jueves, 28 de septiembre de 2006

Portadas de las revistas sobre el embarazo real

 
 
 

Fuente: El Confidencial

El anuncio del embarazo de los Príncipes de Asturias ha dejado a las revistas del corazón fuera de combate. Aunque recogen la noticia en sus portadas, no le dedican grandes especiales en su interior como en otras ocasiones. Nadie pensaba que Letizia y Felipe ampliaran la familia tan rápido y, menos aún, que realizaran la comunicación oficial a las seis semanas de su gestación, algo poco habitual.

"Un hermano para Leonor", "¡Otro bebé!", "Expectación y alegría ante el segundo embarazo"… sirven para presentar al nuevo niño o niña real. Hola destaca la complicidad de los Príncipes de Asturias en sus últimos actos oficiales cuando sólo ellos conocían este secreto desvelado antes de tiempo. Como dato científico, cuenta que resulta extraño el embarazo "que llega a los nueve meses del nacimiento de Leonor, antes de lo habitual tras una cesárea". Semana aclara que la extrema delgadez de la asturiana, que no le hubiera permitido ni desfilar en la Pasarela Cibeles, se debe a los mareos y nauseas que padece. La sucesión a la Corona y la reforma de la ley ya son otro cantar.

miércoles, 27 de septiembre de 2006

A su Casa viene

IDA Doña María de las Mercedes con su beticismo y su currismo; enterrada Doña Esperanza en su Escorial marismeño con su Triana y su Rocío, a las nuevas generaciones (ojú, qué mal suena) de la Casa Real Española les falta un poquito de casticismo, excepción hecha de cuando Su Majestad se echa la muleta a la izquierda y borbonea como Dios manda; esto es, se mete a los republicanos en el bolsillo con una frase, un gesto, un abrazo a tiempo o un chiste.
La plaza montada del casticismo tradicional en la Casa Real Española podía ocuparla con toda propiedad y soltura la Infanta Doña Elena, que llora y se emociona. Y va a los toros. Las Infantas son de dos clases: las que van a los toros, modelo La Chata, y las que prefieren el balonmano y esas anglosajonerías a las que renunció Doña Victoria Eugenia, que sí que era una gran profesional.
Razón castiza por la cual la Infanta Doña Elena tiene en estos momentos una gran responsabilidad en la polémica en curso sobre el orden de sucesión al Trono y la propia Institución Monárquica. Sesudos constitucionalistas, dirigentes de la oposición y políticos en el poder han expresado su opinión, pero ha faltado este factor castizo en la valoración del segundo embarazo de la Princesa de Asturias. La frase podría decirla Su Majestad, que aprendió un rico castellano de expresiones populares marcando el caqui en la Academia Militar de Zaragoza. Pero mucho mejor podría decirla Doña Elena. Si es la frase ritual que ante un embarazo dicen en una institución tan querida y popular para los españoles como la Casa de Janeiro, felizmente reinante en todos los platós de televisión y alcachofeo de tomates, ¿por qué no ha de pronunciarla la Casa de Borbón, también felizmente reinante? Allí, en la Casa de Janeiro, donde hay un veterano Humberto mucho más conocido que el de Saboya, suelen decir ante un embarazo la frase castiza:
-Sea niño o sea niña, a su casa viene.
Estoy esperando escuchar esa frase castiza a Su Majestad o a la Infanta Doña Elena. Daría la clave de todo. Qué gozo, que dijeran:
-Sea niño o sea niña, a su Casa viene.
A su Casa con mayúscula. A la Casa que nos devolvió las libertades a los españoles y garantiza que cuatro separatistas de cafelitos de Perpiñán y siete tiros al aire de asesinos en la campa no nos las quiten por el procedimiento del tirón constitucional. Ojo al Cristo, que es de bronce. Que el cirio es corto y la procesión, larga. El augusto niño o niña, a su Casa con mayúsculas viene. A la Casa depositaria de todos los derechos tradicionales de la Corona, sobre los que exijo la misma memoria histórica que se utiliza para la exhumación del odio. Aquí se admite, por ejemplo, que el PSOE sea tradicionalmente republicano y nadie lo cuestiona. Pero no se acepta que la Casa Real Española sea monárquica y tenga sus propias tradiciones en la sucesión. Su liturgia. Tú le quitas la liturgia, el rito, la magia, la singularidad de lo excepcional a la Institución Monárquica y estás a cinco minutos de la III República. No, el Príncipe de Asturias no es un señor particular, ni la sucesión al Trono es una lista electoral paritaria. Hasta ahí podía llegar la ola de igualitarismo que nos invade. Porque puestos a la no discriminación por razón de sexo, habría que llevarlo hasta el final. ¿Por qué hay que discriminar entonces por razón de edad al futuro hermano o hermana de la Infantita Doña Leonor?
Como se pongan así de puristas en lo igualitario, habré de decir como en la sucesión de los títulos nobiliarios: que el heredero al Trono sea decidido entre los hijos de los Príncipes de Asturias por el procedimiento Heraclio Fournier: se toma una baraja, y el que saque el rey de oro, Rey o Reina de España. Eso sí que es paritario e igualitario. Así sí que no se discrimina a nadie por razón de sexo ni de edad.

La Princesa Letizia mantiene su agenda de trabajo

Los príncipes de Asturias, a su llega a la cena en El Pardo. (Foto: AFP)
 
 
EFE

MADRID.- La princesa de Asturias acudió anoche a la recepción que ofreció en Palacio de El Pardo el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, en honor de los Reyes, apenas veinticuatro horas después de que se hiciera público que será madre por segunda vez a primeros del próximo mes de mayo.

Letizia Ortiz, que llegó a las puertas del Palacio junto al Príncipe de Asturias y en la misma comitiva que los Reyes y los Duques de Lugo, se despedirá esta noche del mandatario portugués- de visita de Estado en España- a quien en principio pensaba acompañar el próximo jueves durante su estancia en Oviedo, pero en la que Felipe de Borbón actuará de anfitrión en solitario.

La princesa de Asturias, de acuerdo con un portavoz de la Casa del Rey, ha querido así agradecer las atenciones de Aníbal Cavaco Silva y de su esposa, María, con quienes ayer almorzó en el Palacio de la Zarzuela, junto a los Reyes y al Príncipe, encuentro en el que uno de los principales temas de conversación fue el embarazo de la esposa del Heredero de la Corona.

Fuentes del Palacio de la Zarzuela indicaron que la Princesa de Asturias mantiene su agenda de trabajo, pero que las molestias propias de los primeros meses de gestación le impedirán asistir a algunos actos como la visita a la capital del Principado, a donde si irá, en principio, el 20 de octubre a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.

Los Reyes, los Príncipes, los Duques de Lugo y Aníbal Cavaco Silva, junto a su esposa, María, posaron para los medios de comunicación ante una de las entradas de El Pardo. Letizia de Ortiz agradeció las felicitaciones y dijo, desde lejos, que se encontraba "muy bien".

Los miembros de la Familia Real y el matrimonio Cavaco Silva asistieron en el Pardo a un concierto, previo a la recepción, que ofreció el coro de la Fundación Calouste Gulbekian, cuyas 32 voces interpretaron obras de Domenico Scarlatti y Frank Martin. Las fuentes de Zarzuela no precisaron si la Princesa de Asturias permanecerá en el Pardo hasta el final de la recepción.

Ayer, Letizia Ortiz no estuvo en la cena de gala que ofrecieron los Reyes en el Palacio de Oriente al visitante portugués, debido a la larga duración de ese tipo de actos - aunque los médicos que la atienden no le han mandado reposo- aunque si asistieron el resto de los miembros de la Familia Real.

Las hermanas del Rey, las infantas Pilar y Margarita, esta última junto a su esposo, Carlos Zurita, fueron otros de los invitados a la recepción de esta noche en El Pardo.

Además, en la lista de asistentes figuraban los nombres de los ministros de Exteriores, Economía, Medio Ambiente y Educación, así como el nuncio, Manuel Monteiro de Castro, el ex presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

