinado. Sus palabras las pronunció en el castillo de Dublín, que durante muchos años fue el símbolo de la opresión colonial. Y en su mesa estaba sentado David Cameron y el poeta y Premio Nobel Seamus Heany.

La Reina reconoció el trabajo de los arquitectos de la paz en el Ulster. Algunos presentes anoche como el 'premier' unionista Peter Robinson o el sacerdote redentorista Alec Reid. "Estoy orgullosa de los pacificadores de esta isla", dijo la Reina, "que habiendo experimentado en primera persona la cosecha tóxica que nace de no resolver viejos odios y diferencias políticas, evitaron la cultura perenne del conflicto y se comprometieron lo suficiente para que naciera un futuro distinto".

Junto a ella estaba la presidenta irlandesa, Mary McAleese, sin cuyo empeño este viaje no habría sido posible. McAleese agradeció sus gestos a la reina y expresó con belleza el sentido del instante: "Esta noche celebramos un nuevo capítulo en nuestra relación. Esta visita es un reconocimiento formal de lo que durante muchos años ha sido una realidad: que Irlanda y el Reino Unido son vecinos, iguales, colegas y amigos".


Previamente, también este jueves, la monarca rindió homenaje este miércoles a los 50.000 soldados irlandeses que perdieron la vida en las filas del Ejército británico durante la Primera Guerra Mundial y visitó el estadio de Croke Park, escenario del 'Bloody Sunday' de 1920, una de las matanzas más emblemáticas durante la guerra de independencia.

martes, 17 de mayo de 2011

Histórica visita de Isabel II a Irlanda

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El Mundo

Sonriente y de verde esmeralda. Así ha aterrizado Isabel II este martes en el aeródromo de Casement para iniciar la primera visita de un monarca británico a la República de Irlanda. La esperaba una niña con un ramo de flores y el laborista Eamon Gilmore, hoy ministro de Exteriores y dirigente del IRA en sus años mozos. Un símbolo del significado que encierran estos días, que se proponen mirar al futuro y enterrar las diferencias entre los dos países.

Entre fuertes medidas de seguridad, la Reina y su esposo se han dirigido a la residencia oficial de la presidenta irlandesa Mary McAleese, que ayer saludaba la llegada de su huésped como "un momento extraordinario".

McAleese ha guiado a Isabel II y al duque de Edimburgo por el interior del edificio, donde los dos han firmado en el libro de invitados y donde han conocido al primer ministro, el conservador Enda Kenny. Unas formalidades que han dado paso al primer momento histórico del día: aquél en el que la Reina ha pasado revista a la guardia de honor del Ejército irlandés. "Majestad", ha gritado sable en mano el capitán, "la guardia de honor está lista para la inspección". Los soldados se han cuadrado al paso de Isabel II y una banda militar ha interpretado 'Dios salve a la Reina'. Un himno que aún despierta el rechazo del nacionalismo irlandés.

Agachada y pala en mano, la Reina ha plantado un roble irlandés en un recodo del palacio presidencial dedicado al proceso de paz en el Ulster. La plantación del árbol es una tradición que inició su tatarabuela la reina Victoria y que han seguido mandatarios como Charles de Gaulle o John F. Kennedy. Entre los invitados en palacio, muchos rostros conocidos y políticos como John Hume y David Trimble, acreedores del Nobel de la Paz por su papel en el final de la violencia en Irlanda del Norte.

Dispositivo de seguridad

El viaje está rodeado de un inmenso despliegue de seguridad. Dublín es una ciudad tomada por los efectivos del Ejército y la policía, que han sellado los accesos al centro y advierten que no habrá baños de multitudes en el recorrido de la Reina.

Los disidentes del IRA han anunciado su intención de atentar contra la Reina y en las últimas horas han sembrado de alertas diferentes puntos de la isla y de la capital. Los artificieros han desactivado de madrugada un artefacto explosivo en un autobús de línea en la localidad irlandesa de Maynooth. La bomba se encontraba escondida en una maleta y estaba lista para estallar.

El artefacto de Maynooth no es el único que ha atraído en las últimas horas la atención de las fuerzas del orden. Esta mañana los artificieros han detectado sendos paquetes sospechosos en los parques de Fairview y Phoenix y ha acordonado los aledaños durante horas para examinarlos.

Los sondeos dicen que cuatro de cada cinco irlandeses están a favor de la visita. Pero no le gusta a una minoría vociferante y se oponen a ella varios grupos terroristas, que han advertido que intentarán matar a la monarca o celebrar su presencia en Dublín con un baño de sangre. A finales de abril, un encapuchado advirtió en Derry que la Reina estaba en la diana de los terroristas y advirtió que se la buscaba "por crímenes de guerra".

La visita de Isabel II se extenderá hasta el próximo viernes y su programa incluye lugares de un alto simbolismo para el nacionalismo irlandés. La Reina dejará una ofrenda floral en el jardín que recuerda a quienes murieron en la lucha por la independencia y visitará el estadio de Croke Park, donde el ejército británico disparó a quemarropa contra 14 personas.