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El Papa Francisco dedicó a los Reyes de España el doble del tiempo habitual en las visitas de jefes de Estado: 53 minutos, para sorpresa de los colaboradores del Santo Padre, quienes le avisaron a los 44 minutos, pero no lograron interrumpir una conversación afectuosa. Era la primera vez que el Papa les recibía en audiencia pues en la misa de inauguración del pontificado en marzo del 2013 nuestro país estuvo representado por los Príncipes de Asturias.
Según fuentes de la Casa Real, el Papa y los Reyes de España hablaron en privado de la situación internacional, los conflictos en el mundo -con especial referencia a Ucrania-, la Unión Europea, y el espinoso problema de los jóvenes y el desempleo, desde un punto de vista social.
Hablaron también del posible viaje del Papa a España en 2015 con motivo del V centenario del nacimiento de Santa Teresa, pero no hubo invitación oficial, porque ya ha sido hecha. Tampoco hubo ningún anuncio, pues suelen hacerse tan sólo unos meses antes de cada viaje.
El Papa Francisco esperó a los Reyes de España en el corredor para introducirlos personalmente en su estudio. Su Majestad el Rey le cedió el paso pero el Santo Padre hizo una broma para animarle a precederle indicando "los monaguillos primero", a lo que el Rey contestó con una carcajada.
La conversación fue estrictamente privada entre los tres, y al cabo de 53 minutos, las puertas se abrieron para el séquito. Su Majestad el Rey presentó personalmente al Papa a cada uno de los miembros de la delegación española, entre los que figuraba la secretaria de la Reina «durante más de treinta años».
Los Reyes ofrecieron como regalo al Santo Padre dos volúmenes -encuadernados en piel blanca y decorados con el escudo papal-, de obras completas de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Estaba claro que formaban parte de la «invitación» a visitar nuestro país. El Papa regaló, a su vez, un medallón de bronce de la basílica y un ejemplar de la exhortación apostólica «La alegría del Evangelio».
Antes del encuentro con el Papa, los Reyes de España –acompañados del ministro de Asuntos Exteriores Jose Manuel García-Margallo- se reunieron durante media hora con el secretario de Estado, Pietro Parolin, y otros altos cargos del Vaticano. Puntualmente, a mediodía, terminaron ese encuentro para caminar unos metros hacia el estudio del Papa contiguo al Aula Pablo VI.
Aunque no habrá anuncio oficial hasta más adelante, parece claro que el Papa Francisco se sumará en Ávila y Alba de Tormes al flujo de peregrinos que celebran el V centenario siguiendo las huellas de Teresa de Jesús. Quedan por ver la fecha y el resto de su programa en nuestro país.
Un trato personalizado
El Santo Padre ha dado a los Reyes de España un tratamiento privilegiado. En lugar de recibirles con prisa el sábado, en medio de otros jefes de Estado y de Gobierno, les reservó la mañana del lunes, mucho más tranquila.
El encuentro con el séptimo Papa en la vida del Rey de España - bautizado en Roma en 1938 por el cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pio XII-, no pudo ser más cordial ni más grato.
Era la decimocuarta vez que Don Juan Carlos y Doña Sofía visitaban el Vaticano. Si todo va bien, el próximo encuentro con el Papa Francisco será en España.