jueves, 29 de octubre de 2009

La Familia Real rinde un último homenaje a Sabino Fernández Campo


Madrid, 28 oct (EFE).- La Familia Real al completo ha rendido esta tarde un último homenaje al que fuera colaborador directo de Don Juan Carlos durante dieciséis años, Sabino Fernández Campo, con el funeral celebrado esta tarde por su alma en la capilla real del Palacio de El Pardo.

El arzobispo castrense emérito, José Manuel Estepa, ha oficiado la ceremonia religiosa, celebrada por deseo de Don Juan Carlos en la intimidad, con la asistencia de la familia del conde de Latores, el personal de la Casa del Rey y los colaboradores de Fernández Campo mientras trabajó en el palacio de la Zarzuela entre 1977 y 1993.

En la capilla del Pardo, los Reyes, los Príncipes de Asturias, las Infantas Elena y Cristina e Iñaki Urdangarín han seguido la ceremonia desde el lado del Evangelio, y detrás de ellos los altos cargos de la Casa del Rey: su jefe, Alberto Aza, su secretario general Ricardo Díaz Hochleitner, y el jefe del Cuarto Militar, teniente general Carlos victoria de Ayala.

María Teresa Álvarez, viuda de Fernández Campo, ha estado acompañada por los hijos del Conde, que perdió a otro llamado como él en un accidente de tráfico en 1994, sus nietos y otros familiares.

Nada más llegar a la capilla la Familia Real ha dado el pésame a la viuda y los hijos de Sabino Fernández Campo, en cuyo funeral ha estado también el anterior jefe de la Casa del Rey, Fernando de Almansa, entre otros.

Al finalizar el oficio religioso los Reyes han querido saludar a la familia de Fernández Campo y a las más de cien personas que han asistido al funeral.

Fernández Campo falleció en la madrugada del pasado lunes, a los 91 años en la clínica Ruber Internacional, donde fue ingresado el 12 de Octubre a consecuencia de una infección intestinal.

La Reina fue a visitarle y Don Juan Carlos llamó por teléfono en numerosas ocasiones para interesarse por su estado.

El mismo día del fallecimiento, el lunes 26 de octubre, los Reyes se acercaron por la tarde hasta el tanatorio de la Paz, donde se encontraba la capilla ardiente, para dar el pésame a la familia. Por la mañana estuvieron las Infantas y a última hora de la jornada los Príncipes de Asturias que ese día estuvieron en Barcelona por motivos de trabajo.

Ayer se celebró en la catedral de Oviedo, su ciudad natal, el funeral por su alma y después sus restos fueron trasladados hasta el cementerio de El Salvador, en San Esteban de las Cruces, acto que se desarrolló en la intimidad familiar y sin la presencia de autoridades.

El Rey le nombró consejero privado vitalicio cuando dejó la jefatura de la Casa del Rey en 1993.

Vivió junto al Monarca los momentos más importantes de la transición y se le recuerda especialmente por su papel el 23 de febrero de 1981, cuando el intento de golpe de Estado.

Tanto entonces como después, hasta su muerte, su vida se caracterizó por su fidelidad a la Corona y por su discreción.

martes, 27 de octubre de 2009

Palabras de Don Sabino



Son unánimes las palabras de elogio dedicadas a Don Sabino por parte de personas de todos los sectores de la sociedad.

A continuación reproduzco algunas de las frases que han publicado los periódicos que dan buena idea de la personalidad de Don Sabino.

Al Rey siempre le dijo lo que pensaba. Le gustara o no. Incluso llegó a advertirle del riesgo que implicaban algunas amistades aunque en ello le fuera el cargo. "Si siempre le aplaudiera no sería leal", llegó a afirmar. El ex jefe de la casa del Rey era un hombre discreto, pero no silencioso.

"Siempre que me preguntan, opino. A mí España me interesará siempre. ¿Por qué voy a tener que callarme? ¿Por haber estado 17 años al lado del Rey?".

Sin embargo, el general no era un hombre silencioso. Le gustaba expresar sus opiniones a las claras, dejando traslucir sus profundas convicciones morales y católicas, su sentido de la unidad nacional y también sus temores.

