jueves, 20 de junio de 2013

Don Juan y la «Educación para la Ciudadanía»

Ramón Pérez Maura
ABC

PERMÍTANME confesarlo. Todavía a día de hoy y después de haber escuchado las palabras y visto las imágenes docenas de veces, cada vez que vuelvo a ver la escena de la renuncia de Don Juan en el Palacio de la Zarzuela el 14 de mayo de 1977, cuando escucho sus últimas palabras, precedidas de un taconazo: «Majestad: ¡Todo por España! ¡Viva España! ¡Viva el Rey!» no puedo evitar que la emoción haga aflorar lágrimas en mis ojos. Y supongo que eso invitará a algún lector a abandonar el escrutinio de esta columna. Pero si me dan la oportunidad quisiera explicar por qué me siguen conmoviendo tanto las palabras de aquel español nacido hoy hace cien años.

Vivimos en un mundo y un tiempo en el que los valores son cada vez más vaporosos. En los que defender el bien común suele servir, sobre todo, para verte en la picota. Defender el legado de nuestros mayores como forma de contribuir al interés general es algo que muy pocos harían. Vivir toda tu vida pendiente de que llegue la hora de poder cumplir la misión que el mandato de casi cuarenta generaciones ha depositado sobre tus hombros es una vida que nadie puede desear. Ser vilipendiado por el Gobierno de tu país y saber que estás condenado a buscar puntos de entendimiento con él porque la institución que encarnas ha de estar por encima de tu persona es algo que nadie puede ansiar. Y nuestro Rey del exilio tuvo todo eso y más.

En estos tiempos en que se está reformando nuestro currículo escolar, en que –dichosamente- se ha suprimido la asignatura de Educación para la Ciudadanía y en que se busca cómo repartir los contenidos de semejante enunciado en el currículo de otras materias, sería idóneo emplear la figura del Conde de Barcelona como ejemplo de entrega. Difícilmente podrá encontrar el ministro Wert una personalidad que encarne, de entrada la renuncia a las propias aspiraciones, después la entrega desinteresada y finalmente la sumisión a un bien superior que cegaba cualquier ilusión personal –legítima.

En la Historia hay ejemplos de personalidades altruistas. Según el calendario se acerca al presente cuesta más encontrarlas entre la clase política. Y cuando llegamos a la era de la televisión es casi imposible consensuar políticos que encarnen valores ejemplarizantes para la mayoría. Don Juan decía que «el oficio del Rey es la política». Y él la ejerció de una manera ejemplarizante. Por ello, la modesta conmemoración de este centenario hoy en la Capilla Real de Madrid puede ser una buena ocasión para reflexionar sobre lo modélica que puede ser su figura para las nuevas generaciones. Una personalidad a la que la mayoría son ajenos, pero de la que es muchísimo lo que podría enseñarse en los libros de texto del futuro. Porque Don Juan encarnó en su regia persona lo que de verdad debería ser el modelo de la educación para la ciudadanía, antes de que tan limpio nombre fuera pervertido.

Álbum fotográfico

Semblanza del Conde de Barcelona

Semblanza del Conde de Barcelona

Entrevista de Don Juan con Franco en el «Azor», en 1948

ABC

Con ocasión del centenario del nacimiento de Don Juan, Conde de Barcelona, el 20 de junio de 1913, creo que es posible trazar una semblanza, con perspectiva histórica, de un personaje crucial de la Historia de España en el siglo XX un poco diferente del relato vivencial de las muchas personas que lo trataron y conocieron amplia y profundamente.

Pocas veces se puede hacer constar de una manera tan clara el origen, a la vez, español e inglés, de una personalidad como la suya. Don Juan heredó de su padre Alfonso XIII un acendrado patriotismo, sentido de la dignidad y continuidad dinástica al servicio de la Corona y de la nación española; de su madre, la Reina Doña Victoria Eugenia, nieta de la Reina Victoria del Reino Unido, heredó paciencia, contención y supeditación de los impulsos en beneficio de un objetivo final: la Monarquía en España, en libertad y democracia.

La herencia inglesa por parte de la Reina Victoria Eugenia ha jugado un papel esencial en el carácter y personalidad del Conde de Barcelona, aumentada por su educación británica en la escuela naval de Dartmouth. En este sentido Don Juan, que tenía una gran pasión por España, sin embargo se alejaba del carácter profundo de los españoles descrito por Cervantes en su Don Quijote. En efecto, quizás el escritor que mejor entendió y describió la esencia del carácter nacional español -de ahí su genialidad- fue Don Miguel. Para Cervantes buena parte de los españoles viven en la fantasía, en la ilusión y no se arredran en embestir gigantes y así se explican las hazañas de la reconquista o de la conquista de imperios en América. Pero en la época westfaliana del equilibrio de las grandes potencias y en la contemporaneidad, los valores vigentes en la modernidad están descritos en diversos personajes de las obras dramáticas de Shakespeare. Por su sentido de la realidad, perseverancia y visión de futuro me atrevo a sugerir que Don Juan debía más su personalidad a la parte inglesa que a la española, era más shakespeariano que cervantino.

