domingo, 4 de junio de 2006

El aspirante al trono de Serbia pide restaurar la monarquía

El príncipe Alejandro promete seguir el ejemplo del rey Juan Carlos

El pretendiente a la corona de Serbia pidió ayer la restauración de la monarquía en este país tras la separación de Montenegro. Utilizó el caso español y la figura del rey Juan Carlos I como "excelentes ejemplos" de lo que debe hacer el país. La opción monárquica, sin embargo, es muy minoritaria en Serbia y tiene escaso respaldo político.


LA VANGUARDIA

El pretendiente al trono serbio, el príncipe Alejandro Karayoryevic, pidió ayer la restauración de la monarquía en Serbia, después de que los ciudadanos de Montenegro optaran por la independencia en el referéndo del domingo pasado. Y puso como ejemplo que imitar la restauración monárquica en España, con la figura de don Juan Carlos.

"Ha llegado la hora de que nosotros los serbios nos dediquemos por completo a Serbia", declaró el príncipe Alejandro en una rueda de prensa celebrada el miércoles en Belgrado, y agregó: "Éste es un buen momento para el ordenamiento de Serbia según su propia medida. Y esa medida es la monarquía". También se mostró a favor de "la monarquía constitucional de Serbia" que edificaría un Estado "digno, fuerte, en paz consigo mismo y con los vecinos". En este sentido, deseó a los montenegrinos "paz, democracia y felicidad", pese a lamentar su separación de Serbia.

Pocos partidos políticos abogan en Serbia por la restauración de la monarquía, opción respaldada apenas por un 10% de la población. "Miremos al Reino Unido, Suecia, Holanda, Bélgica y España", señaló al recalcar la estabilidad en que viven esas monarquías. "España es un excelente ejemplo. Un país que tras décadas de dificultades la monarquía, con el rey Juan Carlos al frente, llevó a la senda del éxito y el prestigio", agregó Alejandro.

Opinó que la monarquía aseguraría a Serbia el camino más rápido hacia la Unión Europea, atraería nuevas inversiones y ayudaría al crecimiento económico, e insistió en que la corona refuerza la democracia. Apeló al fin de las divisiones y a la unidad política, a un debate "democrático maduro en interés de Serbia" y al establecimiento de objetivos "claros y realistas" para que el país vaya adelante y se convierta en una nación moderna y respetada.

El príncipe Alejandro Karayoryevic nació el 17 de julio de 1945 en la suite de un hotel de Londres que fue proclamada territorio yugoslavo para que no perdiera sus derechos dinásticos. Su padre, Pedro, fue el último rey del país, del que marchó en 1941 a causa de la invasión de la Alemania nazi, y su abuelo, Alejandro, reinó con mano de hierro hasta su asesinato, en 1934. Es bisnieto de Zorka, hija del rey de Montenegro Nicolás I Petrovic y esposa del rey serbio Pedro I Karayoryevic, que formó en 1918 el Reino de los Serbios, los Croatas y los Eslovenos, varios años más tarde denominado Yugoslavia.

La dinastía de los Karayoryevic reinó en Yugoslavia hasta la abolición de la monarquía por el comunista Josip Broz Tito, quien proclamó la República, de la que fue presidente vitalicio desde 1945 hasta su muerte, en 1980. El príncipe se instaló en el palacio de sus antepasados en Belgrado en el 2001, después de que la familia real recuperase por un decreto del Gobierno el derecho a residir en el complejo palaciego del lujoso barrio residencial de Dedinje, aunque hasta ahora no se le han restituido sus propiedades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel