jueves, 17 de julio de 2008

El Rey homenajea a uno de sus servidores más leales

 
El Rey y Adolfo Suárez pasean durante su encuentro.
 
Le ha hecho entrega del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro

MADRID.- Los Reyes han realizado una cariñosa visita este jueves al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, que sufre una grave enfermedad degenerativa desde hace años y le han hecho entrega del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro.

Don Juan Carlos y Doña Sofía han acudido al mediodía al domicilio familiar. El encuentro ha sido cariñoso y muy entrañable y se les ha podido ver pasear juntos. También han estado presentes otros miembros de la familia Suárez, que han charlado amistosamente con el Rey, muy interesado en el estado de salud de Suárez y en sus cuidados.

Al margen del campo institucional, el Rey y Suárez han mantenido siempre una estrecha relación personal fruto de los intensos años de Gobierno del político que impulsó la Transición. Su relación se fortaleció por la lealtad y confianza demostrada en momentos difíciles.

Tras abandonar la presidencia del Gobierno, la vida del que fuera fundador de UCD y primer presidente del Gobierno de la Democracia, ha sufrido duros reveses, como las muertes de su esposa Amparo Illana y de su hija Mariam, y el cáncer de su otra hija Sonsoles. Desde hace años él sufre además una grave enfermedad degenerativa que le ha llevado a la progresiva pérdida de sus facultades mentales.

Adolfo Suárez gobernó España desde 1976 hasta 1981. Durante su mandato impulsó el Estado de las Autonomías y realizó profundos cambios en la sociedad española en su camino de la dictadura a la democracia. En 1996 recibió el premio Príncipe de Asturias a la Concordia como reconocimiento a su labor política y su importante aportación personal a la convivencia democrática en España.
 
Orden del Toisón de Oro
 
Durante el encuentro privado, el Rey ha hecho entrega a Suárez del Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, que le fue concedido el año pasado. Está alta distinción es la más importante que concede la Casa Real Española.
 
La Orden del Toisón de Oro fue fundada en Brujas en 1429 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, y es la más alta distinción que concede la Casa Real Española.
Sólo otras diecisiete personalidades, entre ellas el Príncipe de Asturias, la han recibido en los últimos treinta años. Don Juan Carlos posee el Toisón desde que se lo otorgara su padre, Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, en 1941.
 
Las dos primeras órdenes que concedió el Rey, en 1977, fueron para Nicolás Cotoner y Cotoner, marqués de Mondéjar, y para Torcuato Fernández-Miranda y Hevia, duque de Fernández Miranda.
 
Cuatro años después, en 1981, serían el escritor José María Pemán y el Príncipe de Asturias, heredero de la Corona, quienes la recibirían, mientras que en 1993 lo fue Beltrán Osorio y Díez de Rivera, Duque de Alburquerque.
 
El Toisón se concede a título personal, no es hereditario ni transmisible, y las insignias, debidamente numeradas, son propiedad de la Orden y deben ser devueltas a la misma tras el fallecimiento del titular. A partir de 1985 la Orden dejó de ser exclusivamente masculina.
 
Entre las personalidades extranjeras que fueron distinguidas por el Rey con el Toisón figuran los nombres de Carlos Gustavo de Suecia y el Gran Duque Juan I de Luxemburgo (1983), Olav V de Noruega (1984), Akihito de Japón, Hussein de Jordania, Beatriz I de los Países Bajos y Margarita II de Dinamarca (1985) e Isabel II de Inglaterra (1988).
Alberto II de los Belgas (1994), Harald de Noruega (1996), Simeón Sajonia-Coburgo (2004), Bhumibol Adulyadej de Tailandia (2006) y el Gran Duque Enrique de Luxemburgo (2007) también fueron galardonadas.
 
La insignia del Toisón (vellocino) consiste en un gran collar de oro, con las armas del duque de Borgoña, compuesto de eslabones dobles en forma de B, entrelazados con pedernales echando llamas.
 
Del collar pende un carnero de oro, alusión al vellocino de oro de la mitología clásica y al carnero de Gedeón.
 
El Toisón nació como una orden de Caballería cuya soberanía quedaba unida perpetuamente al titular de la dinastía Borgoñona y, extinguida ésta, a sus legítimos herederos.
Los herederos son, desde el siglo XVI, los monarcas españoles debido al matrimonio del archiduque Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, primogénito de la duquesa María y de Maximiliano de Austria, con doña Juana de Aragón y Castilla, padres de Carlos I de España.

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