viernes, 9 de octubre de 2009

El Príncipe impone la Cruz al mérito militar en un emotivo funeral al cabo fallecido en Afganistán

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ABC

El Príncipe de Asturias, uniformado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, de luto riguroso, han asistido esta mañana al funeral del cabo del Ejército de Tierra Cristo Ancor Cabello Santana, fallecido el miércoles en Afganistán y que se ha celebrado a las 9.30 hora local en la Base General Alemán Ramírez, del Acuartelamiento de la Isleta de Las Palmas de Gran Canaria. De esta localidad era oriundo el cabo muerto. Cientos de personas le han dado un último y sentido adiós, en una ceremonia marcada por el silencio sepulcral y las lágrimas desgarradoras de la familia del militar.

Además, ha trascendido que Cabello fue bautizado poco antes de morir cuando estaba agonizando en el Hospital de Role 2 adonde había sido conducido tras la explosión de una mina que acabó con su vida. El cabo cumplió así el deseo de cristianizarse durante su estancia en el país asiático. El capellán del acuartelamiento de Herat admitió que tenía intención de haber bautizado esta misma semana al militar, una voluntad que frustró el fatal destino de Cabello, por lo que lo hizo en los últimos momentos de su vida.

Acto por las honras fúnebresEl acto por las honras fúnebres ha sido oficiado por el arzobispo castrense de Canarias Juan del Río Martín y el obispo de Las Palmas, Francisco Cases.

En el recinto, al filo de las 10.30 horas, ha sonado la marcha fúnebre acompasando el traslado del féretro por parte de miembros del Regimiento de Infantería Ligera Soria IX, con base en Fuerteventura y donde estaba destinado el cabo fallecido por la explosión de una mina anticarro al paso del vehículo blindado que le transportaba junto con otros cinco compañeros cuando realizaban una patrulla dentro de un convoy a las afueras de Herat, donde está el grueso de los cerca de 1.300 militares españoles.
El cadáver del cabo Cristo Ancor Cabello Santana, que no había cumplido los 25 años, llegó en torno a las 23.00 de ayer jueves en un avión militar al aeropuerto de Gando, en Gran Canaria, acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón, que se ha encargado de la repatriación del cuerpo desde el momento en el que conoció la muerte de la nonagésima víctima del Ejército español caído en servicio.
Autoridades asistentesLa vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega -vestida también de negro- y el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, acudieron al aeropuerto para recibir el féretro del militar muerto, al igual que el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra; el presidente del Cabildo insular, José Miguel Pérez, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias.

Junto a las autoridades se han situado los padres del cabo Cabello, su esposa y su abuela, destrozados anímicamente, cabizbajos y refugiándose en su dolor en silencio, que sólo han roto para entonar el himno a los caídos «Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino».

En el Evangelio, el arzobispo castrense ha destacado el «valor» del cabo fallecido y sus virtudes para el oficio castrense, prueba de lo cual fue la condecoración por parte de las Naciones Unidas por su participación en la misión de El Líbano.

Al margen del debate político que se ha abierto en torno a la «misión humanitaria o guerra» que viven nuestras tropas en el país asiático, el arzobispo ha subrayado que «España sabe mirar de frente y no esquiva su mirada ante los graves problemas internacionales donde las naciones libres se juegan el futuro de su libertad y su independencia», que «nuestra sociedad española está convencida de que hay que combatir el terrosimo» y que la trágica muerte del cabo, que ingresó en el Ejército hace sólo seis años, «es semilla de la libertad».

«No os sintáis solos. No os desvanezcáis sin esperanza», ha animado el arzobispo a los parientes del cabo Cabello que lo observaban con el rictus apagado por las lágrimas, a quienes les ha transmitido «fuerza» como fuerte era su familiar.

«No estamos destinados a una muerte sin solución. Vuestro hijo vive y vive eternamente con el Dios que nos creó para la vida, para la felicidad, no para la muerte y el vacío. Sed fuertes. Es el mejor homenaje que podéis rendir a vuestro hijo», les ha dicho.
La madre cree que los «militares están vendidos»
La Homilía ha colisionado con el tremendo criticismo de la madre del militar muerto, Concepción Santana, que ayer consideró que los militares en Afganistán«están vendidos», manifestó, si bien agradeció públicamente a la ministra de Defensa su cercanía al telefonearles, algo que -añadió- no había hecho el presidente Zapatero. Así, nada más descender ayer de la nave, Carme Chacón, expresó su pésame a Concepción, con la que se fundió en un abrazo.
A pie de pista, se ha oficiado un responso en memoria del cabo Cabello, de 25 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria. Por expreso deseo de la familia del fallecido, los medios de comunicación no pudieron acceder al recinto aéreo ni tomar imágenes de la repatriación del cadáver.

Compañeros de brigada del muerto transportaron a hombros el féretro, cubierto por una bandera de España, hasta un coche fúnebre que esperaba en la pista, para lo cual desfilaron por delante de familiares y autoridades. En ese momento, los familiares no pudieron contener el dolor y las lágrimas ante el paso de féretro, ante el cual el obispo de Canarias ofició un breve responso.
A continuación, el cadáver ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de la capital grancanaria para que se le practique la autopsia antes del funeral que se celebrará mañana. En el mismo vuelo, ha regresado el soldado colombiano Juver Muñoz Pineda, herido en el mismo atentado en el que murió Cabello el pasado miércoles cerca de la base de Herat, al oeste de Afganistán. Muñoz va a ser ingresado en el Hospital Insular de Las Palmas, donde será intervenido de las fracturas que sufre en el brazo y en la rodilla.
El soldado colombiano, de 20 años, reside en la capital grancanaria con su familia, aunque está destacado en Fuerteventura. Antes de ser trasladado al hospital, sus familiares subieron al avión para reencontrarse con él, acompañados de la vicepresidenta del Gobierno, la ministra de Defensa y el presidente canario Mañana se celebrará en el acuartelamiento de La Isleta.


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