Partiendo de esta hipótesis, creo que se pueden relacionar varios personajes de Shakespeare con Don Juan y recoger rasgos de algunos de ellos para hacer una semblanza histórico-literaria del padre de S. M. el Rey. Por supuesto, no en sus actuaciones sino en sus marcados caracteres. A Sócrates se le atribuye la idea de que la sabiduría consistía en conocerse a uno mismo, es decir, comprender las fortalezas y debilidades de la propia personalidad. Pues bien, Ricardo III fue un modelo de superación de la adversidad gracias a un profundo conocimiento de su fortaleza. Don Juan era plenamente consciente de la suya: la legitimidad dinástica le aportaba el aplomo y seguridad necesaria para hacer frente a la ingente tarea de superar la crisis española de los años treinta y ofrecer a los españoles la solución monárquica en el dramático marco de una guerra civil, la II Guerra Mundial y una larga dictadura. A la vez Don Juan comprendía su propia debilidad derivada de un statu quo post bélico y la estabilidad que las potencias occidentales preferían en España antes que forzar un cambio político en la Península. Por eso, acordó con Franco, en un momento clave y estratégico, la educación de Don Juan Carlos en España.

En El Rey Lear de Shakespeare, Edmundo es otro ejemplo de superación de dificultades aparentemente insalvables. A diferencia de otras dinastías europeas destronadas en 1918, Alfonso XIII y el Conde de Barcelona conocían el carácter y la historia de España y sabían que la solución monárquica tarde o temprano terminaría por adoptarse en nuestra patria. Había que mantener levantado el estandarte de la Corona en medio de extraordinarias dificultades y trabajar pacientemente ofreciendo la solución monárquica en beneficio de la convivencia en paz y libertad de los españoles.

Hamlet, es otro personaje cuyos rasgos de carácter se relacionan en parte con el Conde de Barcelona: saber esperar, apreciar las oportunidades, orientarse en la buena dirección para alcanzar el objetivo estratégico que, en el caso de Don Juan era, más que personal, dinástico y patriótico. Los españoles tenemos una deuda de reconocimiento con el Conde de Barcelona y una lectura atenta de la obra de Shakespeare facilita aproximarnos a comprender la grandeza de su esfuerzo y generosidad.

La España en que nació Don Juan

La España en que nació Don Juan
ABC

El viernes 20 de junio de 1913, en la sección «La Corte en La Granja», el cronista de ABC, Gregorio Corrochano (más tarde, maestro de la crítica taurina) da la gran noticia: «Nacimiento de un Infante».

Todavía no había veraneantes en La Granja y la vida se deslizaba, allí, «tranquila, monótona, pueblerina», salvo por un dato: «Todos estamos pendientes del estado de la Reina». Después de varias falsas alarmas, la Reina sintió los primeros síntomas a las ocho y media de la tarde. Iniciaron los preparativos las baterías encargadas de hacer las 21 salvas de ordenanza; a las 12 de la noche, se avisó a la Familia Real y al Gobierno. Por fin, a la una y veinte de la madrugada, el Rey salió de la estancia real y anunció, radiante de júbilo: «Señores, ¡es un varón!»

Al día siguiente, el cronista de ABC añade más datos: «El recién nacido, que lloró dos veces en la presentación, es muy robusto; pesa cuatro kilos. Tiene el pelo negro y los ojos azules, y se llamará D. Juan. A propósito de esto, dijo el Rey que, familiarmente, le llamarían toda la vida Juanito». Se esperaba la llegada de la nodriza, Constantina Oñizo, natural de Liérganes (Santander), hija del portero mayor del Gobierno Civil de Madrid. Según un testimonio que recoge Corrochano, «el parto fue felicísimo; tanto el augusto niño como la Reina pasaron muy bien la noche y el día. El relevo de la guardia se hizo sin música, para que su sueño no fuese turbado. La Soberana está contentísima».


La situación

¿Qué sucede en el mundo aquel año de 1913 en que nació el nuevo Infante? Ha accedido a la Presidencia de los Estados Unidos el demócrata Woodrow Wilson; a la de Francia, Poincaré; a la de China, Chang-Kai-Chek. El asesinato de Jorge I de Grecia eleva al trono a Constantino I. También es asesinado, en México, el Presidente Madero: no se acaban las secuelas de la Revolución. Continúa la guerra de los Balcanes.