martes, 26 de septiembre de 2006

Descendencia real

ABC

EL anuncio del futuro nacimiento del segundo hijo de los Príncipes de Asturias -niño o niña- es, además de una buena noticia en lo personal para Don Felipe y Doña Letizia, igualmente buena desde el punto de vista del aseguramiento de la sucesión en la Corona -institución cuyo titular encarna la Jefatura del Estado-, al ser ésta hereditaria en los sucesores de S. M. el Rey Don Juan Carlos I de Borbón, «legítimo heredero de la dinastía histórica», según reza textualmente el artículo 57 de la Constitución.
A tenor de la interpretación de ese precepto, el hecho sucesorio no se producirá hasta tanto el Príncipe de Asturias no sea proclamado Rey por fallecimiento o abdicación de su padre, de tal manera que los hijos de Don Felipe son iguales en la consideración hereditaria, esto es, tienen derecho al título de Infantes de España con tratamiento de Alteza Real.
En tanto el tracto sucesorio no se produzca, existe una mera expectativa de derecho, pero no derecho adquirido a favor del hijo mayor varón -si lo tuvieran- de los Príncipes de Asturias, pero no se genera derecho adquirido alguno. Como quiera que está en trance de debate público -y con un amplio consenso social- la supresión de la prevalencia sucesoria del varón sobre la mujer prevista en la Constitución, conviene despejar las urgencias que podría generar la noticia del feliz nuevo embarazo de Doña Leticia. Según un cálculo razonable, hay tiempo más que suficiente para que la Constitución sea modificada en su artículo 57.1 de tal suerte de que, llegado el momento de la sucesión, la Infanta Doña Leonor sea la Princesa de Asturias.
Tanto la voluntad política de los partidos con representación parlamentaria como el dictamen al respecto del Consejo de Estado, y un perceptible consenso social, requieren que en la sucesión a la Corona cese ya la prevalencia del varón sobre la mujer como criterio discriminador, que, aunque propio de la tradición dinástica, ha caído en desuso y, sobre todo, en una consideración general lesiva para la igualdad de sexos. Lo mismo ocurre en el derecho nobiliario, cuestión que ha sido solventada, aunque con una disposición transitoria de retroactividad que afecta a la seguridad jurídica. Sin urgencia ni apresuramientos -y aunque el segundo hijo de Don Felipe sea varón- hay que ponerse en la tesitura de reformar este punto la Constitución de 1978. El problema -de ahí que el sosiego sea imprescindible- es que al tratarse del Título II de la Carta Magna su modificación debe producirse por el denominado procedimiento agravado, es decir, requiere de referéndum popular previa disolución de las Cámaras legislativas y ratificación por las nuevas, todo lo cual reclama un entendimiento muy profundo entre los grupos parlamentarios, que debe ser liderado por el Gobierno, sea en ésta o en la próxima legislatura.
Sería razonable que la reforma del artículo 57 de la Constitución, cuando se produzca, se haga acompañar de otras modificaciones constitucionales que están siendo analizadas tanto por el Ejecutivo como por la oposición: la mención a la Unión Europea, el catálogo de comunidades autónomas y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y otros extremos que pueden acordarse y pongan al día el texto constitucional.
Es importante, sin embargo, que estas modificaciones -siendo la de la sucesión a la Corona la más trascendente de todas- se produzcan en un clima bien distinto al actual, demasiado crispado y distorsionado por los muy próximos comicios municipales y autonómicos. La voluntad de servicio de S. M. el Rey -y su afortunada buena salud- y la disponibilidad de S. A. R. el Príncipe de Asturias al cumplimiento de sus obligaciones ofrecen un horizonte temporal largo y sereno en función del cual todo lo que deba hacerse conforme a la voluntad general se hará, pero sin urgencias ni premuras. La España democrática y monárquica, constitucional y parlamentaria, debe recibir, con la feliz noticia del pronto nacimiento de un nuevo Infante o Infanta de España, la garantía de estabilidad y continuidad de la Corona, a la que la Constitución encomienda, entre otras misiones, simbolizar la integridad y continuidad del Estado.

lunes, 25 de septiembre de 2006

Los Príncipes de Asturias esperan su segundo hijo para principios del mes de mayo

MADRID.- Los Príncipes de Asturias esperan su segundo hijo para principios del mes de mayo, según ha confirmado esta tarde la Casa Real. Al igual que sucedió con el nacimiento de la Infanta Leonor, la Casa Real ha adelantado la noticia a la prensa con un mensaje SMS. El anuncio se produce a poco más de un mes de que la Infanta Leonor cumpla un año.

El comunicado del Palacio de la Zarzuela es el siguiente:

"Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias tienen la gran alegría de anunciar que esperan el nacimiento de su segundo hijo para principios del próximo mes de mayo. Sus Majestades los Reyes desean con este motivo sumarse a la gran alegría de este feliz anuncio".

