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En la mañana de este jueves ha tenido lugar en el cementerio de la finca real de Tatoi, a veinte kilómetros de Atenas, el responso por el Rey Pablo de Grecia al cumplirse los cincuenta años de su muerte. A la ceremonia, la Reina Doña Sofía asistió acompañada por los Príncipes de Asturias y las Infantas Doña Elena y Doña Cristina, todos de luto riguroso, junto con la Familia Real griega al completo presidida por los Reyes Constantino y Ana María.
Este acto, de carácter privado y familiar aunque abierto a los medios de comunicación, ha sido el segundo en el que la Infanta Doña Cristina ha acompañado al resto de la Familia Real desde que fue apartada de la actividad institucional, en noviembre de 2011. Desde entonces, la hija menor de los Reyes sólo ha asistido a la misa-homenaje a su abuelo paterno, Don Juan de Borbón, oficiada el pasado junio en la capilla del Palacio Real, y al responso de hoy por su abuelo materno, el Rey Pablo.
Sin embargo, los Príncipes sí han tenido oportunidad de ver a Doña Cristina en las últimas semanas, ya que la Infanta estuvo el pasado 8 de febrero en el Palacio de La Zarzuela, a donde acudió para explicar personalmente a los Reyes y a Don Felipe su comparecencia ante el juez que investiga el caso Nóos.
Aunque en la foto de familia, Doña Cristina se situó a la izquierda del grupo, alejada de la Reina, los Príncipes y Doña Elena, que se colocaron a la derecha, lo que pudo ser interpretado como un alejamiento; lo cierto es que la hija menor de los Reyes llegó a la finca de Tatoi con Doña Letizia y con Doña Elena. Las tres, sonrientes, compartieron el asiento de atrás del mismo vehículo.
En la ceremonia, los Reyes Constantino y Ana María estuvieron acompañados por sus hijos: Alexia, Pablo, que acudió con su mujer, Marie Chantal, y tres de sus hijos; Nicolás, con su esposa, Tatiana; Teodora y Filipos. También estuvieron presentes el Príncipe Alejandro de Serbia, el Rey Simeón de Bulgaria, el Margrave de Hesse, el Príncipe Michel de Grecia, la Princesa Tatiana Radziwill con su esposo el doctor Fruchaud y otros familiares pertenecientes a la realeza europea.
Es la primera vez que se reúnen en el cementerio real todos los descendientes directos del Rey Pablo, que a su muerte en 1964 había conocido solo a su nieta la Infanta Doña Elena.
El responso fue oficiado por cuatro obispos de la región de Ática pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa Griega ante las tumbas del Rey Pablo y de la Reina Federica de Grecia. Minutos después y cuando empezaba la lluvia, los asistentes abandonaron la finca real para irse a tomar un café, ritual griego tras un servicio religioso funerario en el que el Rey Constantino y la Reina Ana María estuvieron acompañados por un grupo de antiguos colaboradores y personal de la Casa Real griega. Acudieron después a almorzar en privado en un club deportivo cercano.
En la tarde de ayer la Reina Sofía asistió con las Infantas Doña Elena y Doña Cristina, y con sus hermanos, el Rey Constantino y la Princesa Irene, a la proyección privada del documental histórico «Pablo, un Rey fuera de lo común», que fue recibido con interés y emoción por las 300 personas que fueron reunidas en la Biblioteca Yenádio de Atenas.
El documental, de dos horas de duración, mostraba gran numero de imágenes en blanco y negro y color sobre la vida del Rey Pablo, tanto pública como privada, y su azarosa trayectoria personal: desde que era Príncipe y cadete de la Marina griega pasando por el exilio, donde llegó a trabajar de mecánico en una fábrica de automóviles de lujo y motores de aviones, hasta su regreso como Príncipe Heredero y Rey a partir de 1947 hasta su fallecimiento.
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