sábado, 30 de enero de 2010

Cumpleaños del Príncipe Felipe


«¡Es precioso! Rubio y con los ojos azules»

Con motivo del 42 cumpleaños del Príncipe de Asturias, ABC ha publicado un reportaje en el apartado de la hemeroteca en el que destacan con varios enlaces como se explicó su nacimiento en 1968.

Midió 55 centímetros y pesó cuatro kilos y trescientos gramos, el mismo peso que registró su hermana, la Infanta Doña Elena. Las primeras características del que según la lógica de los tiempos, se convertirá en el Rey de España, las pronunció una enfermera: «¡Es precioso! Rubio y con los ojos azules».

Doña Sofía no se creía que había traído al mundo a un niño. «¡Después de dos chicas seguidas, figuraos!», decía Don Juan Carlos a los periodistas con los que más tarde celebró tomando una copa de champán el nacimiento de su primer hijo varón.

jueves, 28 de enero de 2010

La Casa Real Noruega crea su propio canal en el portal de vídeos YouTube




Efe

La Casa Real Noruega se lanza a la Red. Desde hace unas horas, cuenta con su propio canal en el portal de vídeos en Internet YouTube.

Las primeras imágenes que aparecen en el portal corresponden a un vídeo del príncipe heredero Haakon desde Davos (Suiza), donde participa estos días en el Foro Económico Mundial.

Se han colgado también imágenes de una reciente visita de la princesa heredera Mette-Marit a Botsuana y vídeos difundidos con anterioridad en las páginas web de la Casa Real, como uno del rey Harald con su nieta Ingrid Alexandra.

El objetivo es añadir al portal vídeos de actualidad, pero también otros sobre la historia de la familia, según informó la Casa Real.

La realeza noruega ha sido una de las primeras en apuntarse a las nuevas tecnologías: los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit tienen desde hace meses sus propias páginas en las redes sociales Facebook y Twitter.

martes, 26 de enero de 2010

Los rincones olvidados del imperio



Rafael Ramos
La Vanguardia

¿Qué tienen en común Santa Helena y Ascensión, Gibraltar y las Malvinas, Pitcairn y el archipiélago de Chagos, las Caimán y las Turcas y Caicos?

Son los restos de aquel imperio británico en el que nunca se ponía el sol, territorios de ultramar en muchos casos remotos que veneran a la reina y muestran una lealtad incondicional a la Corona a pesar de sentirse discriminados, olvidados e incluso despreciados por el Gobierno de Londres.

Tras conceder hace una generación la independencia al grueso de sus colonias, el Reino Unido conserva catorce souvenirs de su antiguo poderío, en unos casos por razones estratégicas y políticas (Gibraltar, las Malvinas, las islas Chagos), pero en la mayoría por tratarse de enclaves inviables económicamente que han de ser subvencionados por la metrópoli para poder sobrevivir y constituyen una carga de la que el Tesoro desearía deshacerse en los actuales tiempos de crisis. Oficialmente denominados territorios británicos de ultramar, salvo honrosas excepciones, son sinónimo de los más variopintos conflictos: disputas de soberanía (con España y Argentina) en el caso de Gibraltar y las Malvinas; un monumental escándalo de corrupción en las islas Turcas y Caicos; el hundimiento económico de las Caimán; el aislamiento de Santa Helena (a cinco días en barco de Ciudad del Cabo); el exilio forzoso de los nativos del archipiélago de Chagos para construir la base norteamericana de Diego García; la deportación de presos de Guantánamo por EE.UU. a Bermudas sin conocimiento del Foreign Office; la despoblación de Pitcairn (donde quedan 51 habitantes), y así sucesivamente. Es como si una maldición persiguiera a los restos del imperio. Cuando no se tratade problemas políticos y económicos, la naturaleza mete mano como en Montserrat (isla caribeña aún tocada por la erupción de un volcán hace unos años) o Anguilla (destino favorito de muchos huracanes).