Ese año, comienza a construirse la ciudad australiana de Camberra. En Inglaterra, nace, con acciones violentas, el movimiento sufragista. En Nueva York, se inaugura la mayor estación ferroviaria del mundo, la Grand Central Terminal; Edison hace la primera prueba pública del cine sonoro, a la vez que Henry Ford introduce la cadena de montaje. En Francia, Coco Chanel pone de moda la blusa.

Culturalmente, es un año de grandes cambios, se anuncian ya los movimientos de vanguardia (los "ismos", según el título de Ramón Gómez de la Serna) . Stravinsky escandaliza al público de París al estrenar «La Consagración de la Primavera», que abre simbólicamente la nueva música; Picasso realiza la primera escultura construída y pinta su serie de «Naturalezas muertas»; Marcel Proust comienza a publicar «A la búsqueda del tiempo perdido», que revoluciona la novela psicológica. Aparece «Muerte en Venecia», de Thomas Mann; «Tótem y Tabú», de Sigmund Freud; la «Fenomenología», de Husserl. Nace Alberto Camus, que dará forma literaria y dimensión ética al existencialismo. Se concede el Premio Nobel de Literatura al indio Rabindranat Tagore (que llega a España en las traducciones de Juan Ramón y Zenobia). Triunfa la película «Fantomas» y trabaja ya en el cine Charlie Chaplin...

Al Infante recién nacido - y a nosotros - le toca más de cerca lo que está sucediendo ese año en España. En esa fecha, preside el Gobierno Eduardo Dato; se ha retirado de la política el conservador Maura. El mismo día 20, toma posesión el nuevo Alcalde de Madrid, Eduardo Vincenti. Continúa la guerra en Marruecos , con la ocupación de Tetuán.

España ha perdido hace poco sus últimas colonias; es un país pobre, con economía agraria, lastrado por el caciquismo, con fuertes desigualdades sociales... A pesar de todos los problemas, vive lo que hoy consideramos una Edad de Plata de la Cultura española. Muestran su plenitud literaria los hombres del 98: Unamuno, con «Del sentimiento trágico de la vida»; Baroja, con las «Memorias de un hombre de acción». Alborea ya una nueva promoción, más europea, los novecentistas: Ortega publica sus «Meditaciones del Quijote»; Pérez de Ayala, la novela de clave «Troteras y danzaderas».

El gran escritor teatral, Benavente, estrena el drama rural «La Malquerida»; reina en la escena madrileña María Guerrero. Se reinaugura el Teatro de la Zarzuela. El Teatro Real y el Liceo son centros de vida social, no sólo musical. Es ésta la Edad de Oro del cuplé y el baile español (la Fornarina, Raquel Meller, Pastora Imperio, la Argentina) y de la Tauromaquia, con Gallito y Juan Belmonte.

Alfonso XIII es un deportista activo: nadador, jinete, escalador; ese año, hace un vuelo en el dirigible «España». Su ejemplo ayuda al auge del «sport» - así se decía - y el excursionismo. Ese año, se inaugura el estadio de San Mamés, nace el Rácing de Santander.

ABC ese día

El ABC es un observatorio inigualable para asomarse a la vida cotidiana. El día que nace don Juan, tiene 24 páginas y cuesta 5 céntimos. Los cronistas hablan del «calor achicharrante»; del «desquiciamiento general», irónicamente atribuído al cambio de estación. Los anuncios recomiendan el aceite de ricino granulado; los caramelos matalombrices; el Hotel Inglés, con habitaciones a 4 pesetas; la «temperatura verdaderamente primaveral» del Trianón Palace...

¡Qué lejos queda ya aquella España! El príncipe Felipe se encontrará, cuando reine, con otra muy distinta: urbana, constitucional, pacífica, desarrollada económicamente, globalizada, con niños que manejan las últimas tecnologías y hablan inglés... Pero que - aunque algunos se opongan - quiere seguir siendo España.

Los Reyes presidieron el homenaje a Don Juan, «el gran servidor de España»

ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS
ABC

Los Reyes han presidido este jueves en la capilla del Palacio Real la
misa conmemorativa del centenario de Don Juan de Borbón, a la que han
asistido la Familia Real, la familia del Conde de Barcelona y
representantes de los tres poderes del Estado, así como personas que
estuvieron vinculadas a Don Juan.

Además de los Príncipes de Asturias, acudieron las Infantas Doña Elena
y Doña Cristina, las hermanas del Rey, Doña Pilar y Doña Margarita; la
Infanta Doña Alicia, con su hijo, el Infante Don Carlos, algunos de
los bisnietos del Conde de Barcelona, como Felipe Juan Froilán (hijo
de Doña Elena) o los hijos de Bruno y Simoneta Gómez-Acebo, es decir,
los nietos de Doña Pilar.

