sábado, 10 de mayo de 2008

La Marcha Real

Esta semana, viendo el Funeral de Estado en honor de Leopoldo Calvo-Sotelo, de nuevo me llamó la atención que después de la Consagración sonara la Marcha Real en homenaje a la Sagrada Eucaristía, es decir, para honrar al Rey de Reyes.

He tenido oportunidad de vivir momentos similares en Andalucía en los que suenan los acordes de la Marcha Real como homenaje de la Divina Majestad. Lo explica muy bien Antonio Burgos en un artículo que recogí en este blog. Reproduzco un fragmento:

"No sé en Castilla, pero en toda Andalucía, en todas las Andalucías, la Alta y la Baja, la de Manuel Machado y la de Antonio el de «La saeta», todos estos días de la Semana Santa suena con una profusión que da gloria la Marcha Real. Aplicada en sus justos términos: para tributar honores reales a los Cristos y a las Vírgenes de las cofradías de Semana Santa. Los andaluces le conceden honores de realeza a todo divino. En muchos pueblos y en muchos barrios de las grandes ciudades, a Jesús Sacramentado lo siguen mentando respetuosamente con una denominación de origen barroco que es prodigiosa de hermosura: Su Divina Majestad. Y ese mismo Dios, representado como Hombre en su Pasión, o a su Madre la Virgen, los andaluces le tributan honores de Reyes cuando los sacan en los pasos de sus cofradías. De aquí que llame con toda propiedad histórica y hasta litúrgica Marcha Real a la que siempre debería ser mentada así en esta Monarquía parlamentaria."

En otro artículo reciente, el mismo autor hacía mención de las miles de veces que el Rey habría escuchado la Marcha Real. Decía que pocas veces le habría emocionado más que en el funeral por don Pedro de Orleans, en Villamanrique de la Condesa también en el momento de la Consagración:

"Sonaba la vieja lealtad del pueblo, con su mejor música celestial, en el tamboril y la gaita. Hay una copla rociera que pide a estos tamboriles y gaitas que no hagan ruido, que el Niño de la Virgen ya se ha dormido. Yo ahora, desde la lealtad, pido a estos mismos tamboriles rocieros que hagan todo el ruido posible tocando la Marcha Real en justísimo honor de Don Juan Carlos. Tocad, tamboriles y gaitas de Villamanrique, tocad la Marcha Real, haced ruido, que todos los que nos sentimos orgullosos de nuestro Rey debemos acallar para siempre la pesetera fanfarria de los traidores."
Meses atrás, el Gobierno organizó un concurso para proponer una letra para el Himno Nacional. La propuesta ganadora no tuvo aceptación y ni siquiera fue estrenada oficialmente.

El Rey Don Juan Carlos con José María Pemán.

José María Pemán hijo escribió entonces un artículo recordando la letra que creó su padre en los años 30. Reproduzco algunos fragmentos en que analiza la letra de su padre:

"Se me viene a la cabeza una anécdota que me contó hace muchos años mi padre. Vino a dar un concierto en la plaza de toros de El Puerto de Santa María el Orfeón Donostiarra. Mi padre asistió al acto acompañado de su Séneca particular. Cuando terminó la actuación, el filósofo sentenció "Don José, ha estao mu bonito, pero lo que no entiendo es pa qué hace farta tanto tío pa decí tos los mesmo".

En mi modesta opinión yo soy partidario de que tenga letra nuestro himno. De hecho, cuando oímos interpretar el himno nacional, si en vez de guardar en nuestro interior la emoción que nos produce, nos decidiéramos a exteriorizar nuestro sentimiento cantándolo, nos encontraríamos mucho más a gusto por la misma y simple razón que una persona se desahoga gritando cuando le hacen daño o rompe a llorar al sentir pena.

Para conseguir el objetivo de que el pueblo se decida más fácilmente a cantar el himno nacional es muy importante que la letra exprese los mensajes adecuados que nos hagan vibrar como verdaderos y auténticos españoles.

La letra de Pemán:

¡Viva España!

alzad la frente

hijos del pueblo español

que vuelve a resurgir.

Gloria a la Patria

que supo seguir

sobre el azul del mar

el caminar del sol.

Triunfa España

los yunques y las ruedas

canten al compás

un nuevo himno de fe.

Juntos con ellos

cantemos de pié

la vida nueva y fuerte

de trabajo y paz.

Mi padre empieza manifestando el mensaje de que el pueblo español, "con la frente en alto", se siente orgulloso de haber resurgido en infinidad de ocasiones de sus propias cenizas frente a múltiples adversidades que han ocurrido en siglos pasados. En esa misma línea se destaca como los españoles han sabido también hacer frente a los ataques externos y a la invasión de otras culturas, forjándose su propia identidad, que no sólo ha mantenido en España sino que, guiado por su propia fe y su afán universalista, ha sentido la necesidad de propagar sus principios a través del "azul del mar y el caminar del sol".