Las catorce colonias que conserva Gran Bretaña tienen un grave problema de representación en Londres, reflejo del desinterés por sus vicisitudes. Tras el desmantelamiento hace cuarenta años del Ministerio de Asuntos Coloniales, pasaron a ser responsabilidad del Foreign Office. Pero los responsables de la diplomacia británica, preocupados por grandes guerras y las relaciones con Washington o París, consideraron pecata minuta las cuitas de Pitcairn o Montserrat, y le pasaron los trastos al Departamento de Desarrollo Internacional, cuya responsabilidad primaria es la ayuda al tercer mundo.

Los habitantes de los territorios de ultramar tienen muchos de los derechos de cualquier ciudadano británico en materia de educación, sanidad, pensiones y asistencia social, pero están sometidos a limitaciones migratorias. Londres les ha concedido el mayor grado de autonomía posible, subordinados a la figura de un gobernador que hace de enlace con la capital y es una figura fundamentalmente simbólica cuyo principal valor son los gintonics y té con pastas que da en el jardín de su mansión.

Santa Helena es un magnífico ejemplo. Isla volcánica en medio del Atlántico a mitad de camino entre África y Sudamérica (a la que fue exiliado Napoleón desde la derrota de Waterloo hasta su muerte, en 1821), y conectada con la civilización por un barco correo que lleva suministros (y pasajeros) tan sólo una vez al mes, necesita urgentemente un aeropuerto. Pero el Gobierno de Gordon Brown se ha desdicho de su promesa de construirlo, alegando que en plena crisis económica puede dar mucho mejor uso a los trescientos millones de euros que costaría.

El panorama social de Santa Helena es típico de la mayoría de colonias: una población muy envejecida (los jóvenes se van en busca de oportunidades), sueldos bajos (unos quinientos euros al mes de promedio), condiciones inhóspitas, aislamiento (el hospital más cercano está en Sudáfrica), economía agraria y un elevado coste de los alimentos y gasolina y bienes de primera necesidad debido al transporte. Del presupuesto anual de 25 millones de euros, Londres se hace cargo de más de la mitad.

Las Malvinas reciben una mayor atención (sobre todo militar), pero tan sólo por la amenazante presencia de Argentina a cuatrocientos kilómetros y el descubrimiento de yacimientos de petróleo. Sus tres mil habitantes, cuyo principal divertimento ha sido hasta ahora contar ovejas y ver pasar los cruceros, ya sueñan con tener su primer cine.
Tres tipos de colonias

LAS PITCAIRN

Son cuatro islas volcánicas situadas en el océano Pacífico meridional, conocidas porque sus habitantes (tan sólo 51) son los descendientes de nueve de los amotinados del navío Bounty y los tahitianos que les acompañaban. Aunque no es una nación soberana, se trata de la jurisdicción menos poblada del planeta. Es colonia británica desde 1838, y uno de los primeros territorios del imperio que concedieron el voto a las mujeres.

EL ARCHIPIÉLAGO DE CHAGOS

Es un grupo de siete atolones y sesenta islitas en medio del océano Índico, unos quinientos kilómetros al sur de las Maldivas, a mitad de camino entre Tanzania y Java. Estuvieron habitados por los chagosianos durante siglo y medio, hasta que Londres y Washington se pusieron de acuerdo en 1960 para expulsarlos, trasladarlos a Mauricio y construir una base aeronaval norteamericana en Diego García, considerada por el Pentágono de enorme valor estratégico para operaciones en Oriente Medio y el golfo Pérsico. La demanda de compensaciones colea todavía en los tribunales británicos. En la actualidad, no hay ninguna actividad agrícola o industrial, y toda el agua y la comida vienen de fuera.

BERMUDAS

Situada en el Atlántico frente a la costa este de Estados Unidos, es la colonia británica más antigua y la más poblada (65.000 habitantes). Consta de unas 150 islas y tiene una economía próspera, con una de las rentas per cápita más altas del mundo, basada en las finanzas y el turismo. Uno de los principales problemas es el elevadísimo coste de la vivienda. Fue descubierta en 1503 por el explorador español Juan de Bermúdez.

lunes, 25 de enero de 2010

Cinco actrices en una reina

Un ambicioso documental recrea la vida de Isabel II, desde 1953 hasta hoy. No es una biografía autorizada, pero han colaborado personas cercanas a la monarca británica.



Rafael Ramos
La Vanguardia

Ganadora del Oscar, el Bafta y todos los premios imaginables habidos y por haber, emular a Helen Mirren en el papel de la reina Isabel II es una misión imposible. Así que el canal 4 de la televisión británica ha recurrido a nada menos que cinco de las mejores actrices del país para un ambicioso documental que cuenta la vida y la obra de la monarca desde su coronación en 1953 hasta la actualidad.

Emilia Fox, Samantha Bond (Miss Moneypenny en las películas de James Bond), Susan Jameson, Barbara Flynn y Diana Quick (estrella de Retorno a Brideshead)son cinco reinas - ¡y vaya reinas!-al precio de una, y algunas se han metido hasta tal punto en el papel (cuentan en broma los peluqueros, asistentes de cámara y maquilladores) que al cabo de unos días de rodaje ya había que referirse a ellas como "Su Majestad" y hacerles genuflexiones incluso cuando no se estaba rodando.

Poner varias caras distintas a una misma protagonista ha constituido un monumental desafío técnico para los productores a efectos de continuidad - vestuario, peinado, gestos, actitud…-.Emilia Fox es la joven reina recién ascendida al trono en 1953 que es testigo mudo del escandaloso affaire de la princesa Margarita con el capitán Peter Townsend. Samantha Bond se mete en la piel de Isabel II en los turbulentos años setenta, durante el intento del IRA de secuestrar a la princesa Ana y los conflictos económicos y sociales que desembocaron con la llegada de Margaret Thatcher al poder.

Y hablando de Margaret Thatcher, Susan Jameson hace de reina en los ochenta, cuando la monarca y la Dama de Hierro - que no tenían una química especialmente buena- se presentaron en un importante acto justo con el mismo vestido, el gabinete de comunicaciones de la primera ministra llamó al palacio para pedir que a partir de ese momento "coordinara con Downing Street el vestuario", e Isabel II respondió: "Por encima de mi cadáver".

Barbara Flynn toma el relevo en los noventa, la década negra de los Windsor, y soporta como reina el annus horribilis de 1992 cuando ardió parte del castillo de Windsor, tuvo que empezar a pagar impuestos, sus hijos se vieron envueltos en una serie de escándalos que disminuyeron el prestigio de la monarquía, y Carlos y

Diana decidieron lavar en público los trapos sucios de su matrimonio. Diana Quick hace de la reina desde la entrada del milenio hasta el presente, consintiendo y supervisando el divorcio del heredero de la corona, y sufriendo la ira popular por su fría reacción a la muerte de la Princesa de Corazones en un accidente de coche en París con su amante musulmán Dodi al Fayed.

El documental La reina - que se llama igual que la película protagonizada por Helen Mirren- no es una biografía autorizada de Isabel II, pero ha recurrido a centenares de horas de entrevistas con parientes suyos y personajes menores de la realeza, así como con personal que ha trabajado a su servicio a lo largo de los años, para reconstruir con la mayor fidelidad posible conversaciones clave y su actitud ante los sucesos que han marcado las últimas seis décadas de historia del Reino Unido. Imágenes reales de archivo se mezclan con la recreación de situaciones dramáticas en los estudios del canal 4.

