MADRID. Su Alteza Real la Princesa de Asturias entregó anoche dos de los premios de literatura infantil y juvenil más importantes del mundo: El Barco de Vapor, que recayó en «El secreto de If», de Ana Isabel Conejo Alonso y Francisco Javier Pelegrín, y el Gran Angular, que recibió Fernando Marías, por «Zara y el librero de Irak». Los premios, convocados por la Fundación SM, cumplen treinta años de vida. Doña Letizia hizo una profunda reflexión como madre sobre la importancia de la lectura: «Quienes tenemos hijos, aunque todavía sean pequeños y no sepan leer, sabemos lo que disfrutan cuando los sentamos en nuestro regazo y leemos un libro. El niño oye nuestra voz y mira nuestros ojos. La lectura fomenta ese vínculo de amor con los niños y es la herramienta imprescindible de aprendizaje. Una herramienta para crecer como seres humanos libres, educados, responsables y cultos. Abrir un libro, leer un cuento, ser el eterno viajero inmóvil... Ésta es la forma mágica con la que la lectura nos ayuda a despertar sensibilidades, a cultivar valores y expresar sentimientos. Cuando leemos nos hacemos más personas».
La Princesa preguntó «qué hay mejor que dedicarle tiempo a un bebé que apenas balbucea, pero que ya toca y goza del contacto de uno de esos estupendos libros blandos tan bien ilustrados. Y esto es sólo el principio. El resto del camino es una historia maravillosa entre un niño que crece y sus libros». Doña Letizia entregó el XVIII premio Internacional de Ilustración a Tàssies, y el Sierra i Fabra para jóvenes a África Vázquez Beltrán.
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