Boda religiosa del Gran Duque Heredero de Luxemburgo

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El gran duque heredero de Luxemburgo, el príncipe Guillermo de Nassau y Borbón de Parma, contrae este sábado matrimonio religioso con la condesa belga Stéphanie de Lannoy. Los Príncipes de Asturias asisten en la catedral de Nôtre-Dame al enlace al que también acudirán como invitados varios jefes de Estado y herederos de las familias reales europeas. (Consulta aquí las imágenes de la llegada de la novia a la catedral).

La ya princesa de Luxemburgo lucía un vestido confeccionado por el modisto Elie Saab, de tono champán y voluminoso en la falda, con bordados en hilo de oro, ajustado al talle, de manga francesa, escote barco y largo velo, sujetado a un moño bajo.

La princesa de Asturias, que asiste a su cuarta boda real, ha optado por un conjunto de abrigo y vestido en la misma línea del que lució para el enlace de Guillermo y Catalina en 2011. Letizia llevaba un abrigo de guipur de seda en tono maquillaje, un vestido de crepé de color topo. También ha vuelto a lucir un sombrero bajo y ladeado del mismo tono que el abrigo y con el cubrió su melena recogida.

Los tonos anaranjados fueron los elegidos por Carolina de Mónaco, que llegó a la ceremonia, sola, y con un vestido Chanel, con detalles dorados.

Una de las invitadas ataviadas de forma más espectacular ha sido Máxima de Holanda, con un altísimo tocado con una pluma, obra del sombrerero belga Fabienne Delvigne. La princesa Máxima eligió para la ocasión una blusa de manga abullonada de tono mostaza y una falda lápiz en gris marengo.

Mette Marit de Noruega y Mary de Dinamarca han lucido por los tonos oscuros, mientras Claire de Bélgica acudió con un vestido en color burdeos, y la princesa Matilde de Blegica se decantó por los tonos maquillaje.

Fabiola de Bélgica, acompañada de su ya inseparable bastón y luciendo un traje de tono rosa pastel y tocado color plata, ha acudido al enlace junto a los actuales reyes de los belgas, Alberto II y Paola, que decidió vestirse con abrigo de brocado y vestido de color gris, y un tocado de igual color y con un broche de brillantes.

La Gran Duquesa Maria Teresa, madre del novio y de origen cubano, ha optado por la seda roja anaranjada.

Los novios aparecerán en el balcón de palacio para saludar a los conciudadanos antes de asistir a la recepción con el resto de casas reales invitadas. Los luxemburgueses disfrutarán de conciertos y fuegos artificiales, regalo de la pareja a los vecinos de la capital.