"Me ha sorprendido la extraordinaria energía que tiene la reina, que bien cumplidos los setenta montaba todavía a caballo, y aún hoy está metida en cuerpo y alma en su trabajo, con una actividad muy superior al de muchas personas con la mitad de años - dice Emilia Fox, la reina más juvenil de las cinco-. Supongo que cuando eres el jefe de Estado no puedes llamar a la oficina y decir que estás enferma…". Barbara Flynn destaca el sentido del humor de la monarca y recuerda la anécdota de una fiesta en los jardines de Buckingham, cuando sonó el móvil de una jovencita con la que estaba conversando, y muy seria le dijo: "Deberías responder, tal vez sea alguien importante…".

De las cinco actrices, cuatro se declaran republicanas y no están de acuerdo con los enormes costes ceremoniales que significa tener una monarquía. Pero tras interpretar a Isabel II han llegado a la conclusión de que si emular a Helen Mirren II es casi imposible, emular a la reina de carne y hueso todavía más.

domingo, 24 de enero de 2010

Guillermo: el difícil papel de heredero del heredero


El Príncipe Guillermo vestido de maorí en Nueva Zelanda.


Hector Brau
La Vanguardia

El heredero del heredero de la Corona británica, el príncipe Guillermo, ha hecho esta semana su primera visita oficial al extranjero. Nueva Zelanda fue el primer destino.

Pero la gira de Guillermo por Oceanía se convirtió en informal tan pronto dejó tierras neozelandesas y voló a Australia, algo preciso –en opinión de Thomas Flynn, director de Australianos por una Monarquía Constitucional– para la necesaria nueva imagen de la monarquía británica.

La confusión respeto al carácter oficial, semioficial o informal de este viaje refleja la vaguedad
existente en torno al papel que le toca cumplir a este príncipe dentro de la jerarquía de la familia real.

En Nueva Zelanda actuó en representación de su abuela, la reina Isabel de Inglaterra, inauguró oficialmente el nuevo edificio del Tribunal Supremo en Wellington; se visitó al estilo tradicional
maorí y practicó el hongi, un ritual de los indígenas neozelandeses, con el que compartió el aire que respiraba con el del gobernador general Paul Reeves, al acercarse el uno al otro hasta tocarse con la nariz.

En Australia, en cambio, visitó los escenarios de postal de Sydney –el puerto, los jardines botánicos y la Casa de la Ópera–, se tomó una cerveza en el pub, compartió una barbacoa con otros jóvenes, jugó al cricket en el parque y asistió al Open de tenis de Australia en Melbourne.

“A nuestros ojos, tú eres el rey”, decía una pancarta que recibió al príncipe cerca de los Jardines Botánicos, donde una multitud de unas cinco mil personas gritaron y chillaron, y se abalanzaron sobre él para acariciarle la cara, estrecharle la mano, besarle y fotografiarle. “¿Cuándo te casas?”, le preguntó a gritos una mujer; “Espera y verás”, contestó el príncipe de 27 años, que ya hace ocho que sale con Kate Middleton, sin haberse –por el momento– prometido ni hablado de proyectos de boda.

Tanto en Sydney como en Melbourne Guillermo mostró su sensibilidad hacia los menos aventajados, prosiguiendo las labores de beneficencia iniciadas por su madre, la fallecida Diana de Gales. Visitó a las familias de algunas de las 173 personas que murieron en los incendios forestales del año pasado en el estado de Victoria; a los niños del centro de acogida
de Ted Noffs; y a los aborígenes del barrio de Redfern.

“Es algo que habría hecho su madre”, decían unos; “cuando ella vino hace años también hizo un esfuerzo para visitar a los aborígenes”, decían otras; y algunas mujeres llevaban en la mano fotografías enmarcadas de “cuando la princesa de Gales visitó el país en 1983 con Guillermo”, que entonces era un bebé.

Olvidaban que aquel fue el primer viaje oficial de los príncipes de Gales, y que era Diana la que acompañaba a su marido, el príncipe Carlos; y es que los australianos no le tienen un cariño particular al heredero de la Corona ni a su esposa, Camila.