Sin embargo, las Infantas Leonor y Sofía no han acudido a la
ceremonia. Las hijas de los Príncipes, que sí acudieron a la misa del
centenario de su bisabuela, Doña María de las Mercedes, oficiada en
diciembre de 2010 en este mismo lugar, han cumplido hoy con sus
obligaciones escolares, como un día más.

En la homilía, el vicario general castrense, Juan del Río, rindió
homenaje «al gran servidor de España» que fue Don Juan y pidió por
«nuestra Patria, a la que Don Juan tanto amó».

Destacó el espíritu cristiano de Don Juan y dijo que sin su
generosidad, España difícilmente hubiese alcanzado «la reconciliación
social, la democracia y el desarrollo socioeconómico» logrados, y
subrayó su empeño en conseguir que la Monarquía fuera de todos y para
todos. Recordó la renuncia de sus derechos dinásticos el 14 de mayo de
1977, cuando afirmó: «Majestad, por España. Todo por España». «La
mayoría de los españoles nos sentimos orgullosos de su sentido del
ejemplo de patriotismo, sentido del deber, humanidad, diálogo y gran
apertura de espíritu que él nos dejó», afirmó el sacerdote y agregó
que el Conde de Barcelona «dio un nuevo rostro a la institución
monárquica acorde con los nuevos tiempos».

El sacerdote también aprovechó la homilía para recordar que «la carga
y el yugo que conlleva construir el bien común de los españoles, se
convierte en fuente de respeto mutuo y paz».

Numerosas personalidades

Al homenaje asistieron los representantes de los tres poderes del
Estado. Además del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudió el
expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Adolfo Suárez Illana, en
representación de su padre, el primer presidente de la Democracia.
También acudieron los ministros de Exteriores, José Manuel
García-Margallo; de Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón, igual que los presidentes del Congreso, Jesús
Posada; del Senado, Pío García-Escudero; del Tribunal Constitucional,
Francisco Pérez de los Cobos -que se estrenó en el cargo tras ser
elegido ayer-, y del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder
Judicial, Gonzalo Moliner.

También acudieron los alcaldes de Madrid, Ana Botella; de Barcelona,
Xavier Trias -Don Juan escogió el título que lleva el nombre de esta
ciudad- y de La Granja de San Ildefonso, José Luis Vázquez Fernández
-por ser la localidad en la que nació-.

El homenaje a Don Juan contó con la presencia del vicepresidente de la
Fundación Don Juan de Borbón, Francisco Vázquez Requero; del
presidente de la Fundación Conde de Barcelona, Javier Godó; el decano
del Consejo Permanente de la Diputación de la Grandeza, Duque de
Aliaga; el secretario de esta institución, Carlos Espinosa de los
Monteros, marqués de Valtierra, y Catalina Luca de Tena. En
representación de la Orden del Toisón de Oro, asistió Víctor García de
la Concha.

Además, estuvieron presentes los representantes de las Reales
Maestranzas de Caballería de Granada, Sevilla, Ronda, Valencia y
Zaragoza, de las órdenes militares, de la Casa del Rey y de la Casa de
los Condes de Barcelona.

martes, 18 de junio de 2013

Pompa y circunstancia de la Familia Real Británica en la Orden de la Jarretera

La reina Isabel II junto a su nieto. El príncipe Guillermo, duque de Cambridge, no es miembro de la orden, sino Caballero Real. Será miembro cuando su padre acceda al trono y él sea el heredero.

Semana

Isabel II y el príncipe Carlos presiden en el castillo de Windsor la vistosa ceremonia de una de las órdenes más antiguas del mundo, cuyo origen data de 1348. Guillermo fue sin Kate que ya se ha retirado de la vida pública hasta dar a luz.

La reunión de la Nobilísima Orden de la Jarretera (The Most Noble Orden of Garter) es una de las más vistosas de las que se celebran en el Reino Unido. Esta orden de caballería (a la que pertenece el rey de España, don Juan Carlos, como Caballero Extranjero, desde 1988) es también la más antigua de Gran Bretaña. Tiene como patrón a San Jorge y fue fundada en 1348 por Eduardo III. Sus orígenes se funden en la leyenda pues han desaparecido los documentos originales de la fundación.

La orden cuenta con 25 Caballeros y Señoras Compañeros, además del rey (en este caso reina) y el príncipe de Gales. Luego están los Caballeros y Damas Reales (que son algunos, no todos, miembros de la familia real) y los Caballeros y Damas Extranjeros, entre los que, como hemos dicho, figura el rey Juan Carlos.

