jueves, 22 de marzo de 2007

Sabino Fernández Campo cree que el Rey debe "actuar con anticipación" para ejercer su papel moderador

El ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, ha declarado en una entrevista concedida a La Mañana de la COPE que "ahora parece que nos buscamos los problemas; pero los buscamos sin saber cuál va a ser la solución". Fernández Campo ha aludido al poder moderador del Rey, pero "si se ejerce con anticipación". Es necesario, continúa, que el Rey recale en el asesoramiento "para poder intervenir antes". Cree que no seguirá el ejemplo de Balduino I de Bélgica, que dimitió un día por no firmar una ley contra su conciencia, aunque "el Rey está en unas condiciones semejantes". Esta tarde se le rinde un homenaje en el Palacio de Congresos.
 
(Libertad Digital) Los ex presidentes del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar están entre los promotores del acto de homenaje que se rendirá esta tarde en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, en el Paseo de la Castellana, a la figura de Sabino Fernández Campo; a toda una vida dedicada al servicio de España y de la Corona. Federico Jiménez Losantos le ha entrevistado en La Mañana de la COPE, en la que ha mostrado su preocupación por la situación política actual.
 
"A mí me parece que es una situación… difícil sí, pero difícil sin necesidad, que eso es lo grave", apunta el ex jefe de la Casa Real. Y es que si bien España "ha estado en momentos de mucha tensión" en otras épocas, pero con causas concretas o que tienen explicación. "ahora parece que nos buscamos los problemas; pero los buscamos sin saber cuál va a ser la solución".
 
Actuar "con anticipación"
 
Preguntado por el papel de Juan Carlos I en la situación actual de nuestro país, Fernández Campo se refirió al "poder moderador" de la Corona, al que ha dedicado un reciente discurso. A su juicio, "ese poder moderador, ese velar por la Constitución y las leyes, esas afirmaciones muy generales y muy gaseosas, poco desarrolladas y poco detalladas, se convierten en las más importantes que tiene el Rey". Un papel que "depende del Rey" y que "puede ejercer sin estar sometido a unos trámites determinados".
 
Ahora bien, esa labor ha de ejercerse "con anticipación. Primero, hay que estar muy enterado del tema, y luego hacerlo antes. Porque cuando al Rey le presentan una ley aprobada por las Cortes no tiene más remedio que sancionarla".
 
Dejarse asesorar
 
Sabino Fernández Campo también ha incidido sobre un aspecto de esa gestión anticipada de su labor de moderación. Ese papel, "es casi una obra de arte a base de gestiones, a base de estar muy enterado del tema, estar perfectamente… no asesorado por un órgano asesor específico, que entonces casi se convertiría en un Gobierno duplicado si el consejo tuviera unos poderes importantes. Pero sí asesorarse por los organismos que sean y que tienen una misión aunque no sea de asesoramiento concreto, para poder intervenir antes".
 
De este modo, "si se está elaborando una ley que va en contra de su conciencia, de su manera de ser, de su espíritu, poder hacer las gestiones para tratar, con mucha diplomacia, con mucha habilidad, evitar que esa ley se produjera, o al menos de la manera en que se estaba tramitando".
 
Juan Carlos I y Balduino I
 
Una vez la ley está elaborada y aprobada en Cortes, al Jefe del Estado sólo le queda la opción de sancionarla, recuerda el académico: "Otras constituciones, como las del 12 o la del año 31 de la República, permitían al Jefe del Estado devolver al Parlamento una ley, una disposición con la que no estuviera conforme. Ahora no; no tiene más recurso que firmarla". Pero ha recordado el ejemplo de Balduino I de Bélgica, quien dimitió durante un día porque no quiso firmar la ley que aprobó el aborto. Sabino Fernández Campo considera que en estos momentos "el Rey está en unas condiciones semejantes". Ahora bien, sugiere que no es ese el camino que tomará, pues ha recordado que "él dijo en una ocasión, cuando le preguntaron si iba a firmar la ley del matrimonio homosexual, que él no era el Rey de Bélgica, sino el de España".
 
Por último, Fernández Campo ha reconocido que "echo mucho de menos el ejemplo de la transición. Era un momento difícil, habíamos pasado una guerra muy dura, 40 años de un régimen especial surgido de esa guerra. Y sin embargo los partidos, todos los políticos, supieron renunciar a parte de sus ideas, de sus planes, de sus deseos, para lograr un consenso que salió perfectamente y que dio lugar a una Constitución que nos ha regido hasta ahora".

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