Y es que su carrera pareció girar en torno a un concepto tan valioso como intangible: el silencio. "No está necesariamente reñido con la crítica. Yo no quiero presumir de silencio, de callarme porque no puedo decir las cosas gravísimas que sé. Pero el silencio es importante, hay muchas cosas que no interesa decir. He llegado a una edad de máxima prudencia, de no querer ofender a nadie y de pedir perdón y perdonar a los demás", decía en una entrevista concedida tras sobrepasar la barrera de los 80 años.

"Mi papel ha sido siempre secundario, se ha caracterizado por estar siempre al lado de alguien, nunca por encima. Ser secundario es no querer nunca ocupar el puesto principal, sino aconsejar bien y estar siempre al servicio", dijo de sí mismo.

"Todo el mérito es del Rey. Yo sólo tuve la suerte de estar al lado de él, suerte de la que no quiero vanagloriarme. Soy muy compañero de mis compañeros y fue muy triste que gente querida del Ejército se equivocara, lo lamenté muchísimo", decía, humilde.
El hombre que acuñó la famosa frase «ni está ni se le espera» durante muchos años no quiso hablar ni siquiera de la noche del 23-F. En otra entrevista a ABC aseguraba: «Mi papel se redujo a estar al lado del Rey, atender los teléfonos cuando Su Majestad no podía, por la gran cantidad de llamadas que se produjeron, y mantener hasta el final, de acuerdo con las instrucciones del Monarca, una decisión que se tomó desde el primer momento...»

El 22 de enero de 1990 fue nombrado jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, sustituyendo a Nicolás Cotoner, Marqués de Mondéjar. En el ejercicio de este cargo, el 30 de abril de 1992, fue nombrado conde de Latores, con Grandeza de España, por su "larga y brillante trayectoria de servicios destacados, militares y civiles, al Estado", según el real decreto publicado en el BOE de 6 de mayo de 1992.

Para él, la lealtad era «decir siempre lo que sientes y estar dispuesto a dejar tu puesto si lo que dices no gusta». «La lealtad estriba muchas veces en la más absoluta sinceridad», decía. Él mismo se definía como «un Pepito Grillo al que en ocasiones (el Rey) tiene ganas de tirarle un mazo a la cabeza». Decía que había aprendido en el Ejército unos valores morales y éticos que trataba de aplicar en todas las situaciones.

Cuando Rosa María Echevarría le hizo una entrevista para ABC hace seis años sobre un libro que acababa de publicar —«Escritos morales y políticos»—, de repente le espetó: «Ahora bien, a mí lo que me gusta es escribir mis memorias». Ante la sorpresa incrédula de la periodista, agregó: «Ha oído usted perfectamente. Es un ejercicio muy saludable que se lo recomiendo a todo el mundo... No sabe lo que disfruto con tantos recuerdos, con tantos sucesos... Y cuando ya los he escrito, los rompo en pedacitos para que nadie caiga en la tentación de ir a buscarlos en la basura... No se imagina todo lo que han ofrecido por ellas...».

Pocos años antes su rechazo a escribir las memorias era mucho más firme: «Es una tentación que siempre atrae, pero en la que jamás caeré». «Lo que puedan ofrecerme los editores no lo necesito. Estoy bien así». «Me dan mucha pena las personas que escriben libros para poner verdes a quienes en su día halagaron». «Eso es despreciable y yo nunca lo haría».

Fernández Campo se declaraba «profundamente religioso» y creía que ello le hacía «poco inclinado a las manifestaciones externas exageradas u ostentosas». Con sus habituales juegos de palabras, decía que tenía «mucha esperanza de salvarme; pero tal vez me pueda salvar el pensamiento de que no merezco salvarme». Asturiano hasta la médula, imaginaba el Cielo como «un lugar lleno de prados verdes y cielos con neblina». Adoraba su tierra, pero no fue él, sino el Rey, quien escogió el nombre de Latores para acompañar al título de conde que le concedió Don Juan Carlos.

A lo largo de su vida, recibió muchísimos homenajes, tantos, que él mismo decía: «Creo que me han reconocido demasiado. Sería feliz si la vida no me castigara más». Pero el homenaje más significativo fue el que se le rindió al cumplir 89 años por su servicio a España y a la Corona. El Rey le envió un mensaje lleno de cariño que el propio Sabino leyó ante las 600 personas que se reunieron en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid: «Ante el éxito, la alegría, el dolor, la contrariedad, el esfuerzo o el riesgo —le decía el Rey—, encontré siempre en ti la integridad del buen militar capaz de asumir siempre su responsabilidad de concluir la superación de las dificultades con un templado “sin novedad”».

Para Sabino Fernández, la Constitución estaba por encima del Rey y era ligándose a ella cómo la Corona podía tener futuro. Con toda claridad y rotundidad lo expresó en su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, pronunciado en junio de 1994, cuando, proponiendo una relectura de El príncipe de Maquiavelo, afirmó: «No siempre el fin justifica los medios, ni siquiera atendiendo a esa suprema razón de Estado, si los medios no son lícitos y, mucho menos, si tampoco lo es el fin».

Sabino Fernández ha mantenido su silencio hasta el final, así como su negativa a publicar unas memorias siguiendo el dictado de su admirado Cervantes: «No todas las cosas que suceden son buenas para contarlas (...) Acciones hay que por grandes deben callarse y otras que por bajas no deben decirse».

"Su profunda humanidad le ha convertido en un referente moral indiscutible para todos los españoles de hoy", afirmó el obispo de Oviedo, a la vez que recordó que "por encima de todo fue un creyente, un profundo creyente". Al respecto, citó algunas de las declaraciones públicas de Sabino Fernández Campo, entre las que destacó: "He servido a la Corona con total entrega y lealtad, aunque para mí el único Rey es Dios y sólo ante él me arrodillo".

Sabino Fernández Campo, 'De Cerca'


lunes, 26 de octubre de 2009

Don Sabino in memoriam

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Ha fallecido Don Sabino Fernández Campo. Para describir a este personaje los medios de comunicación le dedican palabras como lealtad, prudencia, servicio, honestidad. De todas ellas dio ejemplo durante toda su trayectoria al servicio de la Casa del Rey. Primero como Secretario General (1977-1990) y posteriormente como Jefe (1990-1993).

Los obituarios publicados en los periódicos destacan especialmente su función, aunque en la sombra, determinante, durante el intento de golpe de Estado del 23-F. Sus consejos al Rey en aquella fatídica noche y su famosa frase “ni está ni se le espera” en referencia a la presencia de Alfonso Armada, del que luego se supo su implicación en el intento de golpe de Estado, contribuyeron a su fracaso. Ignacio Camacho explica con detalle en ABC su labor en esa jornada histórica.

De todos los comentarios que he leído en la prensa sólo he leído uno en el que se cita, aunque de pasadas, el motivo de su cese como Jefe de la Casa del Rey. Es justo explicarlo, en honor a Don Sabino y porque ser leal significa decir la verdad, por incómoda que sea. La salida de Fernández Campo de La Zarzuela se debió a las influencias palaciegas de Mario Conde. Don Sabino desaconsejó al Rey su relación cada vez más cercana con el banquero, palabras que por lo visto no fueron escuchadas y significaron la salida de Fernández Campo de Palacio. El tiempo le daría la razón y en una de las pocas veces que Don Sabino pensó en sí mismo se le atribuye la siguiente frase "Sí, en su día soporté la urdimbre que me destituyó de La Zarzuela, y me demostró que soy fuerte. Fue injusto, pero Dios es muy generoso y a veces pone las cosas en su sitio. Estoy muy satisfecho de haber sufrido.”

Tuve el honor de conocer a Don Sabino en unas jornadas organizadas por la Fundación Institucional Española en el año 2000, coincidiendo con el XXV aniversario de la Proclamación del Rey, y como colaborador de la Fundación pude departir unos minutos con él. Recuerdo perfectamente su trato amable y hasta cordial a pesar de ser yo un simple estudiante de Derecho.

El politólogo inglés del siglo XIX Walter Bagehot escribió que la función de la Corona se podía resumir en: "to advise, to encourage and to be informed" (aconsejar, animar y ser consultado) al poder político. Sin duda, acciones que antes Don Sabino cumplió con su Rey.

En el homenaje que se le tributó en su 89 aniversario, Don Juan Carlos le escribió: «Ante el éxito, la alegría, el dolor, la contrariedad, el esfuerzo o el riesgo, encontré siempre en ti la integridad del buen militar capaz de asumir siempre su responsabilidad de concluir la superación de las dificultades con un templado “sin novedad”».