Los republicanos esperan que cuando Carlos sea coronado rey de Australia –se ignora qué papel lo corresponderá a Camila– el país se convierta en una república, pero temen que la creciente popularidad de Guillermo convenza a la ciudadanía de que vale la pena esperar hasta que él y Kate sean los reyes de Australia.

martes, 19 de enero de 2010

El Príncipe Guillermo visita Australia como favorito al trono

SIDNEY, Australia (Reuters) - El príncipe Guillermo voló a Sidney el martes en su primera visita a Australia desde que era un bebé, y una encuesta muestra que los australianos preferirían al joven príncipe británico como rey antes que a su padre, el príncipe Carlos.

El príncipe Guillermo, que es segundo en la línea de sucesión al trono, llegó desde Nueva Zelanda rodeado de fuertes medidas de seguridad en la segunda fase de su primer viaje oficial al extranjero en representación de su abuela, la reina Isabel II.

La última vez que el príncipe de 27 años visitó Australia fue en 1983 en brazos de su madre, la princesa Diana, que murió en un accidente de coche en París hace casi 13 años. El príncipe Carlos decidió casarse con Camilla Parker-Bowles.

Al ser consultado acerca de si la visita de tres días del príncipe podría reavivar el afecto por la monarquía, el ministro de Exteriores, Stephen Smith, dijo "hay un afecto a la misma reina, y claramente hay afecto por el príncipe Guillermo".

Una encuesta de Newspoll para la compañía de medios de comunicación británica ITN y Seven Network de Australia descubrió que el 58 por ciento de los 1200 australianos entrevistados el pasado fin de semana dijo que Guillermo debería ser el próximo monarca después de la reina Isabel, mientras que el 30 por ciento apoyaba a su padre.

El príncipe Guillermo, que está entrenando en la Royal Air Force, era particularmente querido por las mujeres, ya que un 63 por ciento de ellas quería verle suceder a la reina y sólo un 28 por ciento prefería a Carlos.

De todas formas, los australianos no tenían prisa por el cambio, dado que sólo un 29 por ciento pensaba que la reina Isabel, de 83 años, debería abdicar en favor de un nuevo monarca.

Los republicanos de Australia, que quieren dar por terminada la monarquía británica para tener un presidente propio, tienen el apoyo de la mayoría de la población del país, una antigua colonia británica que ahora es una federación independiente de Estados.

Pero el movimiento no ha avanzado mucho desde que fracasó una votación en 1999 sobre la instauración de la república, dado que los australianos no se pusieron de acuerdo sobre el tipo de república.

El primer ministro laborista de Australia, Kevin Rudd, y muchos en su gobierno son reconocidos republicanos, pero Rudd ha descartado otra votación sobre el tema a corto plazo, arguyendo que no es una prioridad de su Gobierno.

Después de llegar a Sidney, el príncipe Guillermo fue invitado a comer con el gobernador general Quentin Bryce, representante de la reina en Australia, y fue citado a encontrarse con representantes de la comunidad aborigen en la ciudad de Redfern, en el interior.

El miércoles visitará los cuarteles de Holsworthy de Sidney y su puerto, y finalmente asistirá a una barbacoa en los Jardines Botánicos, para visitar por último Melbourne el jueves antes de volver a Reino Unido el viernes.

viernes, 8 de enero de 2010

Primer lienzo conjunto de los príncipes Guillermo y Enrique



La National Portrait Gallery de Londres muestra, desde este miércoles, el primer retrato doble que se ha pintado de los príncipes Guillermo y Enrique, vestidos con el uniforme de la Household Cavalry.

La autora de la obra es Nicky Philipps, quien asumió el encargo del museo. El cuadro muestra a los dos hijos de 'Lady Di' en la residencia real de Clarence House. Guillermo está de pie, apoyado en el dintel de una puerta, mirando a su hermano pequeño que permanece sentado, según informa 'The Times'.

