La princesa Letizia pasó ayer la primera noche lejos de su hija, la infanta Leonor, desde el nacimiento de la niña el pasado 31 de octubre. Una semana después de retomar sus obligaciones oficiales, doña Letizia viajó ayer a Sofía (Bulgaria), donde los Príncipes de Asturias presidirán hoy la inauguración del Instituto Cervantes. Aunque el objetivo del viaje tiene un marcado acento cultural, la presencia de los Príncipes en Bulgaria, país que aspira a ser admitido en la Unión Europea el 1 de enero del 2007, se ha convertido en un acontecimiento político del más alto nivel ya que España es uno de sus principales aliados en las aspiraciones comunitarias del Gobierno búlgaro. Prueba de ello es la cena que el presidente, Georgi Parnavov, ofreció anoche a don Felipe y doña Letizia. Hoy, el anfitrión será el primer ministro Sergei Stanishev, quien mantendrá un encuentro con don Felipe. En Sofía, además, vive el anterior primer ministro,
Simeón de Sajonia, que posee el título de rey por haberlo sido de derecho cuando sólo era un niño. Durante más de cuarenta años, Simeón vivió en España y sus hijos son íntimos amigos del Príncipe y las infantas.
Anoche, en una Sofía totalmente cubierta por la nieve y con 15 grados bajo cero, doña Letizia lució un un grueso abrigo negro de paño para protegerse de las bajas temperaturas. Antes de salir del hotel, hizo varias llamadas a Madrid para que su hija oyera su voz por teléfono.
Simeón de Sajonia, que posee el título de rey por haberlo sido de derecho cuando sólo era un niño. Durante más de cuarenta años, Simeón vivió en España y sus hijos son íntimos amigos del Príncipe y las infantas.
Anoche, en una Sofía totalmente cubierta por la nieve y con 15 grados bajo cero, doña Letizia lució un un grueso abrigo negro de paño para protegerse de las bajas temperaturas. Antes de salir del hotel, hizo varias llamadas a Madrid para que su hija oyera su voz por teléfono.
Fuente: MARIÁNGEL ALCÁZAR - La Vanguardia
SOFÍA
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