Al presentarse hoy en el Cielo, en recuerdo de toda su trayectoria pública, podrá decir, con igual sencillez y honestidad: “Señor, misión cumplida”.

Enlaces a biografía, reportajes y entrevistas publicados en ABC

viernes, 23 de octubre de 2009

Palabras emotivas del Príncipe dedicadas a Sabino Fernández Campo

En el discurso de entrega de la XXIX edición de los Premios Príncipe de Asturias, Don Felipe ha enviado el "saludo más cariñoso y lleno de gratitud" a Sabino Fernández Campo. Es el reconocimiento del Heredero de la Corona hacia el hombre que con máxima lealtad y ejemplo a servido a la Causa de la Monarquía y a España, hasta el sacrificio personal. En estos momentos en que se encuentra ingresado en un hospital por una afección intestinal, es un buen motivo para renovar el agradecimiento por su ejemplar labor, primero como Secretario General y Jefe de la Casa del Rey de 1977 a 1993.

No sólo Don Juan Carlos, que siempre pudo contar con el consejo serio y prudente de Don Sabino sino que España le debe mucho gracias a su callado trabajo, no sólo por su actuación responsable durante la noche del 23-F sino en muchos otros momentos que no han trascendido a la opinión pública.

Las imágenes de la gala de entrega de los Príncipe de Asturias




Fragmento de la I Edición de los Premios en la que Don Felipe intervenía en público por primera vez.

Príncipe Felipe: «Los mayores logros nacen de las más grandes dificultades»


El Príncipe de Asturias entregó los premios que llevan su nombre y llamó a «trabajar codo con codo y hombro con hombro, con espíritu constructivo» en la lucha contra el paro

«Los mayores logros nacen de las más grandes dificultades»

MANUEL DE LA FUENTE
ABC

Hierven en el lar, a fuego lento, a fuego secular, las fabes en el puchero. Tierra son, tierra somos, y en tierra nos convertiremos. Hierven en el Teatro Campoamor de Oviedo las palabras y las promesas, las preocupaciones presentes, las esperanzas futuras, avivado el fuego de la cultura y de la ciencia, del deporte y la concordia, por la presencia en la vieja y casi siempre lloviznosa Vetusta de algunas de las personas que hacen que este viejo mundo no se pare, y mire otra vez hacia el futuro, aunque el presente nos muestre sus colmillos últimamente muy afilados. Hierve el alma de los ovetenses que esperan a su Príncipe, Don Felipe, a su princesa de ensueño, Doña Letizia, les esperan con la ilusión de cada año, aunque en la cabeza les hiervan las hipotecas y en la piel les crezca el sarpullido de la crisis. No estamos en Houston, pero tenemos un problema. Muchos. Más de cuatro millones.

En Oviedo, en el Campoamor, el Príncipe también echa pie a tierra y en la parte central de su discurso, tras recordar a Sabino Fernández Campo, la palabra es demanda, pero también es consuelo: «El paro hiere nuestra dignidad, es nuestra principal preocupación. Exige que los Estados faciliten a quienes se encuentran en esa situación la necesaria protección social, al tiempo que poner en marcha todos los medios precisos para que los desempleados puedan reincorporarse cuanto antes a la vida laboral. Necesitamos nuevas bases para crecer y generar empleo».

Con él y nuestros Reyes a la cabeza, hay que mirar hacia adelante, porque nuestra historia nos ha enseñado, siguió Don Felipe, «que las mayores esperanzas y también los mayores logros nacen de las más grandes dificultades. España ha demostrado con creces en las últimas décadas cómo superar de forma ejemplar múltiples retos y tengo plena confianza en la capacidad que tenemos los españoles para construir un futuro más sólido y equitativo, de prosperidad y bienestar».

