ELMUNDO.ES | AGENCIAS
MADRID.- La segunda hija de los Príncipes de Asturias y octava nieta de los Reyes la Infanta Sofía ha sido bautizada en los jardines del palacio de la Zarzuela con su abuela materna, Paloma Rocasolano, y Konstantin de Bulgaria, Príncipe de Vidin, como padrinos.
Los Reyes y el resto de la Familia Real, así como más de un centenar de invitados asistieron a la ceremonia, que ha sido oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
Sus padrinos han sido la madre de Doña Letizia, Paloma Rocasolano, y el príncipe de Vidin, Konstantin-Assen, hijo de Simeón de Bulgaria, quien fuera primer ministro de la República, informó la Casa Real.
Doña Letizia, que tuvo durante todo el acto a su hija en brazos, la estrechó con ternura y le acarició al tiempo que tuvo que atender a su hija mayor que, un par de veces, intentó ocupar el lugar de su hermana.
La Infanta Elena, que estuvo junto a la Princesa de Asturias y acompañada por su hija Victoria Federica, tuvo detalles muy cariñosos tanto con Doña Letizia, como con su sobrina.
Felipe Juan Froilán Marichalar y Borbón, muy consciente de ser el nieto mayor de Don Juan Carlos y Doña Sofía, permaneció serio y atento durante el bautizo de su prima más pequeña.
La ceremonia de bautismo de Sofía de Todos los Santos ha durado aproximadamente 45 minutos y ha culminado con una celebración privada de la familia y los amigos invitados.
Sesión fotográfica previa
Justo antes del oficio religioso, los familiares de la pequeña Sofía posaron en una sesión fotográfica para el álbum familiar.
Tras las fotos, los Príncipes de Asturias se acercaron a conversar con los periodistas y enseñarles a la niña, la segunda aparición pública desde que salió de la clínica donde nació el pasado 29 de abril.
La Infanta Sofía, con unos ojos azules muy abiertos, posó en brazos de su madre, la Princesa Letizia quien dijo que la pequeña pesa más que su hermana Leonor, la primogénita de los Príncipes.
Durante la sesión fotográfica, Leonor estuvo pendiente de su hermana mientras la sostenía en brazos, primero su padre, Don Felipe, y después su abuela, la Reina Sofía.
Los Reyes y los Príncipes recibieron en el salón a las principales autoridades del Estado invitadas al bautizo encabezadas por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo; así como los del Tribunal Constitucional, María Emilia de las Casas, y del Supremo, Francisco Hernando, además del equipo médico que atendió a Doña Letizia en el alumbramiento.
Como ocurrió en el bautizo de su hermana, la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, el arzobispo castrense, monseñor Francisco Pérez González, auxilió a Rouco Varela durante la ceremonia.
El bautizo ha reunido a la Familia Real al completo, la familia de los Reyes y de la Princesa de Asturias, así como una amplia representación de las altas instituciones del Estado, autoridades de la Casa de su Majestad y el personal médico que atendió a Letizia en el parto, encabezado por el doctor Luis Recasens.
Sólo cambia el lugar
La Infanta Sofía ha recibido el bautismo con dos meses y medio de vida, la misma edad con la que fue bautizada su hermana a las 13:10 horas del 14 de enero de 2006.
Su hermana la Infanta Leonor fue bautizada en el vestíbulo de la residencia de los Reyes, como ocurrió con el Príncipe de Asturias el 8 de febrero de 1968, y las Infantas Elena y Cristina. En esta ocasión, y debido también a que el verano lo permite, la Infanta Sofía recibe las aguas traídas del río Jordán por los monjes agustinos en los jardines de Zarzuela, igual que sus primos Miguel e Irene, hijos de los Duques de Palma.
La Infanta viste el traje de cristianar que fue utilizado para los bautizos del Rey, el Príncipe de Asturias y las Infantas Leonor, Elena y Cristina, además de los otros seis nietos de los Reyes.
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