Una multitud recibe a los Príncipes y a su hija Leonor en la madrileña Basílica de Atocha
EFE
MADRID.- Los Príncipes de Asturias han cumplido con la tradición y han encomendado la protección de su primogénita, Leonor, a la Virgen de Atocha. La niña, que entró en la basílica en brazos de su madre, fue recibida por una multitud de personas que quería tocar a la pequeña.
Esta tradición de la Familia Real española que se remonta al siglo XVII, y también fue cumplida por los Reyes con sus tres hijos a los pocos días de sus nacimientos.
Los Príncipes llegaron a las 11.15 horas al templo, situado en la madrileña Avenida Ciudad de Barcelona, próxima al Paseo del Prado, donde fueron recibidos por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y por los frailes dominicos José Martín y Manuel Santos, priores del convento y provincial, respectivamente.
También esperaban unas 300 personas que les aplaudieron y mostraron su cariño y respeto antes de entrar al templo. Ya en el interior, sonó la música del órgano y el ruido de los aplausos de más de 200 fieles que pudieron entrar en la basílica.
Una vez frente al altar y ante la Virgen, ataviada con el manto que llevaba la reina Isabel II cuando sufrió un atentado, el cardenal de Madrid bendijo a la pequeña, imponiendo las manos sobre ella.
Durante este acto, la primogénita de los Príncipes, que llevaba un faldón blanco y una cruz que colgaba de su cuello, se mostró muy inquieta y curiosa.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue, tras el rezo de la Salve, cuando Felipe de Borbón y Letizia Ortiz ofrecieron a la Infanta Leonor elevándola conjuntamente ante la Virgen.
Antes de salir del templo, los asistentes se despidieron de la pequeña y de sus padres, que en todo momento estuvieron sonrientes y haciendo carantoñas a la pequeña, con un "Viva la Infanta Leonor" y un "Viva los Príncipes".
Una vez en el exterior, el Príncipe, que salió de la Basílica con la niña en sus brazos, y su esposa posaron relajados y emocionados ante los medios gráficos, para, a continuación, despedirse de los allí presentes.
Nuestra Señora de Atocha fue proclamada protectora de la Familia Real y de la Monarquía española en 1643 por Felipe IV, aunque esta devoción se remonta al rey Alfonso VI en el siglo XI, en el que se calcula que fue construido el primer templo.
EFE
MADRID.- Los Príncipes de Asturias han cumplido con la tradición y han encomendado la protección de su primogénita, Leonor, a la Virgen de Atocha. La niña, que entró en la basílica en brazos de su madre, fue recibida por una multitud de personas que quería tocar a la pequeña.
Esta tradición de la Familia Real española que se remonta al siglo XVII, y también fue cumplida por los Reyes con sus tres hijos a los pocos días de sus nacimientos.
Los Príncipes llegaron a las 11.15 horas al templo, situado en la madrileña Avenida Ciudad de Barcelona, próxima al Paseo del Prado, donde fueron recibidos por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y por los frailes dominicos José Martín y Manuel Santos, priores del convento y provincial, respectivamente.
También esperaban unas 300 personas que les aplaudieron y mostraron su cariño y respeto antes de entrar al templo. Ya en el interior, sonó la música del órgano y el ruido de los aplausos de más de 200 fieles que pudieron entrar en la basílica.
Una vez frente al altar y ante la Virgen, ataviada con el manto que llevaba la reina Isabel II cuando sufrió un atentado, el cardenal de Madrid bendijo a la pequeña, imponiendo las manos sobre ella.
Durante este acto, la primogénita de los Príncipes, que llevaba un faldón blanco y una cruz que colgaba de su cuello, se mostró muy inquieta y curiosa.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue, tras el rezo de la Salve, cuando Felipe de Borbón y Letizia Ortiz ofrecieron a la Infanta Leonor elevándola conjuntamente ante la Virgen.
Antes de salir del templo, los asistentes se despidieron de la pequeña y de sus padres, que en todo momento estuvieron sonrientes y haciendo carantoñas a la pequeña, con un "Viva la Infanta Leonor" y un "Viva los Príncipes".
Una vez en el exterior, el Príncipe, que salió de la Basílica con la niña en sus brazos, y su esposa posaron relajados y emocionados ante los medios gráficos, para, a continuación, despedirse de los allí presentes.
Nuestra Señora de Atocha fue proclamada protectora de la Familia Real y de la Monarquía española en 1643 por Felipe IV, aunque esta devoción se remonta al rey Alfonso VI en el siglo XI, en el que se calcula que fue construido el primer templo.
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