Cientos de personas reciben a Su Majestad al grito de «¡Viva Don Juan Carlos!» en el punto donde su abuelo, Alfonso XIII, abrió la avenida hace un siglo
M. DE LA FUENTE / S. MEDIALDEA
ABC
La Gran Vía abrió Madrid al progreso y a Europa. Y con puntualidad europea, el Rey llegó a la esquina de la calle de Alcalá y Marqués de Valdeiglesias, donde hace cien años su abuelo, Alfonso XIII, dio el golpe de piqueta que inauguró la avenida más universal de Madrid. A pesar del fresquito, cientos de madrileños aguardaban -sobre todo en la acera de los pares, donde daba el sol-. Muchos guiris de turismo cámara al hombro y también mucha gente «de provincias», que hoy todavía es fiesta en muchos lugares de España.
Suena el pasadoble «Dos de mayo» de Federico Chueca. Aplausos y más aplausos y alguna lágrima. Notas castizas de quien compusiera una de las más madrileñas de las zarzuelas, «La Gran Vía», precisa y castizamente, donde estamos ahora. Junto a Chicote, un grupo de chulapos baila, bien apretados, el chotis «Madrid», de Agustín Lara. «¡Viva el Rey!», «¡viva Juan Carlos!», «¡aquí, aquí, Majestad!». El Rey saluda a su pueblo y sube a su vehículo, Gran Vía arriba. Tras él, el pueblo de Madrid. Como entonces, como ahora, como siempre.
La siguiente parada para el monarca está en el número 24 de la calle, donde el Ayuntamiento ha dispuesto una exposición de fotos históricas de la calle, cedidas por ABC. Cien años de historia en un puñado de imágenes captadas por el periódico que ha acompañado a la calle desde su nacimiento.
Acompañado por el ministro de Fomento, José Blanco, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón y el director de ABC, Ángel Expósito, los monarcas recorren la exposición. Ruiz Gallardón centra su intervención en subrayar el afecto de la ciudad de Madrid hacia la Corona. Aventurando cómo sería la conmemoración dentro de cien años de un segundo centenario de la Gran Vía, el regidor dice «otros representantes serán los que estén aquí, pero lo que estará seguro es el afecto de los madrileños a la Corona».
M. DE LA FUENTE / S. MEDIALDEA
ABC
La Gran Vía abrió Madrid al progreso y a Europa. Y con puntualidad europea, el Rey llegó a la esquina de la calle de Alcalá y Marqués de Valdeiglesias, donde hace cien años su abuelo, Alfonso XIII, dio el golpe de piqueta que inauguró la avenida más universal de Madrid. A pesar del fresquito, cientos de madrileños aguardaban -sobre todo en la acera de los pares, donde daba el sol-. Muchos guiris de turismo cámara al hombro y también mucha gente «de provincias», que hoy todavía es fiesta en muchos lugares de España.
Suena el pasadoble «Dos de mayo» de Federico Chueca. Aplausos y más aplausos y alguna lágrima. Notas castizas de quien compusiera una de las más madrileñas de las zarzuelas, «La Gran Vía», precisa y castizamente, donde estamos ahora. Junto a Chicote, un grupo de chulapos baila, bien apretados, el chotis «Madrid», de Agustín Lara. «¡Viva el Rey!», «¡viva Juan Carlos!», «¡aquí, aquí, Majestad!». El Rey saluda a su pueblo y sube a su vehículo, Gran Vía arriba. Tras él, el pueblo de Madrid. Como entonces, como ahora, como siempre.
La siguiente parada para el monarca está en el número 24 de la calle, donde el Ayuntamiento ha dispuesto una exposición de fotos históricas de la calle, cedidas por ABC. Cien años de historia en un puñado de imágenes captadas por el periódico que ha acompañado a la calle desde su nacimiento.
Acompañado por el ministro de Fomento, José Blanco, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón y el director de ABC, Ángel Expósito, los monarcas recorren la exposición. Ruiz Gallardón centra su intervención en subrayar el afecto de la ciudad de Madrid hacia la Corona. Aventurando cómo sería la conmemoración dentro de cien años de un segundo centenario de la Gran Vía, el regidor dice «otros representantes serán los que estén aquí, pero lo que estará seguro es el afecto de los madrileños a la Corona».
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