Por supuesto eso exige, como subrayó el Príncipe de Asturias, «llevar a cabo una reflexión colectiva, sincera y profunda, sobre nuestros desafíos y prioridades, nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Apoyémonos en los valores imperecederos del esfuerzo y el sacrificio, la tolerancia y el respeto mutuo; el saber y la cultura; el compromiso solidario». Y aquí no valen personalismos, ni localismos, tal como subrayó Su Alteza Real: «Trabajemos cohesionados, codo con codo y hombro con hombro, con espíritu constructivo, con confianza e ilusión. Y forjaremos así una esperanzadora voluntad compartida en la que prevalezca la generosidad, el sentido de la responsabilidad y por encima de todo, el interés general. Es lo que los españoles demandan y lo que juntos, sin duda, conseguiremos».

«La humildad siempre antecede a la gloria»En este camino, sabedores de que «las obras buenas nunca acaban», como sabiamente nos advirtió Unamuno (recordó Don Felipe) y con «nuestra creencia en que la cultura es fiel reflejo de la formación intelectual, estética y moral del ser humano» nos acompañan arquitectos de los sueños como Norman Foster (creador de «una arquitectura poética y moderna, libre y transparente», destacó el Príncipe de Asturias); nos quedan organizaciones nacidas del consenso mundial, como la OMS, «en la que descansa una parte tan importante de la salud pública de todos los pueblos de la Tierra»; y paladines de la vida natural («Gracias a ti, David Attenborough, cada día somos más conscientes de la necesidad de preservar el medio ambiente»); tenemos a quienes nos muestren el camino del futuro como la Universidad Nacional Autónoma de México y su pasión «por el conocimiento y el amor a la enseñanza en libertad»; nos quedan por mandar muchos mails y sms que digan que hay esperanza, pásalo, para no sentirnos prehistóricamente solos, nos quedan Martin Cooper y Raymond Tomlinson, padres de «la comunicación fluida y en libertad»; nos queda la voz incorruptible de Kadaré, y su «canto incesante a la tolerancia y a la libertad»; y sabemos de gente, como Yelena Isinbayeva que nos recuerda que el hombre puede volar, «cuando se tiene una voluntad férrea y un valeroso espíritu de superación». Y tenemos el ejemplo de ciudades como Berlín que «hoy celebra aquella fuerza imparable, hecha de esperanza y de valor, de perdón y de concordia, que consiguió abatir el Muro». Nos queda con el corazón en un puño, pero repleto de fe y de esperanza recordar, como hizo Don Felipe «aquel proverbio bíblico de que la humildad siempre antecede a la gloria». Que así sea, y Oviedo y España lo sigan viendo.

Crónica oficial de la Casa Real

Discurso de SAR el Príncipe de Asturias

Álbum fotográfico

Reportaje sobre la inauguración del Metro de Madrid


1919: inauguración del Metro
Alfonso XIII inaugura el Metro / ABC

ABC publica un interesante reportaje sobre el 90 aniversario de la inauguración del Metro de Madrid. En el enlace de la noticia podemos ver fotos de Alfonso XIII (no XII como indica el pie de foto en la web) y de las reinas María Cristina y Victoria Eugenia (madre y esposa, respectivamente, de Alfonso XIII) saliendo del que entonces se conocía como tranvía.

jueves, 22 de octubre de 2009

El busto de Isabel II acompañará alos lores




La reina de Inglaterra Isabel II descubrió el martes en la Cámara de los Lores en Londres un busto de sí misma realizado por el fallecido escultor británico Oscar Nemon (1906-1985).

El artista es conocido por su serie de más de una docena de estatuas públicas, entre las que destacan las dedicadas a sir Winston Churchill, la ex primera ministra Margaret Thatcher y los ex presidentes de Estados Unidos Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower.

lunes, 12 de octubre de 2009

Actos del 12 de octubre



Un año más, en conmemoración del día de la Fiesta Nacional, el Rey ha presidido el desfile de las Fuerzas Armadas.

También como años anteriores, el Presidente del Gobierno ha recibido el fuerte abucheo del público asistente, con silbidos y gritos de dimisión.

Fotografías destacadas

Ofrenda floral en Zaragoza a la Virgen del Pilar

domingo, 11 de octubre de 2009

Entrevista a la Duquesa de Alba

ABC publica hoy una entrevista con la Duquesa de Alba en la que habla de sus gustos personales y su amor por el arte. Revela que Picasso quiso pintarla como hiciera Goya con su antepasada.

