- El príncipe Guillermo, ayer, con el director de una oenegé en Camberwell, al sur de Londres.
- Foto: AP / JOHNNY GREEN
BEGOÑA ARCE
El Periódico
Enciclopedias enteras y más de un culebrón se han escrito sobre la muerte de Diana de Gales. Poco se sabe en cambio de cómo aquella súbita desaparición afectó a sus hijos. El Reino Unido celebra el domingo 22 de marzo el día de la Madre y el príncipe Guillermo, habló ayer en público del «vacío» que siente cada vez que llega esa fecha. El joven acaba de convertirse en el patrón de una oenegé, Child Bereavement Charity, con la que Diana estuvo asociada. La organización se dedica a apoyar a las familias que pierden un hijo, o los hijos que pierden a sus padres. «Mi madre Diana estaba presente en vuestra presentación hace 15 años. Hoy me siento increíblemente orgulloso de poder continuar su apoyo a vuestra fantástica obra, convirtiéndome en vuestro patrón real», comenzó a decir el príncipe, al aceptar el cargo. «Lo que mi madre reconoció entonces, y lo que yo ahora comprendo, es que perder un miembro de la familia más próxima es una de las experiencias más duras que alguien debe soportar», prosiguió. «El no poder decir la palabra mamá de nuevo en toda tu vida, no parece una gran cosa. Pero para muchos, entre los que me incluyo, ahora [mamá] es solo una palabra hueca y solo evoca recuerdos», declaró Guillermo.
El príncipe tenía 15 años cuando tuvo que soportar la tragedia personal de perder a su madre ante la mirada del mundo entero. Desde entonces el joven trata de preservar al máximo su vida privada.
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