ABC
El Rey ha recordado este martes el papel que jugó su padre, Don Juan Carlos ante la «inaceptable fractura» del orden democrático que supuso el intento de golpe de Estado del 23-F, y ha llamado a «defender, proteger y preservar nuestra convivencia en democracia y libertad».
En un acto celebrado en el Congreso de los Diputados con motivo del 40 aniversario del 23-F, Don Felipe afirmó que la «firmeza y autoridad» de Don Juan Carlos «fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia». Además, recordó el mensaje televisado en que Don Juan Carlos dirigió aquella noche a los españoles en el que pidió que se «tomaran todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente».
El Jefe del Estado recordó que esa noche él también fue testigo «todavía niño, de aquel episodio histórico y aprendí el inmenso, el incalculable valor, que tiene la libertad para el pueblo español».
El Rey destacó, por un lado, la "honda convicción democrática" de los parlamentarios de 1981 y, por otro, aludió a quienes ahora ponen la democracia "en cuestión", como ha hecho el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en las últimas semanas. «Todos debemos sentirnos comprometidos y obligados a defender, proteger y preservar nuestra convivencia en democracia y libertad», afirmó.
Defensa de la democracia
Según Don Felipe, hay que «defenderla, porque sabemos lo difícil que fue alcanzarla y que siempre hay riesgos que la pueden amenazar». Instó a «protegerla, porque hemos aprendido que la democracia es un bien delicado que precisa del mayor cuidado» y porque «su erosión pone en peligro, los derechos y libertades de los ciudadanos». E hizo un llamamiento a «preservarla, porque también sabemos que, conforme a nuestros valores, constituye una premisa irrenunciable para el pleno desarrollo de nuestro país y para el progreso, el bienestar y la prosperidad de nuestros ciudadanos».
Referencia a Suárez
En su discurso, el Rey destacó «la honda convicción democrática de los parlamentarios y miembros del Gobierno» de 1981, y se refirió «con gran admiración y gratitud» a Adolfo Suárez y a «una larga lista de hombres y mujeres, civiles y militares, que todos tenemos en mente» y que ofrecieron «un ejemplo de coraje y de lealtad a las instituciones del Estado y a nuestra Constitución».
Compromiso con la Constitución
El Monarca aprovechó su intervención para afirmar que el Rey es el «símbolo de la unidad y permanencia del Estado» y para manifestar que hoy su «compromiso con la Constitución es más fuerte y firme que nunca». Además, añadió que «es inequívoca la voluntad de la Corona de ser una Institución que incluya, integre y cohesione a todos los españoles».
La Constitución de 1978 «significa, en nuestra larga historia, el reencuentro y el entendimiento entre los españoles, su unidad en los valores democráticos y en nuestros derechos y libertades, y su confianza en una España en la que caben y se reconocen todos los ciudadanos», manifestó.
Al acto han asistido la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, así como los ponentes de la Constitución Herrero de Miñón y Miquel Roca, los vicepresidentes del Gobierno Carmen Calvo, Nadia Calviño y Pablo Iglesias , el líder del partido mayoritario de la oposición, Pablo Casado, los miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados y portavoces de los grupos parlamentarios.
Sin embargo, no han asistido ERC, Bildu, Junts, PDeCAT, el BNG y la CUP porque dicen que su objetivo es acabar con «el régimen del 78».
En un acto celebrado en el Congreso de los Diputados con motivo del 40 aniversario del 23-F, Don Felipe afirmó que la «firmeza y autoridad» de Don Juan Carlos «fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia». Además, recordó el mensaje televisado en que Don Juan Carlos dirigió aquella noche a los españoles en el que pidió que se «tomaran todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente».
El Jefe del Estado recordó que esa noche él también fue testigo «todavía niño, de aquel episodio histórico y aprendí el inmenso, el incalculable valor, que tiene la libertad para el pueblo español».
El Rey destacó, por un lado, la "honda convicción democrática" de los parlamentarios de 1981 y, por otro, aludió a quienes ahora ponen la democracia "en cuestión", como ha hecho el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en las últimas semanas. «Todos debemos sentirnos comprometidos y obligados a defender, proteger y preservar nuestra convivencia en democracia y libertad», afirmó.
Defensa de la democracia
Según Don Felipe, hay que «defenderla, porque sabemos lo difícil que fue alcanzarla y que siempre hay riesgos que la pueden amenazar». Instó a «protegerla, porque hemos aprendido que la democracia es un bien delicado que precisa del mayor cuidado» y porque «su erosión pone en peligro, los derechos y libertades de los ciudadanos». E hizo un llamamiento a «preservarla, porque también sabemos que, conforme a nuestros valores, constituye una premisa irrenunciable para el pleno desarrollo de nuestro país y para el progreso, el bienestar y la prosperidad de nuestros ciudadanos».
Referencia a Suárez
En su discurso, el Rey destacó «la honda convicción democrática de los parlamentarios y miembros del Gobierno» de 1981, y se refirió «con gran admiración y gratitud» a Adolfo Suárez y a «una larga lista de hombres y mujeres, civiles y militares, que todos tenemos en mente» y que ofrecieron «un ejemplo de coraje y de lealtad a las instituciones del Estado y a nuestra Constitución».
Compromiso con la Constitución
El Monarca aprovechó su intervención para afirmar que el Rey es el «símbolo de la unidad y permanencia del Estado» y para manifestar que hoy su «compromiso con la Constitución es más fuerte y firme que nunca». Además, añadió que «es inequívoca la voluntad de la Corona de ser una Institución que incluya, integre y cohesione a todos los españoles».
La Constitución de 1978 «significa, en nuestra larga historia, el reencuentro y el entendimiento entre los españoles, su unidad en los valores democráticos y en nuestros derechos y libertades, y su confianza en una España en la que caben y se reconocen todos los ciudadanos», manifestó.
Al acto han asistido la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, así como los ponentes de la Constitución Herrero de Miñón y Miquel Roca, los vicepresidentes del Gobierno Carmen Calvo, Nadia Calviño y Pablo Iglesias , el líder del partido mayoritario de la oposición, Pablo Casado, los miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados y portavoces de los grupos parlamentarios.
Sin embargo, no han asistido ERC, Bildu, Junts, PDeCAT, el BNG y la CUP porque dicen que su objetivo es acabar con «el régimen del 78».
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