Cayetana Fitz-James Stuart es la XVIII Duquesa de Alba y es la persona del mundo que ostenta más títulos nobiliarios además de poseer una de las colecciones de arte más importantes.

En este enlace se relacionan las decenas de títulos que corresponden a la Casa de Alba.

Destacamos algunas de las preguntas de la entrevista:

—¿Continúa siendo religiosa y monárquica hasta la médula?

—Hasta la médula... y más (se ríe). Y no cambiaré. Encuentro al Rey fantástico. Es muy cariñoso, se ha ganado la popularidad a pulso. Conoce su deber. Hay pocos como él. La Reina es perfecta. No se puede tener una Reina mejor. No se le puede criticar lo más mínimo. Espero que siga la Monarquía, porque España siempre ha sido monárquica, excepto en las dos Repúblicas, que fueron un fracaso. Tuvieron que traer a Alfonso XII, que entró a caballo con aclamaciones. Y, tras la segunda, llegó la Guerra Civil. Eso lo recuerdo de niña y no quisiera repetirlo.

—¿Y cómo ve a los Príncipes de Asturias?

—Lo están haciendo muy bien. No se les puede criticar en nada. Cuando llegue su momento habrá que darles un margen de confianza. Doña Letizia, por no haber vivido ese mundo, es extraordinario cómo lo hace. En toda Europa se han casado los príncipes con chicas que no son de la realeza. Empezando por Fabiola. Y lo hacen muy bien todas. Lo suyo es que fuera alguien de sangre real, pero, como ha cambiado todo, hay que adaptarse y ayudarles.

viernes, 9 de octubre de 2009

El Príncipe impone la Cruz al mérito militar en un emotivo funeral al cabo fallecido en Afganistán

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ABC

El Príncipe de Asturias, uniformado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, de luto riguroso, han asistido esta mañana al funeral del cabo del Ejército de Tierra Cristo Ancor Cabello Santana, fallecido el miércoles en Afganistán y que se ha celebrado a las 9.30 hora local en la Base General Alemán Ramírez, del Acuartelamiento de la Isleta de Las Palmas de Gran Canaria. De esta localidad era oriundo el cabo muerto. Cientos de personas le han dado un último y sentido adiós, en una ceremonia marcada por el silencio sepulcral y las lágrimas desgarradoras de la familia del militar.

Además, ha trascendido que Cabello fue bautizado poco antes de morir cuando estaba agonizando en el Hospital de Role 2 adonde había sido conducido tras la explosión de una mina que acabó con su vida. El cabo cumplió así el deseo de cristianizarse durante su estancia en el país asiático. El capellán del acuartelamiento de Herat admitió que tenía intención de haber bautizado esta misma semana al militar, una voluntad que frustró el fatal destino de Cabello, por lo que lo hizo en los últimos momentos de su vida.

Acto por las honras fúnebresEl acto por las honras fúnebres ha sido oficiado por el arzobispo castrense de Canarias Juan del Río Martín y el obispo de Las Palmas, Francisco Cases.

En el recinto, al filo de las 10.30 horas, ha sonado la marcha fúnebre acompasando el traslado del féretro por parte de miembros del Regimiento de Infantería Ligera Soria IX, con base en Fuerteventura y donde estaba destinado el cabo fallecido por la explosión de una mina anticarro al paso del vehículo blindado que le transportaba junto con otros cinco compañeros cuando realizaban una patrulla dentro de un convoy a las afueras de Herat, donde está el grueso de los cerca de 1.300 militares españoles.
El cadáver del cabo Cristo Ancor Cabello Santana, que no había cumplido los 25 años, llegó en torno a las 23.00 de ayer jueves en un avión militar al aeropuerto de Gando, en Gran Canaria, acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón, que se ha encargado de la repatriación del cuerpo desde el momento en el que conoció la muerte de la nonagésima víctima del Ejército español caído en servicio.
Autoridades asistentesLa vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega -vestida también de negro- y el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, acudieron al aeropuerto para recibir el féretro del militar muerto, al igual que el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra; el presidente del Cabildo insular, José Miguel Pérez, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias.

Junto a las autoridades se han situado los padres del cabo Cabello, su esposa y su abuela, destrozados anímicamente, cabizbajos y refugiándose en su dolor en silencio, que sólo han roto para entonar el himno a los caídos «Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino».

