jueves, 5 de junio de 2008

El Rey visita a los héroes anónimos de la Guardia Civil

 
El Rey, acompañado de Rubalcaba, ante una formación de la UEI. (Foto: EFE)
 
MADRID.- La Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil (UEI), el grupo de elite del Instituto Armado formado para actuar en operaciones de alto riesgo, cumple 30 años. Con motivo del aniversario, el Rey Juan Carlos ha realizado su primera visita a la base de esta unidad, situada en el Colegio de Guardias Jóvenes 'Duque de Ahumada' de Valdemoro (Madrid), donde ha descubierto una placa conmemorativa y ha asistido a una exhibición de esta unidad, que durante tres décadas ha desarrollado su trabajo con absoluta reserva y discreción.

Don Juan Carlos ha sido recibido en las instalaciones por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y por el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez. Vestido con el uniforme de verano de capitán general del Ejército de Tierra, el Monarca saludó a una formación compuesta por agentes de la UEI, antiguos miembros del grupo y representantes de otras unidades similares extranjeras con las que la UEI coopera en el ámbito internacional en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.

La UEI, que en la actualidad forma parte del llamado 'Grupo Atlas' que engloba a 34 unidades especiales de 29 países europeos, fue creada en 1978 basada en el modelo del Grupo de Intervención de la Gendarmería nacional francesa. La unidad está dirigida por un teniente coronel del Instituto Armado y está encuadrada orgánicamente dentro de la Jefatura de Unidades Especiales y de Reserva de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil.

La elite del Cuerpo

La Guardia Civil cuenta con varios grupos especiales de intervención, pero la UEI es la unidad de elite del Cuerpo que sólo se moviliza en situaciones muy específicas en las que la misión está considerada de especial gravedad. Las situaciones de toma de rehenes y secuestros, la protección de mandatarios ante amenazas terroristas y las operaciones de detención y asalto de edificios o barcos en las que estén implicados delincuentes especialmente peligrosos o agresivos son algunos de los escenarios en los que la UEI se moviliza.

El funcionamiento de la UEI está sometido a una gran reserva y discreción. La Guardia Civil evita publicitar cualquier tipo de detalle sobre las misiones en las que interviene y guarda con celo las estrategias de trabajo y los medios con los que cuenta la unidad. Sólo con motivo de su 30º aniversario ha decidido dar a conocer su trabajo, aunque sin revelar el número exacto de agentes que la componen.

"No queremos que se conozcan sus actuaciones, ni los medios con los que cuenta. Sólo que los ciudadanos sepan que hay una unidad especial de la Guardia Civil que en el momento más grave que uno pueda imaginar, intervendrá y lo hará con grandes posibilidades de éxito", ha explicado el general Atilano Hinojosa en una breve presentación a los periodistas con motivo del acto conmemorativo que ha tenido lugar en la base de la UEI, en la que ha estado acompañado por el teniente coronel al mando de la unidad.

Antes de ingresar en la UEI los candidatos deben pasar unas pruebas de selección muy duras y, una vez dentro, siguen un exigente programa de entrenamiento. El año pasado, de los 26 guardias civiles que comenzaron las pruebas sólo cuatro accedieron finalmente a la unidad. Según ha explicado el teniente coronel que está al mando del grupo, el periodo mínimo de permanencia en la UEI es de cinco años, pero la mayoría de los guardias civiles que acceden deciden continuar sus servicios en ella durante más tiempo.

Durante sus 30 años de historia, cuatro agentes de la UEI han muerto en acto de servicio. En ese tiempo, la unidad ha realizado 375 operaciones, que han permitido la liberación de 563 rehenes y la detención de 640 personas, de las cuales 141 pertenecían a comandos terroristas. Asimismo, ha intervenido en 11 misiones en alta mar contra el narcotráfico. Entre las actuaciones más importantes destaca la liberación en junio de 1997 de José Antonio Ortega Lara. Fue un agente de la UEI el primero que accedió al zulo donde ETA mantuvo cautivo al funcionario de prisiones y quien conversó con él hasta que tuvo fuerzas para salir de agujero en el que sobrevivió 532 días.

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