Guillermo, duque de Cambridge es, desde 2008, Caballero Real. Ayer acudió sin su esposa, Kate Middleton, que desde que asistió el pasado fin de semana al TROOPING THE COLOUR cerró su agenda de actos públicos hasta la llegada de su hijo… o hija. Un detalle que a efectos de sucesión no tendrá la menor importancia, pues el Gobierno tiene ya ultimado (está en los trámites finales) la reforma de la Ley de Sucesión para que no exista preferencia del varón frente a la mujer.

El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, que el pasado 10 de junio cumplió 92 años, no asistió por estar convalenciente de una reciente operación intestinal de la que ya ha sido dado de alta.


domingo, 16 de junio de 2013

La Familia Real Británica celebra Trooping the Colour



Bekia

Como cada año tuvo lugar el desfile militar 'Trooping the Colour' en el que se celebra de forma oficial el cumpleaños de la Reina Isabel II. Una vez más, varios miembros de la Familia Real Británica desfilaron a caballo, mientras que el resto lo hicieron en coche de caballos.

Cuando no han pasado ni dos semanas desde que los Mountbatten-Windsor se reunieron con motivo del 60 aniversario de la coronación de la Reina Isabel, la familia vuelve a unirse para uno de los actos más pomposos e importantes en el calendario regio británico.

En este 2013 ha habido una gran ausencia, la del Duque de Edimburgo, que permanece ingresado en el hospital tras una intervención exploratoria y un examen abdominal. El Príncipe Felipe se recupera satisfactoriamente, pero seguirá en el hospital más tiempo. Si este año ha sido noticia su ausencia, en 2012 lo fue su presencia, pues acababa de recuperarse de una infección de vejiga que le hizo perderse parte de los actos centrales del Jubileo de Diamante.

La despedida de Kate Middleton hasta su maternidad


Entre los presentes destacó la Duquesa de Cambridge, que desfiló en carruaje junto a la Duquesa de Cornualles y el Príncipe Harry en el que ha sido su último acto oficial antes de convertirse en madre por primera vez de un bebé que nacerá en julio y que estará llamado a reinar algún día. Kate Middleton se vistió para la ocasión de Alexander McQueen con un abrigo de color rosa pastel y sombrero a juego.

Además de los soldados que participaron en el acto desfilaron a caballo el Príncipe Carlos, coronel de la Guardia Galesa, el Príncipe Guillermo, coronel de la Guardia Irlandesa, y la Princesa Ana, coronel del regimiento de caballería de los 'Blues and Royals'. Por su parte, la Reina Isabel II realizó el desfile en una carroza acompañada por su primo, el Duque de Kent.

Los restantes miembros de la Familia Real Británica fueron en un coche de caballos; de este modo, si Camilla, Kate y Harry fueron en uno, otro estuvo reservado para el Príncipe Andrés de Inglaterra y sus hijas, las Princesas Beatriz y Eugenia de York, mientras que en otro pasearon los Condes de Wessex y sus dos vástagos, Lady Louise Windsor y el Vizconde Jacobo Severn.

El tradicional saludo desde el balcón


Tras el desfile militar, la Familia Real Británica salió al balcón del Palacio de Buckingham para saludar a los ciudadanos y contemplar desde allí la tradicional exhibición aérea con la que se cierran los actos de Trooping the Colour.

En esta ocasión se festejaba el 87 aniversario de Isabel II. Aunque la Reina sopló las velas el pasado 21 de abril, su celebración oficial tiene lugar este sábado de junio. La primera vez que se realizó 'Trooping the colour' para conmemorar el nacimiento de un rey fue en 1748. Asimismo, en 1760, durante el reinado de Jorge III se ordenó el desfile por primera vez.

Historia

Álbum de fotos

viernes, 14 de junio de 2013

El recuerdo de Don Juan une a la Familia Real

ABC

El próximo jueves, 20 de junio, se cumplirán cien años del nacimiento
de Don Juan de Borbón y, con este motivo, la Familia Real
prácticamente al completo asistirá a una ceremonia religiosa en la
Capilla del Palacio Real. En principio, se dijo que el funeral se
haría en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que es donde
descansan los restos mortales del padre del Rey y donde se ofició el
funeral del décimo aniversario de su muerte. Sin embargo, finalmente
la misa se oficiará en la capilla del Palacio Real, con capacidad para
unas doscientas personas. En esta capilla también se ofició en 2010 la
ceremonia religiosa con motivo del centenario del nacimiento de la
madre de Don Juan Carlos, Doña María de las Mercedes.