En el Evangelio, el arzobispo castrense ha destacado el «valor» del cabo fallecido y sus virtudes para el oficio castrense, prueba de lo cual fue la condecoración por parte de las Naciones Unidas por su participación en la misión de El Líbano.

Al margen del debate político que se ha abierto en torno a la «misión humanitaria o guerra» que viven nuestras tropas en el país asiático, el arzobispo ha subrayado que «España sabe mirar de frente y no esquiva su mirada ante los graves problemas internacionales donde las naciones libres se juegan el futuro de su libertad y su independencia», que «nuestra sociedad española está convencida de que hay que combatir el terrosimo» y que la trágica muerte del cabo, que ingresó en el Ejército hace sólo seis años, «es semilla de la libertad».

«No os sintáis solos. No os desvanezcáis sin esperanza», ha animado el arzobispo a los parientes del cabo Cabello que lo observaban con el rictus apagado por las lágrimas, a quienes les ha transmitido «fuerza» como fuerte era su familiar.

«No estamos destinados a una muerte sin solución. Vuestro hijo vive y vive eternamente con el Dios que nos creó para la vida, para la felicidad, no para la muerte y el vacío. Sed fuertes. Es el mejor homenaje que podéis rendir a vuestro hijo», les ha dicho.
La madre cree que los «militares están vendidos»
La Homilía ha colisionado con el tremendo criticismo de la madre del militar muerto, Concepción Santana, que ayer consideró que los militares en Afganistán«están vendidos», manifestó, si bien agradeció públicamente a la ministra de Defensa su cercanía al telefonearles, algo que -añadió- no había hecho el presidente Zapatero. Así, nada más descender ayer de la nave, Carme Chacón, expresó su pésame a Concepción, con la que se fundió en un abrazo.
A pie de pista, se ha oficiado un responso en memoria del cabo Cabello, de 25 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria. Por expreso deseo de la familia del fallecido, los medios de comunicación no pudieron acceder al recinto aéreo ni tomar imágenes de la repatriación del cadáver.

Compañeros de brigada del muerto transportaron a hombros el féretro, cubierto por una bandera de España, hasta un coche fúnebre que esperaba en la pista, para lo cual desfilaron por delante de familiares y autoridades. En ese momento, los familiares no pudieron contener el dolor y las lágrimas ante el paso de féretro, ante el cual el obispo de Canarias ofició un breve responso.
A continuación, el cadáver ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de la capital grancanaria para que se le practique la autopsia antes del funeral que se celebrará mañana. En el mismo vuelo, ha regresado el soldado colombiano Juver Muñoz Pineda, herido en el mismo atentado en el que murió Cabello el pasado miércoles cerca de la base de Herat, al oeste de Afganistán. Muñoz va a ser ingresado en el Hospital Insular de Las Palmas, donde será intervenido de las fracturas que sufre en el brazo y en la rodilla.
El soldado colombiano, de 20 años, reside en la capital grancanaria con su familia, aunque está destacado en Fuerteventura. Antes de ser trasladado al hospital, sus familiares subieron al avión para reencontrarse con él, acompañados de la vicepresidenta del Gobierno, la ministra de Defensa y el presidente canario Mañana se celebrará en el acuartelamiento de La Isleta.


Doña Sofía se reencuentra en Atenas con su pasado

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ABC La Reina (segunda por la izda) posa con sus compañeros de escuela, entre ellos, la mujer del presidente griego, May Papulia (detrás, con trenzas). ABC publicó esta foto en su 70 cumpleaños