En palabras de la artista, el cuadro busca más resaltar el elemento humano y la relación de hermandad de sus protagonistas. De hecho, el punto de inicio de la pintura ha sido un intento de aunar las tradiciones formales de los retratos de la familia real con una actitud más relajada, propia del siglo XXI.

El director de la National Portrait Gallery, Sandy Nairne, ha insistido en que su deseo era "conseguir algo que pudiera mezclar cuestiones formales con las posibilidades informales". Además, se ha intentado inmortalizar el breve periodo de tiempo que los dos hermanos coincidieron como oficilaes en los 'Blues' y 'Royals'.
Cinco sesiones en seis meses

La realización del retrato empezó en el estudio londinense de Nicky Philipps, en agosto de 2008. Fue la primera de cinco sesiones celebradas en unos seis meses.

"Cuando yo lo conocí, Enrique se sentó exactamente con esa pose [la que aparece en el cuadro], así que pensé 'Voy a usarla'. En cuanto a Guillermo, quería que apareciera ligeramente más alto en el retrato, por razones obvias", aclara la pintora.

Philipps ha destacado la naturalidad de los dos miembros de la familia real británica desde el principio: "Cuando llegaron a mi estudio, se sentaron, charlamos, a veces bromeaban entre ellos... Fue una escena adorable. Eran simplemente dos hermanos hablando y riendo".

Sin embargo, lo que ha determinado la estructura del cuadro y hasta su localización ha sido, según ha revelado Philipps, la estructura facial del prícipe Guillermo. "Trabajé en la pose que quería para Guillermo. Tiene unos adorables y fuertes pómulos que heredó de su madre".

"Cuando vino la primera vez, estaba apoyado en un pilar de mi estudio esperando que le diera instrucciones. Me gustó que lo hizo con naturalidad, así que seguí con ello. La puerta de la librería parecía el vehículo perfecto para lo que yo estaba intentado conseguir. La atmósfera vino primero y luego, le siguió la arquitectura", añadió.

En la pintura, el prícipe Guillermo, quien sigue entrenándose para convertirse en piloto de la Royal Air Force, lleva la medalla y el fajín de la Orden de la Jarretera, mientras que el prícipe Enrique, quien continua sus estudios para piloto de helicóptero del Ejército del Aire, muestra la medalla que consiguió durante su campaña en Afganistán.

First double portrait of Princes William and Harry unveiled

miércoles, 6 de enero de 2010

El Rey anima a potenciar la «eficaz acción exterior» de España



La Pascua Militar tiene una profunda tradición en la vida castrense española. Su celebración se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses.

Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejercitos su felicitación.

Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha afirmado, durante la celebración de la Pascua Militar, que España debe "potenciar" su papel internacional y estar preparada para afrontar "amenazas complejas e inciertas".

Según ha destacado el monarca en su discurso, "junto a los riesgos y amenazas tradicionales para la paz y la seguridad, han surgido otros capaces de causar daños indiscriminados", por lo que el Estado debe estar "preparado para afrontar, de manera dinámica, amenazas complejas e inciertas".

"Debemos seguir alerta, potenciando nuestro papel internacional mediante una eficaz acción exterior y una activa cooperación con otros Estados con los que compartimos intereses comunes", ha planteado ante unos 200 invitados en el Palacio Real, para luego agregar que el modelo de Defensa debe seguir orientado "hacia la seguridad compartida y la defensa colectiva".

Don Juan Carlos ha tenido un recuerdo para los caídos en el cumplimiento del deber y ha destacado el "afán de superación, nivel de eficacia y generosa entrega" de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Ha destacado también la "eficacia y responsabilidad" de las tropas españolas en misiones internacionales.

Además, ha añadido que es importante "afianzar" el modelo de Fuerzas Armadas profesionales, "mejorando de manera continua la formación y las expectativas profesionales". Ha añadido que el objetivo en los programas de armas debe centrarse en obtener las "capacidades adecuadas y la adquisición del desarrollo tecnológico a ellas asociado".