La misa conmemorativa del nacimiento de Don Juan es un acto en el que
se mezcla lo institucional con lo familiar, ya que por un lado se
trata del centenario del que fue Jefe de la Dinastía en el exilio y
una persona que jugó un papel fundamental en la reconciliación de los
españoles, pero por otro lado, para sus hijos y nietos, también se
trata de una misa en recuerdo de su padre y abuelo.

Al funeral asistirán los Reyes, los Príncipes de Asturias, las
Infantas Doña Elena y Doña Cristina y los ocho nietos de Don Juan
Carlos y Doña Sofía, siempre y cuando se lo permitan sus obligaciones
escolares. También acudirán las hermanas del Rey, Doña Pilar y Doña
Margarita.

Para Doña Cristina este será el primer acto institucional al que
asista desde el 12 de octubre de 2011, cuando acudió a la celebración
de la Fiesta Nacional. A quien no se espera en la ceremonia es a Iñaki
Urdangarín, que permanece apartado de la actividad institucional desde
que se conoció que estaba siendo investigado por la Fiscalía
Anticorrupción. El marido de Doña Cristina no llegó a tratar
personalmente a Don Juan, ya que falleció tres años antes de que la
pareja se conociera. No obstante, Urdangarín sí que asistió en 2003 al
funeral que se ofició en el décimo aniversario de la muerte del Conde
de Barcelona. El hecho de que Doña Cristina asista a esta ceremonia,
de carácter familiar, no significa que vaya a retomar de forma
habitual la actividad institucional.

Don Juan nació el 20 de junio de 1913 en el Palacio de La Granja y era
el quinto hijo de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Tras la
renuncia de sus dos hermanos varones mayores, Alfonso y Jaime, Don
Juan se convirtió en Heredero de la Corona española.

jueves, 13 de junio de 2013

Los Príncipes ofrecen una cena oficial a Naruhito en el Palacio Real

Los Príncipes ofrecen una cena oficial a Naruhito en el Palacio Real

ABC

Casi un centenar de invitados se han congregado esta noche en el Palacio Real en la cena oficial ofrecida por los Príncipes de Asturias al Príncipe Heredero de Japón, Naruhito, con motivo de su visita a España.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, Industria, José Manuel Soria, y Educación y Cultura, José Ignacio Wert, encabezaban la amplia representación española que ha acudido al Salón de Columnas del Palacio Real.

Se ha utilizado este recinto para la cena, en lugar del comedor de gala, donde se suelen celebrar las cenas con el jefe del Estado.

Previamente, los príncipes han recibido a Naruhito en el Salón Teniers, ante un nutrido grupo de fotógrafos y camarógrafos, para proseguir con una recepción a los invitados de los anfitriones y el Heredero del Trono del Crisantemo en la Saleta Gasparini.

Durante esta línea de saludos, el Príncipe de Asturias ha hecho de introductor de algunos de los representantes españoles, al ofrecer explicaciones sobre sus cargos a Naruhito, que en varias ocasiones ha intercambiado palabras con algunos de ellos.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la alcaldesa de la capital, Ana Botella, el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, el del Comité de Cooperación Empresarial España Japón, José Manuel Entrecanales, así como empresarios españoles de los sectores vitivinícola, aceitero, de la energía solar, el papel y el cacao han estado presentes en la mesa.

Del ámbito cultural, han sido invitados la bailaora María Pagés y el restaurador Joan Roca, de El Celler de Can Roca, considerado un año más el mejor restaurante del mundo.

Por la parte japonesa había destacados representantes de sus principales empresas, como Mikio Sasaki, presidente de Mitsubishi, y diversos cargos vinculados a la celebración del Año Dual España Japón y a los órganos de cooperación de los dos países.

El menú servido ha consistido en unas «pequeñas delicias» y gazpacho de buey de mar al aroma de albahaca, merluza con crema de vaina y tirabeques y ensalada de frutas, regado con vinos blancos, tintos y cava.

«Lazos sólidos de amistad»

El Príncipe de Asturias ha animado a «explorar todas las oportunidades» de cooperación que ofrece Japón, «especialmente en el ámbito económico», para superar los «desafíos» a los que se enfrenta España y se ha mostrado convencido de que ambos países lograrán «sobreponerse a las dificultades», como ya «han puesto de manifiesto a lo largo de la Historia».
Don Felipe ha destacado que España y Japón son «viejas naciones con una larga historia y una probada capacidad de superación ante los retos del futuro», a la que, además de estos esfuerzos por superar las dificultades, les une «una fuerte atracción cultural en todos los campos y unos lazos sólidos de amistad».

lunes, 10 de junio de 2013

Habanera gaditana para un Príncipe

Elperiodista de ABC Antonio Burgos ha sido galardonado con el prestigioso premio Luca de Tena por su trayectoria periodística.

