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El príncipe Friso de Orange-Nassau, segundo hijo de la Reina Beatriz de Holanda, seguía anoche luchando por su vida en un hospital de Austria, tras ser alcanzado por una avalancha mientras esquiaba en la estación de Lech, en la región del Tirol. El accidente ocurrió cuando el príncipe, que estaba esquiando fuera de pista con tres compañeros, fue alcanzado por un alud de unos 30 metros de ancho que lo arrastró ladera abajo.
El príncipe pasó al menos quince largos minutos enterrado bajo la nieve, aprisionado por el alud que se había abatido sobre su cuerpo. Cuando el equipo de rescate logró sacarlo de la nieve, ya había dejado de respirar, pero pudo ser reanimado por los socorristas, que lo trasladaron en helicóptero al hospital de la ciudad de Innsbruck. Sus compañeros pudieron escapar de la trayectoria del alud, lo que facilitó las labores de localización del príncipe, porque pudieron señalar rápidamente la zona donde debía procederse a cavar.
Según el servicio oficial de información del Gobierno holandés (RVD), los médicos necesitarán aún varios días antes de conocer la gravedad de las lesiones que ha sufrido el príncipe, principalmente a causa del periodo en el que su organismo ha estado sin oxigenación. En ocasiones, la baja temperatura del interior de la nieve ayuda a defenderse al cerebro de esta situación normalmente irreversible. Pero, en este caso, han saltado ciertos rumores alarmistas, que la RVD no ha reflejado, que indican que el príncipe tiene una fractura de cráneo. La versión oficial a última hora de anoche era que el príncipe Friso se encuentra «estable, pero en un estado muy crítico».
La Reina Beatriz y la esposa del príncipe, Mabel, se encuentran en el hospital de Innsbruck, puesto que estaban pasando unos días de vacaciones juntos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, declaró que había hablado con la Reina por teléfono y que le había afirmado que por el momento los médicos no podían hacer nada más que esperar. «Solo sabemos que en estos momentos tiene a su disposición los mejores médicos y está recibiendo una muy buena atención facultativa», dijo Rutte en una comparecencia pública en la ciudad de La Haya. Hace décadas que la Familia Real holandesa va a esquiar a la estación austriaca de Lech, y el Príncipe Heredero Guillermo de Holanda, su esposa Máxima y sus hijas tenían previsto sumarse este fin de semana a los demás miembros de la Familia Real para pasar juntos una parte de las vacaciones de carnaval. Finalmente el Príncipe Heredero y la Princesa Máxima se trasladaron de todos modos urgentemente a Innsbruck ayer por la tarde, para acompañar a la Reina y a la esposa del accidentado.
Según portavoces de la estación de Lech, las intensas nevadas que se han producido en las últimas dos semanas aumentan el peligro de avalanchas en las zonas soleadas de la estación durante los próximos días, que serán de gran afluencia.
Los espesores que se han producido debido a los efectos de la ola de frío siberiano han alcanzado grosores inéditos en ciertas zonas del Tirol austriaco. El accidente se produjo en una zona no balizada de las pistas, solo accesible para esquiadores expertos. El alud de nieve no fue especialmente grande, pero sí lo bastante intenso como para arrastrar al príncipe Friso.
Algunos miembros de la Familia Real belga también suelen acudir a esta estación para pasar sus vacaciones en la nieve.
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