domingo, 1 de junio de 2008

La vida de Sissi a través de sus carruajes

 
Vista de uno de los carruajes. (Foto: EFE)
VIENA.- Elisabeth Amalie Eugenie de Wittelsbach, duquesa de Baviera, reina de Hungría y emperatriz de Austria, más conocida como Sissi, fue una mujer moderna, amante de la moda y de los viajes, como muestra una exposición que trata de humanizar y acercar su mito al público.

La exhibición, titulada 'Tras el rastro de Sissi. Carruajes, vestidos y objetos de culto de Elisabeth de Austria', fue presentada en el Museo de Carruajes, dependiente del Museo de la Historia del Arte de Viena.

La comisaria de la exposición, Monica Kurzel, indicó que la muestra sigue la vida de Sissi a través de sus objetos. La exposición, que huye de la cursilería tan a menudo usada para acercarse al personaje, será capaz, según Kurzel, de satisfacer "no sólo al público turista, sino también a los vieneses". Como su nombre indica, la muestra acompaña al rastro de Sissi a través de las huellas que dejaron, entre otros objetos, los carruajes que usó en su vida.

Así, la visita comienza con el "carruaje milanés" que usó para entrar oficialmente en Viena como prometida del emperador Francisco José I y que antes perteneció a Napoleón Bonaparte. También pueden verse su "coupé" personal, que usaba en el día a día de la vida en la corte o el elegante carruaje descubierto que utilizaba en verano.

Especialmente impresionante es la carroza imperial, un magnífico carruaje barroco, con seis ventanas de cristal veneciano, pinturas alegóricas en sus portezuelas y pasamanería de oro y seda. En ese fascinante vehículo fue conducida Elisabeth a su coronación en Budapest como reina de Hungría.

Éste fue el más importante acontecimiento en la vida política de la emperatriz y parte esencial del acuerdo entre Austria y Hungría de 1867, al que mucho contribuyó Sissi, que aumentó la autonomía de los húngaros dentro del imperio Habsburgo.

También hay ejemplos de los divertidos carruajes infantiles, como el que perteneció al príncipe heredero Rudolf, único hijo varón de Sissi y Francisco José, e incluso puede verse el trineo que a la emperatriz le gustaba manejar en invierno en los alrededores del palacio de Schönbrunn. Finalmente, la muestra expone también el carro "Landau" que usó en Ginebra poco antes de su asesinato en 1898 y su carroza fúnebre, reservada, según el ceremonial español de la Corte, a miembros reales de la familia imperial.

Esta carroza del "gran luto" tirada por ocho caballos negros con crespones de ese color (para miembros "menores" de la casa Habsburgo se usaba el rojo) condujo a Elisabeth a su último descanso.

Aparte de las carrozas, la exposición, abierta hasta el día 26 de octubre, permite ver la cola del traje que usó en su boda, una obra maestra con bordados de oro o un suntuoso vestido negro que ejemplifica tanto el elegante gusto como la impresionante figura de quien fue una de las grandes bellezas de la época.

Trajes de gala y caza de Francisco José, el famoso abanico con el que la emperatriz escondía su rostro al final de sus días o su silla de montar personal están también presentes en la exposición.

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