«Actuar con una sola voz»Sobre la presidencia española de la Unión Europea, ha señalado que la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la Política Común de Seguridad y Defensa deben conducir a Europa a "hablar y actuar cada vez más con una sola voz, así como a dar un salto cualitativo en sus capacidades civiles y militares". Todo ello, resalta, profundizando en la relación de España con la ONU y la OTAN.

La celebración de la Pascua Militar se ha iniciado a las 12 del mediodía, con la llegada al Palacio Real del Rey Don Juan Carlos, la reina Doña Sofía, y el Príncipe Felipe acompañado de Doña Letizia.

A su llegada a la Plaza de la Armería les han recibido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; y la ministra de Defensa, Carme Chacón, de nuevo con traje de chaqueta y pantalón.

Tras los correspondientes Honores, interpretación del Himno Nacional y salva de 21 cañonazos, Don Juan Carlos pasó revista a la formación de la Guardia Real. A su término, los Reyes y los Príncipes, acompañados por las autoridades que les recibieron, se dirigieron a la Saleta de Gasparini para recibir el saludo de las comisiones por el siguiente orden:

- Órgano Central de la Defensa y Estado Mayor de la Defensa, presidida por el general del Aire José Julio Rodríguez Fernández.

- Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, presidida por su gran canciller, el general de Ejército José Rodrigo Rodrigo.

- Ejército de Tierra, presidida por el general de Ejército Fulgencio Coll Bucher.

- Armada, presidida por el almirante general Manuel Rebollo García.

- Ejército del Aire, presidida por el general del Aire José Jiménez Ruiz.

- Guardia Civil, presidida por el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez López.

- Hermandad de Veteranos, presidida por el general del Aire Eduardo González-Gallarza Morales.

Seguidamente, Sus Majestades y Sus Altezas Reales accedieron al Salón del Trono. Tras la imposición de condecoraciones por parte de Don Juan Carlos, pronunció unas palabras la ministra de Defensa. A su término, comenzó el Rey su discurso.

Palabras de Su Majestad el Rey

Intervención de la Ministra de Defensa

Los Reyes Magos 'descansan' en la catedral de Colonia

[foto de la noticia]


Rosalía Sánchez
El Mundo

La historia, la tradición y las leyendas nos juegan a veces malas pasadas, como la que trata de hacernos creer que nos son los Reyes Magos los que, efectivamente, nos dejan los regalitos junto a los zapatos de domingo recién abrillantados, alegando como pruebas palpables los restos de aquellos tres sabios que, en 1164, en pleno apogeo del Sacro Imperio Romano Germánico, el emperador Federico I Barbarroja regaló a la ciudad de Colonia.

Que las reliquias fueron trasladadas de Milán a Colonia es un hecho histórico y fue considerado como un gran honor. Además de una inversión muy rentable. Así como hoy se invierte en candidaturas olímpicas o se ficha a famosas operadas para levantar cadenas de televisión, adquirir un tesoro de la Cristiandad como este en el siglo XII garantizaba un empujón sostenible a la economía de la ciudad que las consiguiese, y así fue como, tras el traslado anunciado a bombo y platillo, miles y miles de peregrinos comenzaron a llegar a Colonia llamados por la fascinación que hasta hoy han seguido ejerciendo los personajes bíblicos.

En 1248, Colonia era ya centro internacional de peregrinación e inició la construcción de una catedral que estaría a la altura de tal tesoro. Hoy, dicha catedral, cuya construcción duró más de 600 años, es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Aquellos peregrinos debían quedar tan impresionados como nosotros ante los rascacielos de Dubai y hoy en día sigue siendo una de las 10 iglesias más grandes del planeta. El relicario en forma de basílica tiene proporciones gigantescas para esta clase de urnas: 2,20 metros de longitud de oro y plata macizos, esmaltes y joyas de incalculable valor. Fue realizado por el mejor artista francés de la época, Nicolás Verdún, y los maestros orfebres de Colonia la terminaron hace 800 años.