Anteriormente fue premiado con el Mariano de Cavia por un artículo que, por su interés, recuperamos de su web, dedicado al Príncipe Felipe.

En enero de 1987, el buque-escuela de la Armada "Juan Sebastián Elcano" inició en Cádiz, como todos los años, su crucero de instrucción, llevando aquella vez a bordo como guardiamarina a S.A.R. El Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón. El buque y el augusto alumno fueron despedidos en el muelle gaditano por SS.MM. Los Reyes y por S.A.R. El Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón. Burgos dedicó a este tema el recuadro del día, artículo que fue luego galardonado con el premio "Mariano de Cavia" de 1988, por un jurado presidido por Manuel Halcón e integrado, entre otros, por Fernando Lázaro Carreter y Jesùs de las Cuevas. Este es el artículo premiado:

Habanera gaditana para un Príncipe

...YCádiz será más virreinal que nunca, y hablarán por los blancos cierros de la calle Sacramento los ¡oros de Puerto Rico, la caoba de Camagüey, las lentas mecedoras dominicanas de rejilla y suspiro. Que en sus cuatro palos, cruzado el trinquete, una goleta izará el trapo de sus veinte velas para que un real mozo, vestido con el mismo azul sereno y profundo de la mar en invierno, tenga pañuelos con que decir adiós a una madre que lo despide y a una tierra que se aleja, arriba los gavieros y juaneteros, los pitos interpretando la vieja habanera de los contramaestres,mientras la gente al pie de la jarcia suelta aparejos como quien está pintando sobre el océano la vieja marina de un pintor borracho, con apellido inglés, que se perdió definitivamente con el fino de Chiclana en los mármoles coloniales de los mostradores de las tiendas los chicucos de la Montaña.

Y Cádiz será hoy más virreinal que nunca, y los leones de Hércules dejarán por un momento la apostura trimilenaria del escudo, y el pendón morado, al viento de las Puertas de Tierra no marcará la frontera del viejo mundo de la Itaca andaluza, sino que sus colores doceañistas de guacamayos y lechuguinos, de derechos del hombre y españoles justos y benéficos, ondearán sobre los que fueron puertos del Rey de España y de las Indias, tan cercanas que con la mano alcanzarse en la memoria pueden, como si Cartagena fuera Puerto Real o como si Veracruz fuera Sanlúcar o los guiños del faro de Chipiona.

Andalucía puede, de siglo en siglo, permitirse estos lujos. El Cádiz que todavía está esperando que le llegue el último galeón de la Carrera de Indias despide hoy a la última goleta de las naves del Rey de España, que a su bordo lleva un real mozo al que en el muelle despide una madre, a la que la Tacita trimilenaria le prestará el pañuelo de la cal de sus tejados. Esto, como comprenderán, no es una noticia. Andalucía, de siglo en siglo, puede permitirse estos lujos, que no escribe noticias, sino poemas de Agustín de Foxá, de José María Pemán. Andalucía puede permitirse estos lujos, de escribir hoy, en los muelles de Cádiz, entre cigarreras de la Cuesta de las Calesas y pimpis de los hules del Achuri, el mejor romance que soñar pudiera Rafael de León, al que ya a la noche, cuando el cruzado trinquete y los cuatro palos del "Juan Sebastián Elcano", sean ya sólo el suspiro de una novia, el faro de San Sebastián pondrá el sello de plata de su blanco guiño como quien encierra la carta de amor de un guardia marina en el palosanto de un secreter que vino de Santiago de Cuba.

Y quedarán en Cádiz esas catedrales de las Indias virreinales que la historia dejó por embarcar, que no había en la carena de los galeones lugar para tanta belleza, gemelas torres del Carmen en la Alameda, iglesia de San José que está esperando un obispo escapado de una sonata americana de Valle Inclán...

Ni a soñar que se echara Andalucía hubiera podido escribir una habanera más rica en el piano solterón de las señoritas de miriñaque de la calle Ancha. Ese Cádiz que todavía espera el último galeón le dice adiós a la última goleta. En el muelle, un Rey de España, perfil de moneda para que los duros antiguos sigan en Cádiz dando que hablar. En la goleta, un real mozo, rubio de copla, alto de cuadro de Sotomayor: el que será el Rey de España en el siglo XXI se va lejos, de embarcado, y su goleta no sale de esta mar de plata a la que el invierno pone la misma color serena y profunda de su uniforme de guardia marina, sino que zarpa de los hondones del siglo XIX Andalucía, de siglo en siglo, puede permitirse estos lujos, parar el reloj de la historia y que no haya más tiempo que el dorado reflejo de la cúpula de la catedral. Cádiz, hoy, con un real mozo que sale del siglo XIX para hacerse el Rey de España en el siglo XXI, será más virreinal que nunca y los miradores serán pañuelos de cal para escribirle el adiós de una habanera.

sábado, 8 de junio de 2013

Boda Real en Suecia

Magdalena de Suecia y Chris O'Neill se casan

Berlín. (EFE).- La princesa Magdalena de Suecia contrajo hoy matrimonio en Estocolmo con el financiero estadounidense Christopher O'Neill, en una ceremonia que constituye la segunda boda real en tres años, tras la de su hermana mayor y heredera del trono, Victoria.