La Princesa Letizia, que acaba de cumplir 34 años, no asistirá esta noche a la cena de gala que ofrecerán los Reyes al presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, informó un portavoz de la Casa del Rey.

Aunque la Princesa se encuentra bien y el médico que le atiende no ha recomendado que guarde reposo, sí tiene "las molestias propias de los primeros meses de embarazo" por lo que no estará esta noche en el Palacio de Oriente con el resto de la Familia Real, añadieron fuentes del Palacio de la Zarzuela.

Sin embargo, de momento la Princesa de Asturias mantiene su agenda oficial, como la asistencia el próximo miércoles a Oviedo para acompañar junto a su esposo al mandatario portugués en su visita a la capital del Principado, aunque serán los médicos los que tendrán la última palabra y decidirán si va o no, "en función de como esté".

Las fuentes añadieron que se ha hecho el anuncio antes de que se cumplan los tres meses de gestación, porque si el embarazo "está encaminado no hay motivo para retrasar la comunicación".

La Constitución y el orden sucesorio

El anuncio del embarazo pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de comenzar la reforma de la Constitución que termine con la preferencia del varón en la sucesión a la Corona. Esta modificación, que afecta al artículo 57.1, es una de las promesas electorales de Zapatero y requiere un complicado proceso que pasa por disolver las Cortes.

Actualmente, la Infanta Leonor ocupa, tras su padre, el segundo puesto en la línea sucesoria. Con la Constitución de 1978 y al ser niña, sólo llegará a ser Jefa del Estado en el caso de que no tenga hermanos varones que, de nacer, le arrebatarían la prioridad en la sucesión.

miércoles, 6 de septiembre de 2006

La princesa Kiko da a luz a un varón, tercero en la línea de sucesión japonesa

El niño nació por cesárea, con un peso de 2,558 kilogramos

EFE

TOKIO.- La princesa Kiko, esposa del príncipe nipón Akishino y cuñada del príncipe heredero Naruhito, ha dado a luz a un niño, que se convierte en tercero en la línea de sucesión al Trono Imperial de Japón.

El niño nació por cesárea en el Hospital Aiiku de Tokio, a las 8.27 hora local (23.27 GMT del martes), con un peso de 2,558 kilogramos, según fuentes del Gobierno citadas por la agencia Kyodo.

Kiko, de 39 años, y Akishino, de 40, se casaron en 1990 y son ya padres de otras dos niñas, Mako y Kako, de 14 y 11 años, respectivamente. Muchos han cuestionado la 'oportunidad' del embarazo justo cuando se impulsaba un cambio legal para garantizar que el primogénito de los herederos pudiera convertirse en monarca, fuera cual fuera su sexo.

El nacimiento de este hijo varón —el primero en la familia real desde Akishino, hace 40 años— aplaza, al menos de momento, la controversia sucesoria.

La Ley de Sucesión Imperial, de 1947, establece que sólo pueden heredar el Trono del Crisantemo los varones descendientes por línea directa del emperador.

El príncipe Naruhito, de 46 años, y su esposa, la princesa Masako, de 42, sólo tienen una hija, Aiko, de cuatro, por lo que antes de que se conociera en enero el embarazo de su cuñada Kiko se había planteado la reforma legal para posibilitar la ascensión al Trono de esta niña.

'Buenas noticias'

En noviembre pasado, un comité gubernamental recomendó cambiar la legislación y posteriormente el primer ministro nipón, Junichiro Koizumi, se comprometió a llevar el proceso hasta el Parlamento.

Sin embargo, el embarazo de Kiko lo cambió todo, al existir la posibilidad de que diera a luz un varón con derecho a ser tercero en esa línea de sucesión. El jefe del Gobierno, quien tiene previsto dejar su cargo en los próximos días, manifestó al conocer el nacimiento del varón que se trataba de "buenas noticias".

Los principales partidos políticos de Japón se decantaron en este sentido por "aplazar" el debate de la reforma. El portavoz del Gobierno, Shinzo Abe, quien en un par de semanas se convertirá casi con toda seguridad en presidente del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y primer ministro nipón, recomendó "calma" y "cuidado" a la hora de abordar cambios a la mencionada ley.

La princesa había sido ingresada en la clínica Aiiku del distrito tokiota de Minato el pasado 16 de agosto, con el fin de ser preparada para el parto y también a consecuencia de algunos problemas surgidos en su embarazo.