Pero volvamos a las reliquias. Si a muchos les cuesta creer que los tres Reyes Magos y sus camellos recorren los hogares cada año para dejar juguetes, corbatas o carbón, más increíble resulta que los restos de aquellos tres sabios de Oriente, cuya identidad no pudo ser desvelada a través de los siglos, acabasen realmente en ese cofre, una magnífica pieza de orfebrería medieval en oro macizo situada detrás del altar mayor. Pero resulta que hay cierta constancia documental.

En el año 300 de nuestra era, la emperatriz Elena, madre del emperador romano Constantino, se dedicó a rescatar reliquias religiosas. Según los archivos, fue en Saba donde consiguió reunir de nuevo a Melchor, Gaspar y Baltasar y ordenó su traslado a Constantinopla, la actual Estambul, donde permanecieron durante tres siglos en una capilla ortodoxa.

En tiempos de la Segunda Cruzada, el obispo de Milán, San Eustorgio, religioso noble de origen helénico, visitó Constantinopla para que el emperador le permitiera aceptar su reciente nombramiento. El emperador no solo dio su consentimiento, sino que le hizo, además, un regalo inolvidable: las veneradas reliquias.

Para trasladarlas adquirió dos robustos bueyes y un carro, hizo cargar sobre éste el sarcófago de granito y emprendió un viaje que acabó envuelto en leyendas. Una de ellas relataba que la misma estrella que mostró el camino de Belén, resplandecía en la ruta de San Eustorgio. Otra cuenta que, al cruzar los Balcanes, un lobo hambriento atacó y desgarró a uno de los bueyes. San Eustorgio, que para eso era santo, dominó a la fiera y la unció al yugo vacante, de forma que, a fuerza de látigo, el lobo salvaje se transformó en lobo de tiro y San Eustorgio llegó a Milán en un carro tirado por un buey exhausto y un lobo manso, cargado con las reliquias.

Y allí fue donde las encontró Federico Barbarroja, que en sus guerras de conquista saqueó esta ciudad junto a buena parte del norte de Italia y las llevó consigo hasta Colonia protegidas por uno de los mayores dispositivos de seguridad de la Edad Media y en un viaje.

Si no fuera porque en la Cabalgata podemos comprobar empíricamente que los tres Reyes magos siguen recorriendo pueblos y ciudades con sus sacos cargados de ilusión, estaríamos abocados a pensar que dentro del relicario reposan muy posiblemente los cráneos de Melchor, Gaspar y Baltasar, en tres cajas forradas de terciopelo y brocado, cada uno de ellos envuelto en la seda más fina y protegidos por un sarcófago de 350 kilos de oro, plata y vermeil (una mezcla de metales preciosos), incrustaciones con piedras preciosas, esmaltes y figuras de marfil ricamente adornadas que representan a la Virgen María, a los Reyes Magos y a los profetas.

Pero no nos dejemos engañar. No hay prueba más palpable que los regalos que los tres Magos, en su infinita generosidad, siguen dejándonos cada año, a pesar de que no hayamos sido tan buenos.

martes, 5 de enero de 2010

Don Juan Carlos y el nacimiento olvidado

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Coincidiendo con el 72 cumpleaños del rey Don Juan Carlos, ABC ha publicado un interesante reportaje que enlaza con diversas noticias de su vida, empezando por el nacimiento, la noche de Reyes de 1938.

Como explican en el artículo, España estaba sumida en plena Guerra Civil. La feliz noticia del nacimiento de un nuevo miembro de la Familia Real en el exilio sólo ocupó unas breves líneas de la edición de ABC de Sevilla, en el bando nacional pues la edición de Madrid estaba ocupada por el gobierno de la República y no se hizo eco del acontecimiento.

En aquella fría noche de 1938 nadie podía imaginarse que 37 años después aquél recién nacido sería proclamado Rey de España.

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