Pemán, continúa ensalzando la entereza del pueblo español, que mediante su trabajo constante y su propio esfuerzo ("yunques y ruedas"), fieles a su fe, ha sabido conseguir que nos sintamos todos orgullosos de ser españoles, y vivir en paz.

El autor Paulino Cubero en sus tres primeras estrofas evoca un mismo mensaje, mucho más simple y a la vez oportunista: que existe una diversidad en el pueblo español pero que todos estamos unidos bajo una sola nación, España.

Éste único mensaje lo manifiesta en cada estrofa bajo tres prismas distintos:

A) Por el sentimiento: diciendo que somos diversos pero "con un solo corazón"

B) Geográficamente: al decir simplemente que esos pueblos diversos están unidos en una sola nación que van desde "los verdes valles al inmenso mar"

C) Constitucionalmente: al expresar que la Patria nos "abraza a todos los pueblos diversos".

Termina evocando al final en la cuarta estrofa un mensaje más profundo al hacer mención de la justicia, la grandeza, la democracia y la paz. Por todo ello, prefiero la mayor profundidad de los conceptos que se desprenden de la letra de Pemán.

Si sigue gobernando la rancia y envidiosa izquierda que nos ha tocado sufrir, o bien vuelve la derecha, con su habitual complejo ante los mal entendidos progresismos, contando además con los nacionalistas siempre adversos al concepto de la unidad de España, difícilmente aceptarán una letra oficial en la que se pronuncien las palabras España y Patria. España es diferente. Ahora resulta que el himno nacional no puede hacer mención al nombre de la nación. Es triste."

En el blog El Charnet, he encontrado varias referencias a letras históricas del Himno de España.

Empecemos por los versos más antiguos. Son de Ventura de la Vega que los compuso aprox. en 1843:

Venid españoles
Al grito acudid.
Dios salve a la Reina,
Dios salve al país.

Históricamente, estos versos se compusieron durante el reinado de Isabel II de Borbón justo en el año en que juró en las Cortes la Constitución de 1837. Hija de Fernando VII, fue declarada mayor de edad con 16 años, y obligada a casarse con su primo el Duque de Cádiz, Francisco de Asís de Borbón. España dejaba atrás un período inestable, en que de 1840 a 1843 había tomado la regencia del país el General Espartero y anteriormente el país había estado inmerso en las Guerras Carlistas. Por lo que deduzco que estos versos pretendían servir para enaltecer o ayudar de alguna manera la imagen de la Reina Isabel.

Otra versión más tarde fue la compuesta por Eduardo Marquina, que se cantó en época del Rey Alfonso XIII (reinado 1886 - 1931) y que mucha gente desconoce:

Gloria, gloria, corona de la Patria,
soberana luz
que es oro en tu Pendón.

Vida, vida, futuro de la Patria,
que en tus ojos es
abierto corazón.

Púrpura y oro: bandera inmortal;
en tus colores, juntas, carne y alma están.

Púrpura y oro: querer y lograr;
Tú eres, bandera, el signo del humano afán.

Gloria, gloria, corona de la Patria,
soberana luz
que es oro en tu Pendón.

Púrpura y oro: bandera inmortal;
en tus colores, juntas, carne y alma están.

Este no está mal, porque aunque algo antiguo ya, no hace referencias por ejemplo a personajes históricos. Si bien, suponemos que en aquello de 'corona de la Patria' pretende hacer referencia al Rey, casi la totalidad del himno hace referencia a la bandera de España.

También existió una versión carlista. Los carlistas eran aquellos que iban en favor de que el trono de España recayera en el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro. Precisamente fue el primero quien habiendo hecho heredero de la corona española a Carlos, rectificó al quedarse embarazada su esposa María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, con lo que digamos que cambió las leyes para que si nacía una niña, el trono recayera en ella y no en Carlos. Eso provocó el levantamiento de los partidarios de Carlos que llevaron a España a las conocidas Guerras Carlistas. El lema de los carlistas es: Dios, patria y Rey, ya que en los principios, sus ideas eran restaurar en España el absolutismo del Antiguo Régimen, en que la Iglesia Católica tenía un fuerte poder y el Rey era monarca por gracia de Dios. Esta corriente carlista ha perdurado hasta nuestros días, aunque hoy ya tienen otro tipo de ideas, enmarcadas dentro del socialismo-federalismo.

Viva España,
gloria de tradiciones,
con la sola ley
que puede prosperar.

Viva España,
que es madre de Naciones,
con Dios, Patria, Rey
con que supo imperar.

Guerra al perjuro
traidor y masón,
que con su aliento impuro
hunde la nación.

Es su bandera
la historia de su gloria;
por ella dará
su vida el español

Fe verdadera
que en rojo de amor
aprisiona briosa
un rayo de sol.

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