BEGOÑA CASTIELLA
ABC

Tras la inauguración de la exposición «El Miró de Mallorca» en Tesalónica, Doña Sofía visitó en Atenas el nuevo Museo de la Acrópolis. La Reina recorrió el Museo acompañada por su director, el arqueólogo Dimitri Pandermalis. No le pudo acompañar el nuevo ministro de Cultura, Pavlos Yerulanos, porque estaba literalmente jurando su cargo con el resto de los nuevos ministros del Gobierno socialista de Yorgos Papandreu, e inmediatamente después en la ceremonia de entrega del Ministerio por parte del anterior titular, Andonis Samarás. «Le conozco, es amigo de mis hijos, y su padre, Marinos, era Secretario de la Casa, de mi padre y de mi hermano», dijo la Reina.
Paseando entre las esculturas clásicas de los siglos IV y V a.C., Doña Sofía observaba todo con detenimiento rodeada de turistas que la reconocían sorprendidos por su actitud sencilla y por la falta de protocolo. «Qué bien el poder ver a las Cariátides por detrás», comentó al admirar las esculturas que están expuestas en un palco. Un grupo de españoles la aplaudió espontáneamente ante la sorpresa de los vigilantes. Y desde el museo se dirigió a un almuerzo privado con una de sus compañeras de clase de primaria... May Papulia, la esposa del actual presidente de la República griega. «Hace sesenta años que no la veo», decía Su Majestad la Reina, ilusionada. «Le llevo enmarcada una foto en la que estamos juntas en una fiesta nacional» (foto que publicó ABC en el reportaje dedicado a su 70 cumpleaños). Y aunque desde Presidencia no se comentó nada sobre el almuerzo, sí se ha filtrado que las dos compañeras de clase lo pasaron estupendamente recordando su infancia y contándose anécdotas de sus familias respectivas.

jueves, 8 de octubre de 2009

La hemofilia B que moró en las Casas Reales


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La zarina Alexandra, esposa del zar Nicolás II, con su hijo Alexei, hemofílico. (Archives of the Russian Federation)


Un estudio de 'Science' analiza el tipo de trastorno que padecían los monarcas

La mujer del zar Nicolás II presentaba mutaciones en un gen de la coagulación


MARÍA SAINZ
El Mundo

MADRID.- La Reina Victoria fue el primer eslabón de la cadena. La denominada 'Enfermedad Real', que padecieron descendientes de distintas monarquías en el siglo XIX, se cobró la vida de varios miembros de los tronos europeos. En España, llegó de manos de Victoria Eugenia, casada con Alfonso XIII, que se la transmitió a dos de sus hijos, los príncipes Alfonso y Gonzalo. Ahora, la revista 'Science' confirma que aquel trastorno, caracterizado por la mala coagulación de la sangre, era hemofilia tipo B.

Esta enfermedad aparece en forma de mutación en alguno de los genes implicados en la coagulación de la sangre. Dependiendo de dónde se encuentre la anomalía, la hemofilia es de clase A (si el problema está en el factor 8) o B (si es en el factor 9). Este defecto se localiza en el cromosoma X, por eso, las mujeres suelen hacer las veces de portadoras pero no padecen el trastorno, que sí lo sufren los hombres.

Ya se sabía que distintas estirpes de la Realeza alemana, española y rusa padecieron hemofilia, pero se desconocía su base molecular. Éste es el objetivo del estudio llevado a cabo por Evgeny I. Rogaev y su equipo, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts (EEUU).

Para llevar a cabo sus investigaciones, los expertos tomaron distintas muestras "del ADN degradado" de los restos mortales (esqueletos) de la familia del zar Nicolás II, marido de Alexandra, nieta de la Reina Victoria. "Esto nos permitió recuperar y caracterizar secuencias del genoma nuclear".

El papel de portadora de la emperatriz Alexandra

Los científicos comenzaron con los restos de Alexandra, hermana de Federico y madre, entre otros, de Alexei; ambos hombres enfermos de hemofilia. Sus pesquisas comenzaron a dar resultado: no se encontraron mutaciones en el factor 8 pero sí en el 9, una anomalía característica de la hemofilia B. Según los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU, este tipo es unas siete veces menos cómun que el A.

"Un 99,98% de las transcripciones del alelo mutante F9 se generaron en el lugar de la anomalía. La hemofilia se manifiesta de forma severa si menos de un 1% del factor 8 o el 9 es funcional", explica el documento.

También se detectó que Alexei contaba con un alelo mutante, responsable de la enfermedad que, desde pequeño, le provocaba grandes hemorragias e hinchazón en las piernas. Por su parte, su hermana, presumiblemente Anastasia, fue portadora de la enfermedad.

"La 'Enfermedad Real' es una forma severa de hemofilia B, también conocida como 'Enfermedad de Navidad', causada por una mutación que provoca una anomalía en una zona de unión del gen F9", concluye el trabajo.