PATRICIA TUBELLA - La Vanguardia
LONDRES
A sus 57 años y con una madre que goza de excelente salud, Carlos de Inglaterra está ansioso por desempeñar al menos el papel de rey en la sombra. El objetivo quizá parezca ambicioso, pero el heredero se prepara para asumir más tareas reales al tiempo que la soberana, que cumplirá 80 años en abril, reduce su carga de trabajo.
El palacio de Buckingham estudia la posibilidad de conceder al príncipe de Gales un mayor acceso a los documentos gubernamentales, lo que le permitiría despachar las audiencias semanales con el primer ministro, un ritual que la reina cumple en ocasiones por teléfono. Carlos también se reunirá más a menudo con dignatarios extranjeros y se ocupará de dar la bienvenida a los embajadores en Saint James. La decisión se ha tomado a raíz del éxito del viaje a Estados Unidos del heredero y Camila, y de la creciente aceptación de ésta.
La monarca y su marido, el príncipe Felipe, de 84 años, quieren pasar más tiempo en el castillo de Windsor. Con todo, Isabel II seguirá presidiendo los grandes actos oficiales, la apertura del Parlamento y los banquetes de Estado. Pero sus consejeros quieren reducir la presión sobre ella, captada hace un año plácidamente dormida durante un compromiso oficial en Alemania.
martes, 17 de enero de 2006
El Príncipe Carlos quiere un papel institucional de más trascendencia
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