Editorial ABC
Los 75 años que cumple hoy Doña Sofía son el reflejo de una vida marcada por la entrega a una nación que ha hecho suya desde la más profunda vocación de servicio.
No resulta exagerado afirmar que pocas personas como la Reina han sabido identificarse con el sentimiento y las raíces de España, un país que le era ajeno cuando contrajo matrimonio con Don Juan Carlos en 1962. Los 75 años que cumple hoy Doña Sofía son el reflejo de una vida marcada por la entrega a una nación que ha hecho suya desde la más profunda vocación de servicio, con un arrojo discreto que le ha valido el reconocimiento, el afecto y la admiración de una inmensa mayoría de españoles. Si la Corona ha sido y es pieza clave en el éxito de nuestro sistema constitucional, la Reina ha sido y es pieza clave en el éxito de la Corona, porque ha sabido entender de manera admirable lo que representa la Monarquía como símbolo de comunión con el pueblo. La Corona obliga a sacrificios; a soportar el peso de esa cruz a la que se refirió el Rey cuando Don Felipe fue nombrado Príncipe de Asturias. Y Doña Sofía ha asumido su responsabilidad con una determinación imperturbable, aún en las más dificiles circunstancias, consciente de que lo que significa ser Reina de España y, sobre todo, consciente del papel que como Reina de España ha tenido que desempeñar en momentos especialmente complejos. Esa singular virtud de estar siempre en el lugar que le corresponde hace que la imagen de la Reina sea percibida como un ejemplo a seguir, al margen de ideologías o partidismos. Resulta especialmente destacable su cercanía hacia quienes más lo necesitan, ofreciendo ayuda y consuelo a las víctimas de un atentado o de una catástrofe natural, y también a los que sufren por razones de discapacidad o de escasez de recursos. En el plano internacional, sirve de apoyo con su presencia constante a la cooperación española y a otros múltiples proyectos de buena voluntad. Es bien conocido su apoyo a la cultura, con especial predilección por la música, no solo por su reconocida afición a las bellas artes, sino también porque es muy consciente del impulso que supone para España la condición de gran potencia cultural.
No se deben eludir las dificultades que han afectado recientemente a la Familia Real. En este contexto, la Reina cumple una función esencial para conjugar los aspectos públicos y privados de determinados asuntos, que son complejos y delicados por su propia naturaleza. ABC cuenta entre sus señas de identidad con una apuesta permanente en favor de la Monarquía de todos los españoles. Desde esta convicción profunda, el ejemplo de la Reina nos reafirma en el valor de la Corona como símbolo de comunión con el pueblo. Pocos como Doña Sofía han cumplido esa misión. Y en sus 75 cumpleaños, ABC aprovecha la ocasión para felicitarla y, al tiempo, agradecerle su entrega al servicio de España y de los españoles.
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