En la capilla del Palacio Real sueco, entre una canción de Marie Fredricksson -voz femenina del dúo Roxette- y los deseos de felicidad de su hermana Vitoria, Magdalena se convirtió en esposa de O'Neill, vestida con un traje de encaje de Valentino.

En su idioma natal ella y en inglés él, la pareja intercambió los votos matrimoniales en una nueva versión menos mediática de la ceremonia nupcial protagonizada hace tres años por la heredera, Victoria, y su esposo, Daniel.

Los reyes, Carlos Gustavo y Silvia, y su único hijo varón, Carlos Felipe, así como los herederos de los tronos de Noruega y Dinamarca -Haakon y Federico, con sus respectivas esposas Mette-Marit y Mary-, ocuparon los lugares más destacados en la parroquia de la casa real sueca.

El llamado "club de los jóvenes príncipes escandinavos" tuvo un protagonismo casi absoluto de la ceremonia, celebrada en un Estocolmo, donde lucía un sol radiante.

No acudieron, al parecer por razones de agenda, ni representantes de la casa real española ni tampoco de la holandesa, pero sí lo hicieron Guillermo y Stephanie de Luxemburgo, y Maria Chantal y Pablo de Grecia, entre otros miembros de las monarquías europeas.

Las miradas se concentraron, sin embargo, en Charlène de Mónaco, espléndida pero sola, puesto que el príncipe Alberto no acudió, lo que reabrió los comentarios sobre una eventual crisis en la pareja.

La ausencia del príncipe se explicó en otro compromiso -una fiesta en un club náutico-, pero era la segunda ocasión solemne en que aparecía sólo uno de los dos, después de que Alberto acudiera sin Charlène a la entronación de Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.

El otro foco de los comentarios fue la novia de Carlos Felipe, Sofia Hellqvist, una actriz con pasado erótico que protagonizará en breve la siguiente boda real en Estocolmo.

La boda de Magdalena, de 30 años y cuarta en la línea de sucesión al trono del rey Carlos Gustavo, fue oficiada por Lars-Göran Lönnemark, obispo emérito, y por Michael Bjerkhagen, predicador de la congregación de la corte sueca.

Los medios describieron la ceremonia como sobria y alegre, marcada por las sonrisas de la pareja y sus familiares, en la hermosa capilla que apenas ha sufrido retoques desde su inauguración en 1754.

La boda de Victoria, en 2010, tuvo lugar en la catedral, pero en esta capilla se han celebrado hasta ahora cinco bodas reales, la última en 1974 entre la princesa Cristina, tía de Magdalena, y Tord Magnusson, así como el bautizo de Estela, hija de Victoria y Daniel.

A la ceremonia siguieron veintiuna salvas, disparadas desde las cercanas instalaciones militares de Skeppsholmen, más el tradicional cortejo en carroza por Estocolmo, bajo el sol y a 25 grados, lo que propició la presencia de miles de ciudadanos a su paso.

Con la boda de Magdalena y Chris, como se llama a su marido, culmina una relación que comenzó hace dos años en Nueva York.

En Chris O'Neill Magdalena encontró a su alma gemela, según ha afirmado ella misma, y con él recuperó la alegría desde la Gran Manzana, donde empezó colaborando en World Childhood -ONG auspiciada por la reina Silvia-.

Tras la boda, la pareja tiene previsto regresar a Nueva York, ya que Magdalena quiere continuar con su trabajo y O'Neill con el suyo en el mundo de las finanzas, por lo que ha renunciado a recibir un título real.

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domingo, 2 de junio de 2013

Coronación de Isabel II

 

Se conmemora hoy el 60 aniversario de la Coronación de Isabel II en 1953.

La Casa Real Británica, a través de su web, ha presentado una exposición que podrá visitarse este verano en el Palacio de Buckingham con objetos históricos relacionados con la Coronación.

Así mismo, se puede leer en su web interesante información acerca de ese gran acontecimiento y de las anteriores Coronaciones.

The Queen's Coronation

The Diamond Jubilee