ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS
ABC
Los Príncipes de Asturias terminaron anoche en Nueva Delhi uno de los viajes más intensos de su vida oficial y también uno de los más emocionantes para Don Felipe, que ha heredado de su madre, la Reina, la pasión por la India. No ha habido discurso en el que no recordara los «frecuentes viajes» que hizo «durante mi infancia y juventud a esta tierra que nos cautiva». Por ello, regresar ahora con la Princesa para realizar su primera visita oficial juntos, tenía una especial significación. Sin embargo, los Príncipes tenían una agenda tan apretada que no han podido disfrutar en privado de «las maravillas» de la India.
Ayer, en su última jornada, se reunieron con las principales autoridades de la República. Almorzaron con la presidenta, la hindú Pratibha Patil, y la comida se desarrolló de forma tan agradable que se prolongó 40 minutos más de lo previsto. También se vieron con el primer ministro, Manmohan Singh, que es sij; cenaron con el vicepresidente, Mohammad Ansari, que es musulmán, y recibieron al líder de la oposición, Lal Krishna Advani.
Además, los Príncipes se descalzaron, como señal de respeto, para rendir homenaje al Mahatma Gandhi, ante cuyo mausoleo lanzaron pétalos de flores y recordaron los «Siete pecados sociales» que describió el líder pacifista. Como obsequio recibieron un busto de Gandhi.
Inauguraron el Instituto Cervantes de Delhi, el primero de la India. El edificio linda con el Templo Hanuman, el dios mono de la religión hindú, pero también el dios de la gramática. Habitualmente hay unos 80 monos merodeando por el Instituto Cervantes, pero ayer sólo había dos machos dominantes, alquilados por la directora de la institución, Carmen Caffarel, para que ahuyentaran a los demás. En el acto, el Príncipe destacó la «creciente demanda» de aprender español que hay en la India, donde consideran a nuestro idioma «un instrumento idóneo pra abrirse nuevas oportunidades».
Antes de partir también recibieron a la colonia española de Delhi. Entre ellos, el nuncio de Su Santidad en la India, Pedro López Quintana, quien, a preguntas de ABC, comentó que la mayor parte de los católicos de este país asiático son parias o intocables.
Ayer, en su última jornada, se reunieron con las principales autoridades de la República. Almorzaron con la presidenta, la hindú Pratibha Patil, y la comida se desarrolló de forma tan agradable que se prolongó 40 minutos más de lo previsto. También se vieron con el primer ministro, Manmohan Singh, que es sij; cenaron con el vicepresidente, Mohammad Ansari, que es musulmán, y recibieron al líder de la oposición, Lal Krishna Advani.
Además, los Príncipes se descalzaron, como señal de respeto, para rendir homenaje al Mahatma Gandhi, ante cuyo mausoleo lanzaron pétalos de flores y recordaron los «Siete pecados sociales» que describió el líder pacifista. Como obsequio recibieron un busto de Gandhi.
Inauguraron el Instituto Cervantes de Delhi, el primero de la India. El edificio linda con el Templo Hanuman, el dios mono de la religión hindú, pero también el dios de la gramática. Habitualmente hay unos 80 monos merodeando por el Instituto Cervantes, pero ayer sólo había dos machos dominantes, alquilados por la directora de la institución, Carmen Caffarel, para que ahuyentaran a los demás. En el acto, el Príncipe destacó la «creciente demanda» de aprender español que hay en la India, donde consideran a nuestro idioma «un instrumento idóneo pra abrirse nuevas oportunidades».
Antes de partir también recibieron a la colonia española de Delhi. Entre ellos, el nuncio de Su Santidad en la India, Pedro López Quintana, quien, a preguntas de ABC, comentó que la mayor parte de los católicos de este país asiático son parias o intocables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario